El fallecimiento de dos ciclistas en un accidente de tránsito en la Panamericana Sur ha conmocionado a la ciudadanía y ha generado indignación en este sector de la población. Al respecto, el Observatorio Nacional de Seguridad Vial evidenció esta alarmante realidad: en los últimos cinco años, 230 ciclistas han muerto en el Perú.
En una entrevista para TV Perú, Carlota Pereyra Rey, presidenta de la Asociación de Ciclistas del Perú, precisó que “esas son las estadísticas registradas, pero posiblemente sean mucho más”.
“Cuando nació el Observatorio Nacional de Seguridad Vial se comenzó a trabajar bien en el tema de los cambios y estrategias. Se generó una matriz que permitía sacar las estadísticas reales. Antes de la Ley 30936, no existían ciclista dentro del Reglamento Nacional de Tránsito, en el glosario no existía. Entonces, cuando había un accidente, sencillamente nos ponían como peatón o no se registraba”, afirmó.
La vocera indicó, a su vez, que manejar una bicicleta en nuestro país es una actividad de mucho riesgo. Además, detalló que esto se debe a dos factores: falta de cultura vial y falta de infraestructura.
“Viene desde la infancia, en realidad. En las escuelas, así como se han implementado cuatro cursos más, debería implementarse también educación vial porque se trata de la vida de las personas. Cuando vamos en bici, somos vulnerables, así que urge desde las escuelas educación vial: reformar la educación y respetar la vida, que es lo más importante, según nuestra carta magna”, precisó.
Lima está diseñada para autos
“Lima es una ciudad muy peligrosa, podríamos decir que —en tema de tránsito— es la más peligrosa del mundo por la falta de cultura vial y falta de respeto a la vida”, consideró la vocera del colectivo de ciclistas. De acuerdo a sus experiencias, “Lima no está preparada para las ciclovías y tampoco está preparada para las personas. Parece más una ciudad diseñada para autos”, añadió.
Pereyra criticó que, actualmente, vivimos “bajo el dominio del vehículo automotor”, por lo que hizo un llamado para revertir este panorama desalentador para los usuarios del principal método de transporte sostenible en el país. Pese a ello, destacó que hay algunas vías que están muy bien diseñadas, aunque son muy pocas.
“Debe tener un ancho mínimo de 150 cm si es de una sola sección y si es dos, 240 cm. Tenemos estándares correctos. La norma CE 030, del Ministerio de Vivienda, era la más antigua y es una que no está completa, pero daba las pautas básicas. Después tenemos el manual de ciclovías de Lima y la guía del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, pero el problema es que no se cumplen”, denunció.
Uso incorrecto de las ciclovías
Pereyra lamentó que los pocos caminos que hay no sean usados de forma correcta y por las unidades de transporte que sí les corresponde. “En realidad, las ciclovías estaban diseñadas inicialmente solo para las bicicletas. Llegan al Perú algunas bicicletas eléctricas y, entonces, se adaptan a las bicicletas SPA, que son con sistema de pedaleo asistido. Estas son las que, mientras tú pedaleas, puedes agregarle el motor y te va a ayudar, pero no sobrepasan los 25km/h”, aclaró.
“Tenemos otros vehículos, que son bicimotos, y que, incluso, no tienen SOAT, no tienen placa —pese a que legalmente les toca—, pero sencillamente se mofan en la norma, el MTC lo ha sacado, lo sigue difundiendo, pero no pasa nada. Quienes deben poner la multa son los policías de tránsito, pero no ponen multas, no hay suficientes personas. Entonces, no se penaliza a quien comete una falta o comente un delito. Eso no solamente nos agobia, sino que a veces termina con nuestras vidas”, concluyó.