El reloj que marca incesantemente el tiempo, con precisión, en la ciudad de Lima, tiene una historia que se extiende por 100 años. Este objeto ―cuyo origen se remonta al 10 de julio de 1923― forma parte del paisaje del Parque Universitario y es conocido popularmente como la Torre Reloj.
Este monumento histórico no solo se erige como un símbolo de la medición del tiempo, sino también como un testimonio de la relación entre Alemania y Perú. Fue un regalo de la colonia alemana en honor al centenario de la independencia del país sudamericano en 1921, bajo la administración del presidente Augusto B. Leguía.
La construcción de la torre comenzó el 30 de julio de 1921 con la colocación de la primera piedra, y no se completó hasta dos años después. La ceremonia de inauguración contó con la presencia del embajador alemán, el barón Alexander von Humboldt; así como del alcalde de Lima, Pedro Mujica, entre otros invitados de renombre.
¿Dónde se iba a colocar la Torre Reloj?
El arquitecto detrás de esta estructura fue Friedrich Jordan Barkholtz, un alemán que tenía lazos profundos con Perú. En sus primeros planes, la estructura estaba destinada a adornar la plazuela del Parque de la Exposición, antes de que su ubicación final se estableciera frente a la antigua sede de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
¿Cómo es el sistema del reloj?
La torre del reloj es mucho más que un simple medidor de tiempo; es una pieza de ingeniería que tiene un trasfondo histórico y artístico. Diseñada por los ingenieros Dunkelberg y Pellny, su sistema es una gigantesca caja musical que, a lo largo de los años, continúa tocando las notas del himno nacional peruano.
Con una altura de 29 metros, la torre viste el paisaje urbano de Lima. Su construcción, realizada con hormigón armado, está adornada con una elegante combinación de ocre y blanco, en un estilo neoclásico historicista. La torre se compone de cuatro cuerpos de distintos tamaños, separados por cornisas, y culmina con una cúpula coronada por una linterna.
En el cuerpo superior de la torre se encuentra el sistema musical, una característica única que la distingue. El segundo cuerpo alberga un reloj de generosas dimensiones, con un diámetro de dos metros, y en su base se encuentran dos placas conmemorativas, una en alemán y la otra en español.
La torre presenta detalles artísticos en cada uno de sus cuerpos. El primer cuerpo se destaca por su acabado de almohadillado, mientras que las entradas opuestas que miran al norte y al sur están decoradas con relieves notables. Al sur, encontramos una representación de un soldado alemán, y al norte, un rostro con alas y un reloj de arena.
A los lados este y oeste, dos placas conmemorativas. La placa oriental rinde homenaje a la colonia alemana en el centenario de la Independencia de Perú, mostrando también una representación del buque Huáscar y los escudos de Alemania y Perú. En la placa occidental, encontramos una inscripción en alemán junto a su escudo.
El tercer cuerpo, de mayor longitud, alberga el reloj que da nombre a la torre, mientras que el cuarto cuerpo presenta una simetría exterior y ventanas con columnas y balaustrada. En su interior, alberga la maquinaria que mantiene en funcionamiento el reloj y un sofisticado sistema de caja.
Cada día, a las ocho de la mañana, al mediodía, seis de la tarde y a la medianoche, las campanadas del reloj de la torre resuenan, interpretando la primera estrofa del Himno Nacional del Perú, un recordatorio constante de la historia que envuelve a esta estructura emblemática.
En el año 2001, durante la alcaldía de Alberto Andrade, se llevó a cabo una restauración del reloj, llevada a cabo por Gunther Hippauf, gerente técnico de la planta Faber Castell Peruana S.A. Hoy en día, la torre reluce con una nueva vida y, por las noches, se ilumina con faroles LED de bajo consumo, que no comprometen la estructura y continúan contando su historia en la ‘Ciudad de los Reyes’.
¿Por qué se le conoce como Parque Universitario?
El Parque Universitario, ubicado en el centro de Lima, toma su nombre de su histórica vecindad con la sede de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, considerada la más antigua de América. Este icónico edificio, apodado la “Casona”, una vez albergó el Virreinal Convictorio de San Carlos hasta finales del siglo XIX, antes de convertirse en un centro cultural.
En la década de 1870, la Decana de América se estableció en este edificio, dejando su sede virreinal para que la Cámara de Diputados (actual Congreso de la República) la ocupara de forma permanente. No fue hasta 1966 que San Marcos se mudó de su histórica sede debido a los daños causados por un terremoto ese año, trasladándose a su campus en la Ciudad Universitaria.
Esta mudanza marcó el inicio de una larga serie de manifestaciones y revueltas estudiantiles en el Parque Universitario a lo largo del siglo XX.
La construcción del parque se llevó a cabo a principios de la década de 1920 bajo la dirección del arquitecto Enrique Bianchi. El proyecto recibió la aprobación del Ministerio de Fomento en 1919 a través de una Resolución Suprema. Sin embargo, en las décadas de 1980 y 1990, después de años de abandono, el Parque Universitario experimentó una renovación importante. Se añadieron dos piletas ornamentales y se construyó un cerco perimetral para realzar su belleza y funcionalidad.
Dentro de este parque, se pueden encontrar varios monumentos que honran a sanmarquinos importantes en nuestra historia. Además, destaca la imponente Torre Alemana, un reloj monumental obsequiado a la ciudad por la colonia alemana en 1921, con motivo del centenario de la Independencia del Perú. Justo al lado de la Casona de San Marcos, se encuentra el Panteón de los Próceres, que añade un toque de solemnidad histórica a este emblemático espacio de la ciudad.
¿Por qué ya no se canta la primera estrofa del Himno Nacional?
En 2009, durante el segundo mandato de Alan García, el ministro de Defensa, Rafael Rey, sugirió modificar la entonación del sexto párrafo en lugar del primero en las ceremonias militares. Este párrafo comienza con las palabras “En sus cimas, los Andes sostengan...”. Al año siguiente, el Ministerio de Educación (Minedu) emitió la Resolución 0244-2010-ED al respecto.
El artículo 13 y tercer párrafo del artículo 14 de la Constitución Política del Perú, y los artículos 2 y 6 de la Ley Nº 28044, Ley General de Educación, corresponde adoptar decisiones administrativas que permitan a los estudiantes adquirir y/o reafirmar nuestros valores patrios. (…) se ha considerado formar al alumnado nacional a través del conocimiento y ejecución del Coro y la Sexta Estrofa del Himno Nacional del Perú, estrofa que infunde el orgullo patriótico que toda Nación necesita para lograr una verdadera cohesión social, cumpliendo el Estado Peruano, con su deber de promoción de la integración social consignado (…)
No es la primera ocasión en que el Congreso ha solicitado una modificación en el Himno Nacional. En 2004, un grupo de 35 congresistas presentó una demanda de inconstitucionalidad con la propuesta de incluir la primera estrofa escrita por José de la Torre Ugarte en lugar de la estrofa anónima. También se planteó la omisión de la quinta estrofa.
El Congreso experimentó previamente su interés en modificar el Himno Nacional en más de una ocasión. Un grupo de 35 congresistas presentó una solicitud de inconstitucionalidad con la propuesta de reemplazar la estrofa anónima por la primera escrita por José de la Torre Ugarte. Además, se planteó la posibilidad de eliminar la quinta estrofa.