El pasado 30 de octubre, el Banco de Crédito del Perú (BCP) publicó su Reporte Macroeconómico y de Mercados, en el cual analiza las situaciones económicas que atraviesan los distintos países de la región y los continentes. Sin embargo, este reporte causa un interés particular: cuenta con diversos estudios internacionales que proyectan que el fenómeno El Niño cesará recién en otoño del 2024. Esto tendría lógicas repercusiones en los distintos sectores productivos del Perú, que este año ya han visto la reducción de sus ingresos debido a los factores climáticos.
Todo el aparato productivo espera el cese del fenómeno El Niño, pues este genera prolongadas sequías en el sur del país, afectando así a la producción agrícola y disminuyendo el nivel de superficie del lago Titicaca, que sostiene al campesinado, familias e industrias; al igual que genera intensas precipitaciones en el norte, dañando carreteras y aislando a las comunidades, agravando el cultivo y arruinando las cosechas.
La insistencia ciudadana con el Ejecutivo por efectuar obras de prevención ante fenómenos climáticos es lógica; a esto se suma el BCP, cuyos analistas advierten que, si bien esperan que el producto bruto interno (PBI) crezca cerca de 2% el 2024, un evento de magnitud mayor a lo esperado o una prolongación de El Niño podría afectar tales cálculos.
¿El Niño será fuerte o moderado?
La Comisión Multisectorial Encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN) ha ido variando en sus proyecciones, siendo la última la más desalentadora. La entidad meteorológica pasó de suponer que la magnitud será “débil”, como anunció en marzo, a concluir en que será “fuerte”, punto que sostiene desde mediados de agosto. En ese sentido, hoy se evalúan dos magnitudes diferentes: se cree en que la probabilidad de un evento de magnitud “fuerte” llega al 49%, mientras que la chance de tener una magnitud “moderada” asciende al 49%.
El ENFEN aclaró lo temido: se prevé que las condiciones cálidas fuertes se mantengan hasta fines de febrero. Así, El Niño costero seguirá hasta otoño. Asimismo, su artículo señala que en el verano del año 2024 se esperan “lluvias por encima de lo normal en la costa y la sierra norte, incluso lluvias intensas; mientras que en la sierra, en la región andina y particularmente en el sur de la misma, habrá largas y fuertes sequías”.
Casi al 100%
La Oficina Australiana de Meteorología, cuya función es monitorear el desarrollo de El Niño, informó a través de un estudio publicado en octubre que “los modelos aún indican que es probable que El Niño en el Pacífico central y oriental se mantenga hasta principios de otoño de 2024 en el hemisferio sur”. Por su parte, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA), encargada de registrar los cambios y proyecciones de El Niño global, lanzó un estudio realizado a inicios de octubre, indicando que la probabilidad de que el El Niño global dure hasta otoño del 2024 es casi del 100%, con un 42% de probabilidades de que sea de magnitud “fuerte”.
Diferencias entre El Niño global y costero
Según el informe, un país considera que atraviesa El Niño costero cuando la temperatura superficial del mar (TSM) sobrepasa el umbral en la región 1+2 del océano Pacífico (Pacífico Oriental). Del mismo modo, se considera que atraviesa El Niño global cuando existe un calentamiento sostenido de la región 3.4 del Pacífico (Pacífico Central).