El fundador y líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón, fue citado por el Poder Judicial para una audiencia virtual de justificación de actividades como parte de una investigación sobre el presunto financiamiento ilegal de su partido durante las campañas electorales, según una resolución difundida este sábado por RPP.
El juez Leodán Cristóbal Ayala convocó al político para el martes 31 de octubre, pese a que se encuentra prófugo desde inicios de octubre, cuando fue condenado a tres años y medio de prisión por un tribunal superior de apelaciones de Junín, donde fue gobernador (2011-2014).
Cerrón deberá explicar sus actividades comprendidas de septiembre y octubre como parte del control de las reglas de conducta, de lo contrario podría eventualmente revocarse el mandato de comparecencia con restricciones que pesa en su contra y enfrentar otra prisión preventiva por este caso, previo requerimiento del Ministerio Público.
El magistrado también envió un oficio a la Oficina de Registro y Control Biométrico de la Gerencia de Servicios Judiciales para que remita un reporte mensual del control biométrico actualizado del líder de Perú Libre, una medida adoptada en atención al pedido realizado por el despacho del fiscal contra el Lavado de Activos, Richard Rojas.
El magistrado precisó que “debido a la alta rotación del personal jurisdiccional en esta Corte Superior y la elevada carga procesal que se tramita en este Juzgado Nacional, no se realizó la audiencia de justificación de actividades correspondiente al mes de setiembre último, por lo que corresponde realizar dicha actividad de control de reglas de conducta en forma acumulada en el presente mes [octubre]”.
Además de liderar a Perú Libre, Cerrón fue gobernador de Junín cuando se produjo el ilícito que originó la investigación del caso, conocido como ‘Aeródromo Wanka’, que en febrero pasado llevó a una condena en primera instancia que solo se cumpliría si era ratificada por un tribunal superior.
Según la tesis fiscal, Cerrón y el representante legal del consorcio Gran Aeródromo Wanka, Luis García, suscribieron un contrato para la construcción de la terminal aérea en Junín, sin considerar el pronunciamiento de la Dirección General de Política de Inversiones del Ministerio de Economía y Finanzas.
Los implicados concertaron para proceder a la admisión, evaluación, adjudicación y firma del contrato para la construcción del aeródromo regional. Por ese motivo, en febrero pasado el Sexto Juzgado Penal Unipersonal Supraprovincial Especializado en Corrupción de la Corte Superior de Junín condenó a Cerrón por colusión junto a otras seis personas.
El líder político ya fue condenado en agosto de 2019 por un tribunal de Junín a cuatro años de prisión suspendida (sin ingresar en la cárcel) por el delito de negociación incompatible en agravio del Estado peruano, una sentencia que le impidió ser candidato en las últimas elecciones presidenciales que ganó Pedro Castillo (2021-2022).
En julio del año pasado, el Poder Judicial dictó contra Cerrón varias medidas restrictivas en el marco de otra investigación en su contra por presunta afiliación a organización terrorista por su supuesto vínculo con los remanentes de Sendero Luminoso que se mantienen activos en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), que comprende una amplia zona selvática en el centro y sur de Perú.
Además, en agosto del 2021, Cerrón fue imputado por la Fiscalía, junto con el actual congresista y entonces primer ministro Guido Bellido, además de otras 15 personas, por una investigación por presunto lavado de dinero en la financiación de Perú Libre.
El Ministerio del Interior ofrece 100.000 soles de recompensa a quien brinde información que permita su detención y la Interpol activó una notificación azul para localizarlo en 194 países. De acuerdo con su registro migratorio, el político no ha salido del Perú hasta el momento. La última vez que abandonó el país fue entre el 4 y 9 de junio de 2019, cuando voló a Venezuela.
La exprocuradora anticorrupción Yeni Vilcatoma deslizó que se habría desplazado a Junín, la región que gobernó “y que está muy cerca” del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), la mayor cuenca cocalera del país, una zona donde delinque el último reducto de Sendero Luminoso.