Desde la caída del aparato productivo nacional a causa de la pandemia del Covid 19, la reactivación económica ha sido una de las obligaciones más importantes para los funcionarios: si el Gobierno no toma acciones que brinden las condiciones necesarias para que los trabajadores realicen sus actividades, las consecuencias serán —como lo están siendo ahora— nefastas. Los resultados de tal desastre empiezan a tomar protagonismo en Villa El Salvador, pues los empresarios del Parque Industrial han visto sus ganancias reducidas, y las preocupaciones, lejos de ser exclusivamente profesionales, también se dirigen a la inseguridad, cobro de cupos y extorsión.
Como siempre, el principal afectado es el trabajador. Algunos empresarios han recortado su planilla incluso en más del 50 % para poder destinar el presupuesto a cuestiones básicas como el pago del local de trabajo. Según un reportaje realizado por Latina Noticias, quienes peor la pasan a nivel negocio son los microempresarios. A la fecha y desde las complicaciones de la pandemia, 400 de las más de 2.500 microempresas de la zona han quebrado. Es decir, cerca del 16 % de los emprendimientos propios no logran estabilizarse y aquellos que lo consiguen no son capaces de mantenerlo en el tiempo.
Carlos Acevedo, presidente de la Central de Asociaciones y Empresarios de la Micro y Pequeña Empresa del Parque Industrial de Villa El Salvador (Apemives), declaró: “El 30 % ha pasado a la informalidad, principalmente, porque no puede pagarle a los bancos. Cuando pasa eso y el banco te embarga, te quita tus cosas, ya te sentencia a la informalidad. Es estar en colapso de la quiebra. No puedes pagar ni hacer empresa”.
¿Cómo se explica esto desde la recesión?
El Perú se encuentra en recesión técnica desde junio, pese a que el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Alex Contreras, se dignase a reconocerlo este octubre. El PBI (producto bruto interno) se lleva contrayendo durante los tres primeros trimestres del año y los analistas advierten que la situación recién se revertirá en el próximo año. Las empresas con menor capacidad de gasto, por lo general negocios familiares, se han visto obligadas a reducir sus costos, pues el precio de los materiales necesarios para efectuar sus operaciones ha subido a la par que sus cuentas presentan menor ganancia.
Inseguridad ciudadana aumenta
Según los registros de Apemives, más de 100 microempresarios han denunciado haber sido víctimas de diferentes tácticas de extorsión. Esta inseguridad genera una inestabilidad social que afecta a los negocios de varias formas. Después de las afectaciones directas como el cobro de cupos y demás tácticas de intimidación, la clientela, que ya de por sí cuenta con menor capacidad adquisitiva por la recesión y la lenta recuperación de la inflación, teme asistir a los locales por temor a ser víctimas de robo.
Según una serie de encuestas presenciales y virtuales realizada por RPP, más de la mitad de su público consultado indicó que ellos o familiares cercanos sufrieron un robo en Villa El Salvador este año. Ante estas situaciones y la cercanía con la campaña navideña, los microempresarios pedirán que el Parque Industrial sea declarado en emergencia económica a medida que se generen ayudas que les permitan aprovechar el fin de temporada.