La delincuencia no cesa en San Juan de Lurigancho. El estado de emergencia, que fue declarado el pasado 19 de septiembre, no ha mitigado la ola de violencia que viven los ciudadanos del distrito más poblado del Perú.
Al promediar las 2 de la madrugada de este jueves 26 de octubre, se registró un nuevo caso de extorsión. Criminales lanzaron una granada de guerra al frontis de una vivienda en que operaba una taller de confección de peluches.
La explosión destruyó el portón de la casa, reventó los vidrios de las ventanas, derrumbó el techo de calamina, provocó que el local ardiera en llamas y despertó a todos los vecinos en la ampliación 12 A en Huáscar.
Los pobladores salieron de sus moradas para ayudar a los dueños a mitigar el fuego. “Nos hemos levantado y ya estaba cubierto de humo todo. Se estaba incendiando y nuestro pensamiento ha sido apagar”, comentó uno de los propietarios de la casa a Exitosa Noticias.
Uno de los familiares de las víctimas confirmó que se trataría de un caso de cobro de cupos. “Vienen bastante tiempo extorsionando. Les piden dinero, les envían volantes con números de Whatsapp para que se comuniquen y lleguen a un acuerdo para que pague cupo. Supongo que no ha cumplido lo que piden”, reveló al mismo medio.
“Tengo entendido que a la espalda (del taller) también le han disparado a la puerta a un vecino, que atiende una bodega. A todos los que tienen estos negocios, ya sean chiquitos o grandes, son extorsionados. Hay muchos que se han ido, ya no están acá, por temor”, agregó.
Según Exitosa, la dueña del taller ya había denunciado las constantes amenazas que recibía a la Policía Nacional del Perú, sin embargo, no realizaron acción alguna para evitar que atenten contra su familia.
La onda expansiva de la explosión también perjudicó las viviendas contiguas, en donde rompió y quebró lunas, resquebrajó paredes y descentró las puertas. Pese a que nadie resultó herido, los ciudadanos de la zona de Huáscar viven con temor por los constantes atentados que ocurren pese al estado de emergencia.
Explosiones y asesinatos en estado de emergencia
Desde que se instaló el estado de emergencia en San Juan de Lurigancho, San Martín de Porres, en un principio, y luego en Lince y Cercado de Lima, se han registrado más de 20 asesinatos relacionados a ajuste de cuentas, extorsión, cobro de cupos o gota a gota. Asimismo, una decena de explosivos han detonado en los distritos donde ahora rige esta medida.
Esto ha provocado que varios empresarios y emprendedores decidan cerrar sus negocios. “La delincuencia nos ha golpeado más fuerte estos últimos meses, a comparación de años anteriores. Las bodegas son las principales afectadas con este tipo de actividades delincuenciales. Muchos socios han tenido que cerrar sus negocios porque ya no podían más con este tipo de acciones, cada vez más frecuente”, dijo el presidente de la Asociación de Bodegueros del Perú, Andrés Choy, a Infobae Perú.
“Ahora no te dejan una bala como antes, sino que hacen explotar una granada. Varios socios no solo han cerrado sus negocios, sino que han tenido que irse a otro lado para salvaguardar su vida y la de su familia. Que quede claro algo, la amenaza no es al local o al negocio, la amenaza es a la familia y las bodegas suelen ser negocios familiares. Eso genera mucho temor”, continuó.
De acuerdo a las declaraciones de Choy, el 60% de sus asociados ha sido víctima de extorsiones y 20% de cobro de cupos. Además, aseguró que estos crímenes aumentaron desde la pandemia de la COVID-19 y con métodos de coacción mucho más avezados.