La presidenta de la República, Dina Boluarte, solicitó ayer al Congreso que le otorgue permiso para ausentarse del país del 1 al 4 de noviembre próximo. La razón de este pedido se debe que busca viajar a Estados Unidos para participar de la I Cumbre de de los líderes de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP) que se llevará a cabo el 3 de noviembre.
“Considerando que, por mandato constitucional, corresponde a la Presidenta de la República dirigir la política exterior y las relaciones internacionales del país, y en atención a la importancia y relevancia para el Perú de las actividades previstas durante estas visitas, estimamos que el Perú debe estar representado al más alto nivel”, se lee en el documento ingresado a la Mesa de Partes del Legislativo.
Además, se recuerda que el Perú es miembro de este bloque fundado por el mandatario norteamericano Joe Biden en junio del año pasado. Aparte de nuestra nación también Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, México, Panamá y Paraguay son miembros.
Seguidamente, el Despacho Presidencial detalló la agenda de actividades que Boluarte Zegarra sostendrá en el Estado de Washington D.C., donde se desarrollará la cumbre de la APEP.
El 2 de noviembre, la jefa de Estado participará en el segmento inaugural del “Foro de Inversión Responsable APEP-BID”, organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo. Allí, Boluarte explicaría los objetivos que tiene el Perú dentro de la APEP enfocándose en los beneficios de este mecanismo para el fomento de la integración económica regional y la financiación del desarrollo.
Ese mismo día, Boluarte asistiría junto a sus homólogos a una recepción en el Congreso estadounidense. La mandataria aprovecharía esa ocasión para reunirse con algunos parlamentarios. Luego, pasaría a trasladarse a la Cámara de Comercio, donde empresarios del sector privado la esperan para discutir la viabilización de algunos proyectos e inversiones en nuestro país. Precisaron que toda estas citas de trabajo son organizadas por el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Boluarte cerraría su apretada agenda con su presencia en una cena de bienvenida a líderes APEP, en el Estado de Maryland, contiguo a Washington D.C., organizada por Atlantic Council, importante think tank estadounidense en el campo de los asuntos internacionales. Este evento contará con la presencia de Chris Dodd, quien es asesor de Biden para las Américas.
Finalmente, el 3 de noviembre se informa que la jefa de Estado tendrá su participación en la cumbre de la APEP. Durante la realización del foro es que trataría de buscar reuniones bilaterales con sus homólogos de la región. Lo que sí informan es que la Embajada peruana en Estados Unidos ha confirmado de la realización de un encuentro de Boluarte con Biden, quien es el anfitrión.
Hay que recordar que la Cancillería fue duramente criticada en setiembre pasado por informar de manera errónea que Biden tuvo una cita de trabajo con Boluarte, durante la 78º Asamblea General de las Naciones Unidas que se llevó a cabo en el Estado de Nueva York, cuando solo se tomaron una fotografía protocolar.
En las últimas horas se ha conocido que habrá una sesión semipresencial del Pleno este lunes 30 de octubre a las 16:00 horas para debatir la solicitud de Boluarte para viajar a tierras norteamericanas.
Viaje criticado
Si bien los viajes al extranjero sirven a los presidentes para elevar su aprobación por las importantes reuniones que sostendrán, en el caso de Boluarte no resulta así. Por el contrario, la actual jefa de Estado ha sido duramente cuestionada.
Recientemente, Boluarte recibió una ola de críticas por irse a un tour a Alemania, Italia y Ciudad del Vaticano ―cuyo presupuesto costó más de un millón de soles por la numerosa comitiva que la acompañó― por tres días. Y lo hizo cuando habían peruanos que exigían la ayuda de su gestión para salir de Israel debido a los bombardeos que comenzaron por parte del grupo terrorista Hamás.
Entre las actividades que la jefa de Estado tuvo por Europa solo se destacó su audiencia con el Papa Francisco, quien accedió a recibirla tras meses de resistencia por la crisis política y social que se desató en diciembre del 2022 y enero de este año que dejó más de 60 muertos.