La voz de Yma Súmac resonó poderosamente en rincones de todo el mundo y conquistó audiencias globales gracias a su inmenso talento. Esta excepcional artista peruana, cuyos orígenes se remontan al imperio incaico, podría haber cautivado incluso a los españoles si hubiera vivido en esa época. Su canto tenía el poder de conmover a personas de espíritu inquebrantable.
En cierto momento de la historia, se puso en duda si la artista era realmente descendiente de Atahualpa, el último inca capturado por el conquistador español Francisco Pizarro. Sin embargo, la realidad es que Yma Súmac era hija de Emilia Castillo, quien efectivamente tenía descendencia del último gobernante del imperio del Tahuantinsuyo.
Ante los cuestionamientos que surgieron acerca de si la artista era realmente una princesa inca, dos embajadas peruanas, la de Estados Unidos y Canadá, certificaron su linaje inca en 1946. Para entonces, nuestra compatriota ya era una cantante reconocida en América, pero aún no había conquistado el país norteamericano; todo era cuestión de tiempo.
Pero, ¿cómo se convirtió en una extraordinaria artista con un registro vocal superior a las cuatro octavas, una virtud que muchas sopranos anhelan en la actualidad? Todo comenzó cuando Moisés Vivanco la escuchó tararear una canción en una casa en el Callao, a la cual había asistido para presentarse como artista en la fiesta de la familia Beoutis.
“Oye, chiquilla, tienes una voz espléndida”, le habría dicho Vivanco a Zoila Emperatriz Chávarri Castillo, el verdadero nombre de Yma Súmac, quien en 1938 tenía apenas 15 años. No se puede afirmar que ambos se enamoraron en una vivienda del Callao, pero lo cierto es que años después se casaron y juntos forjaron una carrera musical exitosa que trascendió las fronteras.
Antes de abordar los éxitos de esta pareja de esposos, es pertinente continuar con lo que pasó después de que Vivanco escuchó la melodiosa voz de Zoila, quien con tan solo 15 años tenía una voz prodigiosa, sin haber estudiado canto en la Academia Nacional de Música Alcedo. Se cuenta que ella quiso obtener una beca para poder capacitarse y desarrollar su talento en ese lugar; sin embargo, no la consiguió.
Cuando Vivanco conoció a Zoila, ella todavía no había terminado la secundaria, pero cantaba en ceremonias religiosas e iglesias, lo que le permitía perfeccionar su talento. Unas semanas después de que el músico escuchó su voz por primera vez, Zoila, Vivanco y Élida Beoutis se presentaron en el Festival de San Jerónimo, donde la menor cautivó con su voz.
Dos años después, es decir, en 1940, Zoila fue integrada a la Compañía Peruana del Arte, una agrupación compuesta por cerca de 50 músicos, bailarines y cantantes. Moisés Vivanco, quien conocía las capacidades de Zoila, la incluyó en la agrupación, ya que necesitaba una voz estelar. Ese mismo año fue bautizada con el seudónimo de ‘Ima Sumaq’, apelativo que varió un poco con el transcurrir del tiempo.
El tiempo pasaba y la Compañía Peruana del Arte iba siendo conocida, pero no como se esperaba. En 1941, sucedió un punto de inflexión en la historia de esta agrupación: su paso por Radio Nacional. Este hecho fue determinante para que fueran más conocidos. Ese mismo año, Súmac debutó en este medio de comunicación junto al grupo musical, vistiendo trajes coloridos y tocando música andina. Lo que sucedió en la radio no solo generó repercusión en los radioyentes, sino también en la prensa.
Por ejemplo, la revista Alta Voz elogió la presentación de la agrupación musical, calificándola de “triunfante”. En una de sus páginas apareció el siguiente rótulo: “Yma Sumac: soprano lírica india”. Por su parte, el periódico La Noche los presentó como “El Conjunto Folclórico Peruano de Moisés Vivanco con Yma Súmac”.
Los medios impresos ya daban cuenta del talento de la cantante a tal punto de dedicarle espacios en sus páginas. Tras su presentación en Radio Nacional, surgieron varios compromisos musicales, entre los que se destaca el concierto en el Teatro Municipal de Lima, recinto en el que compartieron escenario con Los Morochucos de Ayacucho.
Las alabanzas continuaban a medida que la agrupación daba pasos firmes en la industria musical. En medio de las presentaciones y el cariño de los peruanos, surgió el amor entre Zoila y Vivanco, que se selló con un matrimonio civil en el distrito de Yanahuara, Arequipa. Esto ocurrió el 6 de junio de 1942, la misma fecha en que la Compañía Peruana del Arte se iba a presentar en el Teatro Municipal de esta región.
Después de su éxito en Perú, la agrupación musical decidió internacionalizarse. Para lograrlo, contaron con las capacidades de Moisés Vivanco, quien en ese mismo año realizó gestiones para que viajaran por varios países de Sudamérica. El primer país que visitaron fue Argentina, donde cambiaron su nombre a Conjunto Folclórico Peruano.
Como era de esperarse, el concierto en la ciudad capital de Buenos Aires tuvo una gran acogida del público. Es preciso mencionar que las personas que estuvieron inmersas en la industria musical y el periodismo elogiaron a la cantante. Tras su presentación en Radio Belgrano, el diario La Prensa de Buenos Aires calificó a Yma Súmac como la más grande revelación de nuestros tiempos.
En 1943, regresaron a Argentina para presentarse nuevamente en Buenos Aires y, principalmente, para grabar un disco bajo el sello Odeón. De esta manera, la voz lírica de Yma Súmac fue utilizada en temas del folclore peruano, como “Carnaval indio”, “Cholo traicionero”, “Payande”, “La sirena”, “A ti solita te quiero”, “Picaflor”, “Amor indio (Inca son)”, “La benita” y otros. Estas canciones se difundieron con el tiempo en varios países de Latinoamérica.
Otro de los países que conquistó fue Brasil. El Casino de Urca y el Hotel Balneário Casino Icarahy, ubicados en Río de Janeiro, fueron testigos de sus interpretaciones magistrales que lograron cautivar a miles de personas. Estas presentaciones ocurrieron en 1943, año en el que también tuvieron compromisos en Santos, São Paulo y Porto Alegre. Es preciso indicar que la gira en Brasil duró aproximadamente 3 meses.
Tras su exitoso recorrido, regresaron a Lima en 1944 para presentarse en el Teatro Municipal de Lima y en el Teatro Segura. En ese entonces, la agrupación se había separado, lo que los llevó a adoptar el nombre de Compañía Peruana de Arte Folklórico. Esto habría sido motivo para que la anunciaran como ‘La maravillosa soprano incaica Yma Súmac’ en el Teatro Municipal limeño.
La numerosa agrupación fue reducida a dos integrantes: Súmac y Vivanco. A pesar de estos cambios, el éxito en la música continuó. Meses después, ocurrió un hecho sin precedentes: el entonces presidente de México, Manuel Camacho, invitó a Yma Súmac para cantar en el emblemático Palacio de Bellas Artes.
El éxito de Yma Súmac se debió no solo a su talento, sino también al aporte de su esposo. Sobre este asunto, la historiadora peruana Carmen McEvoy escribió lo siguiente: “El triunfo de Yma se debió a su voz, pero también a las habilidades musicales y escenográficas de Vivanco, quien fue capaz de montar espectáculos multitudinarios, cargados de fantasía, que rememoraban la grandeza del imperio incaico”, sostuvo.
Es preciso indicar que el aporte de Vivanco no se habría dado solo en el aspecto de la escenografía. El marketing también jugó un rol importante en la carrera de la artista peruana. Cuando llegaron a Estados Unidos en 1946 para conquistar nuevos mercados, Vivanco no dudó en promocionarla como una legendaria princesa descendiente de Atahualpa. La gestión de Vivanco hizo que lograra un contrato por 5 años con la Music Corporation of America. En ese país se presentó en la emisora de radio WJR Viva America y también se fueron de gira a Ottawa, donde el medio de comunicación Ottawa Citizen resaltó el “increíble rango vocal” y la “peculiar técnica vocal” de Súmac durante una presentación.
BBC Mundo conversó con el crítico musical Miguel Molinari, quien la calificó como la artista peruana más global que ha existido. “Fue una adelantada a su tiempo, que combinó la música tradicional peruana con ritmos caribeños y de otras latitudes como nunca nadie lo había hecho antes”, sostuvo al medio internacional.
Sin duda, Yma Súmac es una artista que ha marcado un hito en la música del Perú y el mundo. La cantante conquistó el mundo gracias a su prodigioso rango vocal y la imagen de exótica princesa inca que proyectó en los escenarios. Lo narrado en esta nota refleja acontecimientos importantes que le sucedieron a la artista, sin embargo, como todas las personas, también pasó por momentos complicados que, por fortuna, no opacaron su talento.