En entrevista con Infobae Perú, Diego Macera, director del Instituto Peruano de Economía (IPE) y del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) desmenuza los factores que han influido en un anémico crecimiento de la economía como un clima adverso, la conflictividad social y la pérdida de confianza. Además, señala la urgente necesidad de implementar medidas concretas para reactivar sectores clave como la agricultura, la minería y el turismo en lugar de centrarse en gasto público.
El también integrante del Comité Organizador de CADE Ejecutivos 2023 traslada su preocupación por los riesgos que podrían surgir de ciertas medidas económicas, como los retiros de fondos de pensiones sin una focalización clara y los posibles efectos negativos en la calificación de riesgo del país. Por otro lado, resalta la importancia de mantener un equilibrio entre el crecimiento económico y el control de la inflación a largo plazo.
- ¿Cómo califica este 2023?
Este 2023 ha sido un año para el olvido. Probablemente cerremos un 3% del PBI menos de lo que se había proyectado a fines del año pasado. La mayoría pensaba que íbamos a crecer más o menos 3%; hoy está más cerca de 0%. Eso significa casi 30.000 millones de soles que no se incorporaron en la producción del Perú.
-¿Cuáles son las razones?
Esto tiene tres explicaciones centrales. Yo creo que la primera es la parte climática. Tuvimos altas lluvias, el ciclón Yaku, heladas, temperaturas inusuales. Todo esto ha explicado parte de la caída en la producción agrícola y la fuerte caída en el componente pesquero. El clima ha pegado mucho.
Como segundo punto es el efecto de las protestas y la conflictividad, sobre todo, en el primer trimestre del año y principalmente enfocado en el sur, pero que inevitablemente ha tenido una resaca sobre el resto de regiones y el resto del año, afectando sectores como el turismo.
Lo tercero es la caída de la confianza que hemos tenido en años anteriores, nos ha pasado una factura bien grande. Y creo que este es un poco la línea en la que se enfoca el CADE este año, para tratar de volver a dar señales desde el sector privado y desde el sector público, de que la economía peruana puede volver a crecer a su ritmo promedio de lo que va del siglo por encima del 4%. Tiene los motores y las condiciones macroeconómicas para hacerlo, más bien lo que falta es un diseño institucional adecuado.
-A su criterio, de esos tres factores, ¿Cuál es el más predominante?
Yo creo que lo más problemático es la expectativa de la confianza en la economía porque los otros dos factores deberían haber sido temas temporales. Lógicamente el factor climático todavía es un riesgo importante por el Fenómeno de El Niño en los siguientes meses. Esperemos que la conflictividad ya esté superada, por lo menos no acercarnos a los niveles que vimos a comienzos de año.
Si eso es así, lo que va a quedar pendiente de corregir y lo que está más en tus manos de forma directa es mejorar la confianza, la cual nos puede tener encasillada la economía por un plazo mucho más largo.
El Perú tenía un PBI potencial en el orden de 5% a 6% hace unos 10 años. Hoy el PBI potencial de Perú está más cerca 2,5% o 3%. Eso es una cifra muy baja para un país con los ingresos que tiene el Perú, y probablemente la única manera de volver a subir ese crecimiento potencial es con más capacidad productiva que viene de la mano con más inversión y mayor confianza.
Confianza empresarial
-¿Qué panorama nos brinda la confianza de la economía en una proyección a 12 meses?
La confianza estuvo muy deprimida. En abril del 2021, la confianza de la economía a tres meses, recogida por el Banco Central de Reserva, entró en terreno negativo, luego de los resultados de la primera vuelta electoral. Desde esa fecha hasta ahora, la confianza en tres meses la hemos tenido en negativo, es decir, no hemos superado la marca neutral que son los 50 puntos, pero sí ha ido mejorando un poco a partir de la salida del gobierno anterior. Sobre todo si uno mira la confianza a 12 meses de la economía, la trayectoria se hace un poco más clara.
En la mayor parte del 2022, la confianza a 12 meses estuvo en negativo, y recién empieza a mejorar a partir al inicio de este año con la entrada del nuevo gobierno. Ahora la mejora es más lenta de lo que uno hubiera querido. Todavía no está en los promedios históricos es decir, sigue relativamente baja comparado a lo que se tenía normalmente.
-¿Cuál era el promedio histórico?
El promedio histórico ha sido 65 puntos y nosotros hoy estamos más cerca de los 55. Ha ido mejorando porque estaba en negativo, o sea, en menos de 50, pero todavía no regresamos a cifras de una diferencia sustancial, que es lo que se espera y que CADE (2023) puede ayudar.
-¿Qué ha llevado al IPE a reducir aún más la proyección del -0,3% del crecimiento de la economía?
Los dos factores que más pesan para hablar del PBI por el lado del gasto es consumo privado, que este año desde el Instituto Peruano de Economía (IPE), la proyección está en un crecimiento de 0,6%. Si consumo privado se desacelera, te jala fuerte para abajo las proyecciones de expansión del PBI.
El otro factor que pesa es la inversión privada, que dependiendo del año te pesa entre 18% y 20% del PBI y eso también ha tenido una corrección a la baja. Hoy la proyección del IPE es una caída de inversión privada de este año interanual en la orden del 7% u 8%.
-¿Por qué cree que el BCR se ha mostrado más cauto en admitir que hay recesión?
Desde mi punto de vista, la recesión es una expresión que no tiene una base uniforme, o sea, no todo el mundo entiende lo mismo cuando se usa la palabra y creo que más bien distrae de lo que ayuda al momento de hacer un diagnóstico acertado. Cuando el ministro (de Economía Alex Contreras) usó la expresión no es que hayamos aprendido nada nuevo sobre consumo, empleo o producción de lo que sabíamos un día antes o después. La data económica siguió exactamente la misma.
Mi percepción es que imprime una discusión que no aporta para hacer un buen diagnóstico ni a tomar medidas oportunas para corregir lo que haga falta. Si uno se pone estricto con el término, uno puede decir que aparte de los dos trimestres desestacionalizados de caída del PBI, las recesiones también se caracterizarían por tener contracciones en nivel de empleo y consumo, y eso no lo hemos visto. El empleo formal está creciendo a tasas entre 3% y 4%. Entonces no ayuda mucho definir si es recesión o no.
- Que el propio ministro lo admita, ¿puede reafirmar al terreno negativo la expectativa de los agentes económicos?
Tiene volatilidad más incertidumbre. Por otro lado también podrías argumentar que esto te fuerza a hablar con más urgencia sobre un tema que es bien importante y que de repente no se le ha prestado suficiente atención. Ahora, la capacidad de respuesta del MEF con esta idea del crédito suplementario no era la mejor manera de atacar el asunto.
Aquí lo que se necesita más bien, y regresando un poco lo de CADE, es tratar de dar algunas medidas concretas; no vas a solucionar todos los problemas económicos del Perú en dos meses ni en tres años, pero sí necesitas transmitir algunas ideas concretas de reactivación económica hacia el empresariado. Hay un gabinete, no solo el MEF, que está comprometido con volver a encender los motores económicos en turismo, minería, agricultura a través de destrabe de proyectos de irrigación.
- ¿Qué proyectos potenciales se pueden aprovechar?
Se tiene Majes, Chavimochic, Chinecas. En minería ojalá puedes avanzar en Tía María, Zafranal, Ampliación de Antamina, Chalcobamba en Las Bambas. Tienes una cartera muy interesante en turismo y tienes que ofrecer una solución a los problemas que hay ahora. Creo que el Gobierno ha avanzado más bien con tratar de mejorar los sistemas de acceso a Machu Picchu, pero se necesita intervenciones más integrales para solucionar los problemas en el acceso a muchas de nuestras principales atracciones, no solamente en Cusco, sino alrededor del país.
Solo por mencionar tres sectores. Tienes agro, minería y turismo, donde podrías tener una política sectorial mucho más exitosa. Además tienes mensajes que podrían desmontar el tipo de políticas que se empujaron durante el gobierno anterior desde el Ministerio de Trabajo que hicieron más complicado la contratación formal.
Se puede avanzar mucho con ideas concretas de reactivación a partir de nuevos proyectos o de reforma. Eso sería mucho más efectivo que los espacios de mayor gasto fiscal.
-En un contexto de recesión y en aras de inyectar liquidez, ¿estaría a favor del otorgamiento de bonos?
En general es difícil decirlo. Si hay alguna necesidad de transferencias focalizadas para la población en riesgo en situación de vulnerabilidad con el fin de mejorar la provisión de alimentos en sistemas de distribución ya establecidos como vaso de leche, comedores populares, eso está muy bien. Para la población más vulnerable, las transferencias focalizadas son importantísimas y eso jamás se tiene que dejar de lado. Ahora, si las transferencias van a ser a todos los servidores públicos, sin mayor distinción de su condición de de vulnerabilidad, ahí no es la misma historia.
- Tal como lo incluyen los créditos suplementarios del MEF
Correcto. Eso es otra historia. La pregunta de fondo de este tipo de iniciativas es cuáles son tus criterios de focalización. Si tienes un Fenómeno de El Niño con un impacto fuerte puedes activar también este tipo de iniciativas, pero inyecciones de liquidez cuando además estás con un gasto fiscal al límite de la regla y ya posiblemente la vas a incumplir, no es la mejor idea.
Además en un contexto en que las calificadoras de riesgo están revisando con atención la la institucionalidad de la deuda peruana. este tipo de iniciativas de transferencias no focalizadas no ayudan.
-¿Cuál sería el mayor riesgo para que las calificadoras cambien la perspectiva hacia un terreno más negativo?
Yo creo que un riesgo grande ahorita es, más allá del frente del Ejecutivo, es el frente de Legislativo, donde hay riesgos de aprobación de normas que te desequilibran mercados de capitales y que eventualmente pueden hacer más difícil para el MEF en retornar a un espacio de deuda fiscal sostenible.
-¿Eso incluye a los proyectos de retiros AFP?
Eso es uno de los temas que preocupan y de hecho lo han mencionado las calificadoras de riesgo al momento de hacer una evaluación sobre la calidad de la deuda peruana. La posibilidad de mayores retiros AFP es parte de lo que se menciona como un criterio de riesgo y desestabilización. En el escenario internacional de responsabilidad y sostenibilidad de la deuda, aquí no juega solamente el MEF, sino el Congreso.
Retiro AFP
- ¿Estaría a favor de un criterio focalizado para un retiro AFP? El ministro se ha mostrado a favor en la comisión de Economía
La extensión de retiro AFP es bastante más acotada si se hace con algún criterio de focalización lógicamente. Lo que se ha hecho antes es (definir) algunos criterios como que (el afiliado) no haya aportado por un cierto número de meses a su cuenta de AFP, lo cual podría significar que la persona está desempleada. Ese sería un criterio de focalización típico. Más allá de eso, no es una buena idea utilizar ahorros previsionales como si fueran la CTS. Con la pandemia, hemos desnaturalizado las funciones de protección social que se habían puesto en décadas.
Estas herramientas de protección social no beneficiaban a la mayoría porque estaban circunscritas principalmente a la planilla, pero lo que tienes ahora es una total desnaturalización de ambas. La CTS prácticamente se ha convertido en parte de tu salario regular.
-¿Se puede afirmar que la pobreza va a aumentar por segundo año consecutivo?
A mí no me gusta hacer proyecciones tajantes porque la verdad es que los economistas nos equivocamos bastante. Las proyecciones tajantes nunca son buena idea, pero sí es cierto que con tasas de crecimiento, como las de hoy en día, es complicado pensar que vas a tener una reducción de la pobreza durante el 2023.
La moderación en el incremento del precio de los alimentos debería ayudar este año. En 2022, el crecimiento de la canasta alimentaria jugó mucho en contra. Este año también hemos tenido un aumento, pero ha sido menor sobre todo en la última mitad del año. La inflación te puede ayudar, pero no lo suficiente; lo más importante es el ingreso por trabajo, indicador indispensable para evaluar pobreza.
La mayoría de analistas, que han estado revisando apuntan efectivamente a un incremento (de la pobreza) durante el 2023. Con tasas de crecimiento de 0% no debería sorprender a nadie.
- Me parece que hay una disyuntiva en la política monetaria y económica. Por un lado existe la preocupación del BCR por reducir la inflación, pero por otro, se necesita salir de la recesión, la cual es tarea del MEF. ¿Cómo encontrar ese equilibrio o qué debería priorizarse?
Al final es lo mismo. Si tú no tienes una política monetaria creíble en donde sabes que hay un compromiso del Banco Central para regresar al rango meta, a la larga lo que termina pasando es que tampoco tienes fuerza macro para seguir creciendo.
A mediano plazo son dos caras la misma moneda. Necesitas que haya un compromiso del Banco Central en volver al rango meta para que pueda seguir creciendo. Es decir, si tú priorizas crecimiento de corto plazo e ignoras inflación, a la larga terminas teniendo más inflación y menos crecimiento.
Yo entiendo que en el corto plazo puede haber como una disyuntiva, pero lo peor que puede pasar para cualquier economía es que por priorizar este crecimiento de corto plazo, ignores la parte inflacionaria. Al final te quedas sin soga y sin cabra.