Tres catedráticos de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP) de Iquitos (Loreto) se ‘crucificaron’ este viernes durante una protesta que se ha agudizado después de 32 días y por la que demandan, entre otros, la homologación de sus sueldos y mayor presupuesto para investigaciones académicas.
Luis Campos Baca, integrante del Sindicato Único de Docentes de la UNAP, dijo a RPP que la medida se ha radicalizado ante la desatención de sus solicitudes. “Realmente, es un nivel extremo porque hay desesperación, no solamente por incumplimiento de la homologación de los sueldos, que viene de hace años, sino por otros motivos”, señaló a la emisora.
“Necesitamos ampliar los temas de innovación e investigación y para eso se requiere recursos para infraestructura y laboratorio. Pero si te dan una miseria para eso, tú no puedes hacer investigación. Esperamos que con esto el Gobierno ayude en algo o dé una respuesta positiva o un avance para resolver este problema”, continuó.
La institución, por ejemplo, alberga el Centro de Investigación de Lenguas Indígenas de la Amazonía Peruana (Ciliap), el Centro de Investigaciones de Recursos Naturales (Cirna - UNAP) y un área de Gestión de la Investigación (DGI).
La muestra simbólica de rechazo ocurre un día después de que otro grupo de profesores se desangrara y enterrara en el frontis de esta casa de estudios, de donde egresó el legislador Hitler Saavedra (Somos Perú), expresidente de la Comisión de Salud del Parlamento.
Los catedráticos permanecieron bajo la arena por cerca de tres horas, pese a las altas temperaturas. Mientras tanto, las clases se mantienen suspendidas —aunque la reanudación fue programada para el pasado 16 de octubre— y hay al menos 14 facultades afectadas.
“Estamos a un mes de huelga y el Gobierno no da solución a nuestras plataformas de lucha. La huelga se está acatando a nivel nacional, con la participación de las 52 universidades públicas registradas en la federación. Cada vez más se radicaliza hasta que el Gobierno haga oído a nuestros reclamos”, dijo en la víspera a Canal N el secretario general del sindicato, Romel Quintanieves.
“No está bien que se recorte el presupuesto. Por ejemplo, a esta universidad se les recortó ocho millones de soles. Venimos luchando más de 30 años por nuestra homologación, también por la mejora de otros beneficios sociales contemplados en la ley, como la CTS, el luto y sepelio”, agregó.
El último miércoles, la Asamblea Universitaria de la UNAP remitió un mensaje a la presidenta Dina Boluarte, al Congreso y a los portafolios de Economía y Educación, presididos por los ministros Álex Contreras y Miriam Ponce, respectivamente.
En el pronunciamiento, remarcan que la “situación económica de los docentes es crítica para afrontar exigencias como capacitación constante y la obtención de grados académicos, que amerita invertir recursos académicos del sueldo familiar con sueldos irrisorios”.
“La huelga nacional indefinida viene poniendo en riesgo la salud física y psicológica de los catedráticos, llegando a implementar medidas de lucha extremas, que comprometen su integridad, además del costo social de pérdida de clases para los estudiantes”, se lee en el texto.
De igual modo, la representación ratificó las demandas y requirió al Parlamento que el “dictamen de la Ley de Presupuesto considere un incremento de recursos para la Universidad Pública y la docencia universitaria”, además de que garantice la “autonomía universitaria”.
A mediados de 2022, el Parlamento aprobó por insistencia una polémica ley que devuelve la autonomía a las universidades frente a la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), entidad que impulsó la reforma universitaria en el país desde 2015.
Con la aprobación de la ley, la Sunedu quedó desposeída de autoridad y funciones para continuar la reforma universitaria, cuyo objetivo es dar licencias a las casas de estudio públicas y privadas que cumplan unos estándares mínimos de calidad.