El 10 de octubre ocho inspectores de Sutran y un conductor fueron quemados vivos cuando regresaban a sus viviendas luego de cumplir con un operativo en la carretera de Abancay-Cusco, específicamente en el distrito de Curahuasi. Varios minutos de terror que tuvieron que pasar luego de que la camioneta donde iban fuera incendiada por desconocidos.
Eran cerca de las 19:00 horas cuando todos los trabajadores tenían que intentar salir de la unidad para salvar su vida. Sin embargo, Rony Revilla Bravo no pudo lograr escapar de las llamas que habían sido prendidas por presuntos transportistas informales, por lo cual se confirmó su deceso en el lugar.
Luego de más de una semana del atentado, las víctimas hablaron y contaron cómo se produjo el ataque. Además, lamentaron la muerte de su compañero de trabajo.
Testimonios
Uno de los ocho trabajadores narró que antes de evidenciar las llamas arrojaron un artículo explosivo, por lo cual les impedía escapar del lugar. Asimismo, fueron golpeados con piedras y era difícil ponerse a buen recaudo.
Ronald Quisocala manifestó que salió por la ventana del auto, pero el fuego lo logró alcanzar una parte del rostro y el brazo. Asimismo, no pudo identificar a los agresores, debido a que tenían la cara encapuchada y solo podían visualizar sus ojos.
“Metieron una bomba molotov y gasolina con botella, la arrojaron y al chocar con el metal del carro se rompió. Entonces, todo se vino con fuego dentro del carro”, relató a Cuarto Poder.
Escapar de las llamas no era seguro que estaría bien, debido a que lo siguieron golpeando en sus hombros, a pesar de que tenía quemaduras. Fueron cientos de personas que llegaron hasta la carretera para agredirlos.
“Me estaba asfixiando”
Nora Rojas cuenta que al identificar a estos sujetos pidieron al chofer que continúe su camino, pero este paró. Sin embargo, pensó que solo iban a ser atacados con piedras, pero la situación se complicó cuando las llamas consumían el vehículo.
“Yo sentía que me estaba asfixiando, inconscientemente dije hasta acá no más, entonces me fui para la parte de atrás y sentí que me quemé una parte”, menciona.
Recordar estos momentos de desesperación la llevan a derramar algunas lágrimas y preguntarse el motivo del ataque si solo cumplían con su labor. Una suerte que pudieron tener todos sus compañeros que ahora se recuperan, pero lo mismo no sucedió con Revilla Bravo.
El citado medio llegó hasta la carretera donde sucedieron los hechos y aún se aprecia las ramas de los árboles afectadas.
Familia pide justicia
Raúl Revilla no volverá a su hijo Rony, aunque aún no puede creer continúa de pie para pedir justicia y el asesinato no quede impune. No encuentra explicación del atentado y le sorprende el accionar de los que serían transportistas informarles.
“Confío más en la justicia divina que es más real y honesta. De eso sí no se van a librar”, señaló.
Otra situación complicada atraviesa la familia de tres inspectores más, quienes fueron trasladados a Lima para ser atendidos por especialistas al presentar más del 40% de su cuerpo con quemaduras de tercer grado. El estado de salud aún es de gravedad.
Desde los exteriores del Hospital Guillermo Almenara, el padre de Kevin Robles espera la recuperación de su hijo. Además, afirma que se salvó de milagro. “Me siento mal por lo que han hecho estos criminales”, declaró.
Los familiares revelan que no es la primera vez que son agredidos por sujetos, pero que desde la Sutran no hicieron nada. “No puede ser que la vida de un servidor se exponga de esta manera”, añadió la esposa de una de las víctimas.