Felipe O’Neill Pérez, el exdirectivo de Niubiz que se quitó la vida después de abrir fuego contra una compañera de trabajo en un restaurante de Miraflores, tenía licencia para el uso de armas desde el 04 de septiembre pasado, cuando la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec) le concedió el permiso para uso exclusivo de defensa personal, según un informe difundido este jueves en Perú 21.
La licencia fue cancelada esta misma jornada, dos días después de un caso que es investigado a nivel fiscal como un eventual crimen machista. En la víspera, Al Estilo Juliana deslizó que O’Neill no registraba esa autorización y difundió el acta policial certificada por dos agentes que acudieron al establecimiento después de recibir una llamada de emergencia.
En el lugar, de acuerdo con el documento, ya se encontraba un equipo de bomberos de la Compañía Miraflores 28. Eran las 14:15 horas. Los auxiliares ejercían, sin éxito, una reanimación cardiorrespiratoria a la execonomista, quien había sido impactada en el estómago mientras departía con otros ocho colegas en un aparente festejo por el Día de la canción criolla. Su deceso fue confirmado por una bombera voluntaria en minutos.
En ese momento, O’Neill se guareció dentro de su automóvil y se suicidó. El parte también registra la presencia de uno de sus familiares, Óscar Chirinos, cuando los efectivos rompieron las lunas polarizadas del Mercedes Benz para continuar con la diligencia.
Los deudos se acercaron a los exteriores del restaurante ‘Panchita’, propiedad del chef peruano Gastón Acurio, donde se encontraba un equipo del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Recién por la noche, los restos fueron conducidos a la Morgue Central de Lima.
Infobae Perú conoció que una tercera persona, también trabajadora de Niubiz, fue herida de bala y trasladada al Hospital de Emergencias José Casimiro Ulloa. Dos días después, su identidad y estado de salud aún se mantienen en reserva.
El caso es investigado como presunto feminicidio por el Cuarto Despacho de la Tercera Fiscalía Corporativa de Violencia, pese a que los familiares se han negado a brindar declaraciones a la prensa. El Ministerio Público ha recabado testimonios de testigos y las imágenes de las cámaras de seguridad de la calle 2 de mayo.
Los peritos, de igual modo, analizan los casquillos de balas recogidos dentro y afuera del restaurante. El alcalde del distrito, Carlos Canales, declaró en la víspera que se trata de un hecho atípico en una de las jurisdicciones con mayor recaudación tributaria, junto con Surco y San Isidro.
“Queremos transmitir las condolencias a los familiares. Una persona ha bajado de su vehículo, ha entrado a un restaurante conocido y ha disparado a otra persona. Luego se guareció en su vehículo y se ha suicidado. Es un hecho complejo. No es usual en nuestro distrito”, dijo a Panamericana TV.
O’Neill trabajaba desde hace más de un año como Head Comercial y de negocio en esta empresa que brinda servicios relacionados con pagos digitales. La víctima, por su parte, se desempeñaba como gerente de cuentas en la misma compañía, que activó un comité de crisis y difundió un comunicado escueto para exhortar a las autoridades a esclarecer “las circunstancias del caso”.
La familia de la execonomista ha descartado una relación con el exdirectivo cuando fueron consultados in situ por el personal del Ministerio de la Mujer, según Canal N.
Hasta septiembre pasado, Perú contaba 110 casos de crímenes machistas y 100.000 casos de violencia familiar atendidos en los Centros de Emergencia Mujer (CEM). Solo en 2022 se registraron más de 5.380 notas de alerta por mujeres desaparecidas, la mayoría de ellas niñas y adolescentes, y un total de 137 feminicidios y 111 tentativas, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo.
“Desde el MIMP rechazamos todo acto de violencia que afecta a las mujeres de nuestro país. Trabajamos en la construcción de un país libre de violencia para que este tipo de hechos no vuelvan a ocurrir”, anotó el portafolio de Nancy Tolentino en un pronunciamiento sobre el ataque de O’Neill.