La gestión del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, decidió no renovar el contrato a 500 trabajadores que venían prestando servicios de forma indeterminada en el municipio. Los empleados denunciaron las circunstancias en que su centro de labores, al mando del líder de Renovación Popular, decidió no dejarles volver a ingresar a sus puestos.
Ese fue el caso de Patricia Tragodara, viuda del recordado comediante Alejandro ‘Gordo’ Casaretto, quien venía laborando 5 años y 8 meses en la Municipalidad de Lima. Pero recientemente no le renovaron el contrato sin darle una explicación.
En entrevista con ATV Noticias, explicó el trato que recibió de sus superiores en la comuna limeña, a pesar de que debe sostener económicamente a su hija de tan solo 9 años.
“Yo tengo trabajando aquí 5 años 8 meses de los cuales he demostrado responsabilidad en mi trabajo. (...) No dan explicación alguna, no dicen nada. Están ingresando personas nuevas como terceros”, señaló.
Otro caso grave es el de Victoria Timaná, trabajadora de limpieza de un complejo deportivo de la Municipalidad de Lima, ubicado en la zona norte de Lima.
Denunció que le impidieron ingresar a su centro de trabajo, donde guardaba sus cosas, luego de que dieron la orden de que ella ya no laboraba ahí porque no le renovaron el contrato.
Ella venía laborando en el municipio desde 2016, bajo un contrato de régimen CAS indeterminado, que le permitía acceder a un sueldo de S/1.040, de los que S/500 estaban destinados al pago del alquiler de su cuarto.
“¿De dónde voy a sacar caballero para pagar el alquiler, para darle estudios a mi hijo?, si no tengo a nadie acá. Me da impotencia este alcalde. Dice cero todo, cero hambre, cero ambulantes, ¿cómo quiere que no haya hambre?”, opinó.
También señaló que en el municipio venían pidiéndole que firme un contrato de solo un mes.
El abogado laboralista César Puntriano explicó que no hay razones para despedir a un empleado contratado bajo el régimen CAS, excepto en algunos casos.
“A un trabajador CAS indeterminado, salvo que exista alguna causa relacionado con su conducta o con su capacidad, no se le puede cesar de un día para otro”, aclaró.
Otro empleado que denunció despido arbitrario es Jesús Huayhua, quien venía laborando en el área de seguridad ciudadana, de la Municipalidad de Lima. Se desempeñaba como sereno motorizado.
A pesar de que los delitos comunes, como robos y asaltos, se han incrementado en el centro de Lima, el municipio decidió no renovarle el contrato. Lo mismo hicieron con sus compañeros que se dedican a cumplir la misma función.
“Solamente hasta el día de hoy trabajamos. Ya no podemos ingresar a nuestro trabajo ya a partir de hoy día”, contó.
Declaró que optó por dejar sin puestos de trabajo a 500 personas porque, de lo contrario, no tendrían dinero para invertir en otras actividades.
“Mire el dilema pues señor. ¿Usted quiere que la Municipalidad de Lima tenga 7.500 personas que tienen CAS o tienen recibo por honorarios y me quede con cero en caja?, ¿o se hacen los programas que estamos viendo acá?”, respondió ante los medios de comunicación cuando le consultaron acerca de lo denunciado por los trabajadores del municipio.