Alejandro Sánchez: La estrategia del dueño de la casa de Sarratea para evitar ser extraditado y responder ante la justicia

La suerte de Alejandro Sánchez, el exdueño de la casa del pasaje Sarratea donde Pedro Castillo despachaba en sus primeros meses de gestión, parece estar echada. El último lunes, la canciller Ana Cecilia Gervasi informó que el Gobierno de Estados Unidos, país al que intentó ingresar ilegalmente, rechazó la solicitud de asilo político, por lo que su pronta deportación a Perú podría darse en semanas.

“Sin embargo ha apelado y esa apelación será decidida por las autoridades norteamericanas en los próximos días, de manera que esperamos que muy pronto pueda ser deportado al Perú para hacer frente a la justicia”, precisó Gervasi.

La información brindada por la canciller también revela la estrategia del prófugo asesor en la sombra del expresidente Pedro Castillo: una supuesta persecución política por parte de los órganos encargados de administras justicia en el país o del régimen de Dina Boluarte.

En relación a la impugnación formulada por Sánchez Sánchez para que se reconsidere la decisión de las autoridades norteamericanas de denegarle el asilo político, Padilla estima que el fallo será confirmado.

“No cabe duda de que, en el caso de él, el Perú —a diferencia de otros gobiernos— está demostrado que no hace persecuciones políticas. Acá el órgano de justicia está estableciendo claramente que en el caso de él y otros más que se hacen juicios. Mas aún si tenemos el antecedente de Alejandro Toledo que habiendo estado en Estados Unidos trató de alegar lo mismo”, agregó el letrado.

Según el abogado Vladimir Padilla, una vez que no existan más recursos que resolver, Estados Unidos procederá con la expulsión de Alejandro Sánchez Sánchez por haber intentado ingresar a territorio norteamericano de manera irregular.

En relación al país al que sería deportado el exdueño de la casa de Sarratea, Padilla considera que el destino sería el Perú y no necesariamente México, país por el que trató de cruzar la frontera por Texas.

“Sería un efecto pernicioso que Estados Unidos expulse a todos los que ingresan por México a México porque volverían a ingresar nuevamente. En tanto que son nacionales peruanos, se hace trámite con la Cancillería e inmediatamente lo expulsan a Perú. Es lo más viable y lo más rápido que puede suceder en el caso de él”, sostuvo.

El asilo político es la protección que otorga un Estado a un extranjero que es perseguida en su país de origen por razones netamente políticas que podría conllevar a violaciones de derechos fundamentales.

“Toda persona que es perseguida por motivos de raza, religión o ideas políticas puede solicitar en cualquier país un asilo demostrando que está siendo perseguido por este tipo de circunstancias. Queda en ese país la libertad de concedérsela o no, es una decisión soberana de cada país en concreto. Eso es irrevisable, pero queda a criterio de cada país”, explicó Vladimir Padilla.

“Muchos ciudadanos de Venezuela han sostenido eso y le han dado asilos en diferentes partes del mundo. En este caso en concreto, uno puede sustentar estas razones a Estados Unidos, México o donde fuere y va a depender de cada estado. Es un tema bastante común, muchas personas que ingresan ilegalmente a Estados Unidos, el paso inmediato es pedir un asilo y muy pocos casos son aceptados”, agregó.