La deserción escolar es una de las principales problemáticas en el Perú, la cual empeoró durante la pandemia de la COVID-19 y hasta la actualidad no ha podido recuperar el nivel escolar de los menores. Este panorama solo sirvió para agrandar la brecha que existe en el territorio nacional y evidenciar las falencias al interior del sistema educativo.
Frente a ello, el Ministerio de Educación ha arrojado luces a esta situación a fin de intentar revertir la desalentadora realidad en nuestro país; sin embargo, una reciente información de dicha cartera y del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) volvió a plantear la importancia de disminuir el índice de ausencia escolar y asegurar la educación de niños, niñas y adolescentes.
Según estas entidades, de momento, son 360.962 los estudiantes de entre 4 y 18 años de todo el Perú que no reciben ningún tipo de educación.
Abandono escolar en el Perú
El Minedu expuso, en 2021, que la tasa de deserción escolar en el Perú llegó al 6,3%. Además, una encuesta del Instituto Nacional de Estadística e Informática, en ese mismo año, dejó entrever que 22 de cada 100 jóvenes entre 17 y 18 años no habían finalizado su educación secundaria.
Según la organización internacional CARE, esto significa que “existe un gran porcentaje de la población que carece de las habilidades necesarias para tener competitividad en el mercado laboral y contribuir a la productividad del país”.
Brechas en acceso a la educación
Un mayor porcentaje de esta situación afecta a los menores de las zonas rurales, quienes deben trabajar frente a los problemas económicos que atraviesan, lo que les deja menos tiempo para la escuela. Esta realidad es evidenciada por el Instituto Peruano de Economía (IPE), puesto que la fuerza de trabajo de personas entre 14 y 18 años en estos puntos creció en 485 mil a principios del 2021.
El tema económico juega un papel trascendental en el acceso a la educación. Así, las cifras del Banco Mundial no eran alentadoras en este ámbito para el Perú: al 2021, el costo medio de la educación secundaria ascendió al 8,3% de la renta media per cápita, mientras que el de la superior contabilizó el 16,2%, cifra que resultó considerablemente mayor a la media de América Latina y el Caribe.
La desigualdad de género también afecta
Pese a las mejoras en este aspecto, aún se percibe un nivel importante de desigualdad. Un reporte de la Unidad de Estadística Educativa (Escale) del 2018 muestra más deserción escolar en las mujeres (10,2%) que en los hombres (8,4%).
Según CARE, esto implica que “las niñas reciben una educación de menor calidad que los niños, lo que repercute negativamente en su futura empleabilidad y su potencial de desarrollo económico”.
Reporta el abandono escolar
Esta problemática ha llevado a que la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana (DRELM) diera a conocer una nueva forma de reportar la deserción escolar en la ciudad con la finalidad de revertir sus índices. Así, el director regional de educación de Lima Metropolitana, Alberto Quintanilla, informó sobre las medidas que conforman la estrategia Todos Presentes, que busca “empadronar, identificar y ubicar a todos los menores de edad que hoy no estudian en el colegio”.
Para ello, además, puso a disposición la línea de WhatApp 959 61910, a la cual se puede escribir con la información (nombre, edad y otros) del menor que no se encuentra en el sistema educativo. También se puede llamar vía telefónica y durante las 24 horas del día. El sistema asegura la confidencialidad de los informantes con el objetivo de que se continúe arrojando una luz a esta realidad.