El pasado lunes 23 de octubre, el empresario Iván Díaz Garrido, de 57 años, fue secuestrado en la cuadra 12 de la avenida Perú, en la ciudad de Trujillo. Delincuentes que usaban chalecos de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) de la Policía Nacional del Perú (PNP) irrumpieron en el local de la víctima y lo arrastraron hasta subirlo al vehículo donde sería llevado. El empresario ha sido liberado esta madrugada, pero tenía signos de tortura y al menos tres dedos cercenados.
Cámaras de seguridad instaladas en la propiedad registraron que el empresario se encontraba sin zapatos, con un pantalón naranja y sin polo. Nadie lo ayudó a pesar de que gritó y se resistió a ser raptado en un auto de color negro.
Sus familiares realizaron varias protestas para pedir a las autoridades que lo ubiquen y finalmente la madrugada de este viernes 3 de noviembre fue liberado.
Como se sabe, los secuestradores les pidieron que paguen USD 200.000 a cambio de la liberación del empresario. Les dieron un plazo de 24 horas, pero recién una semana y tres días después Iván Díaz Garrido fue liberado.
Los efectivos policiales que lo encontraron se encontraban en Laredo, realizando patrullaje de rutina, cuando lo vieron enmarrocado de las manos y entre los cañaverales. Su cabeza estaba envuelta con una cinta de embalaje, dos dedos de su mano derecha han sido cercenados y uno de la izquierda. También mostró varios golpes en su cuerpo, signos de que fue torturado durante el secuestro.
La víctima reconoció que había sido secuestrado y brindó sus datos personales a los policías que lo hallaron. De esta manera, la Policía Nacional del Perú (PNP) comunicó que encontraron a Iván Díaz Garrido.
Luego, lo trasladaron a la clínica Sana de Trujillo, donde un médico viene observando su estado de salud para su recuperación.
Además, los familiares de Iván Díaz Garrido también fueron alertados del hallazgo, por lo que acudieron al centro de salud donde él se encuentra.
El coronel PNP Francisco Vargas Andonayne declaró que la víctima permanece segura y recibe los cuidados que necesita. “El señor se encuentra estable, hable con él”, respondió a las afueras de la clínica.
También aseguró que vienen investigando el paradero de los secuestradores, quienes en principio pidieron medio millón de dólares para liberarlo. Luego, exigieron USD250.000 y en los últimos días USD 100.000.
“La familia nos ha asegurado que no han pagado”, resaltó Vargas.
Se sabe que la Policía Nacional del Perú (PNP) venía buscando a los malhechores en los distritos de La Esperanza y El Porvenir. Habían concluido que los secuestradores integraban la banda criminal “Los Pulpos”.
“Esto es un hecho de naturaleza que lleva el delito contra la libertad. (El hecho) ha sido realizado por un aproximadamente entre 5 a 6 sujetos, de los cuales 4 ya están identificados. Ha sido una diligencia permanente que hemos ejecutado el día de ayer”, dijo el jefe de la División de Investigación Criminal (Divincri) de la Libertad, el coronel PNP Javier Méndez en entrevista con Exitosa el pasado martes 24 de octubre.
En ese entonces, dio a conocer que habían hallado el auto con el que secuestraron al empresario.
“Hemos encontrado también el vehículo con el cual se han desplazado estos delincuentes y llegaron al lugar donde estaba la víctima y lo trasladaron a un lugar desconocido. (...) Es una investigación totalmente reservada. (...) Hemos tenido comunicación con la familia, el señor no tenía ningún tipo de amenazas, ningún requerimiento extorsivo, no ha habido presiones, es lo que nosotros hemos efectuado en la entrevista con sus familiares”, agregó.
Policía asegura que no hubo pago por su liberación
El coronel Francisco Vargas Andonaire dio detalles del hallazgo y señaló que fue la presión que ejerció la Policía en su búsqueda la que obligó a los secuestradores a liberar al empresario y que no se habría realizado ningún pago al respecto.
“La Policía ya manejaba una hipótesis y por fuentes de inteligencia se conocía que estaban en Alto Trujillo. Se dispuso todo la fuerzas necesarias con don drones y patrullaje y al ver esa presión, se han mudado hacia Laredo (...). De tanta presión que han tenido, lo único que les ha quedado es soltarlo”, declaró a la prensa.