Los años en los que el trabajador buscaba una empresa que lo acoja durante el resto de su vida van quedando atrás. Las consultoras Consumer Truth y Asertiva realizaron una investigación que contempló a más de setenta líderes empresariales, cuyos resultados indican que aquella dependencia de un centro laboral es cada vez menos común. Por el contrario, Trends de Gestión Humana 2024, nombre del estudio, reveló que el 90 % de los líderes considera que sus empleados más talentosos no tienen miedo a renunciar.
“Parte de lo que encontramos en el proceso de levantamiento de información es que se ha producido lo que llamamos un ‘empacho empresarial’. Una situación en la que la autoexigencia practicada por la empresa ha creado parámetros inalcanzables de productividad y perfección. Este es un escenario que ya no es congruente con el perfil de profesionales que viene de una movilidad laboral volátil y que no va a priorizar siempre la valorización integral de su trabajo. Hoy en día, el colaborador que no encuentra lo que busca o no se siente valorado, se va”, señala Cristina Quiñones, CEO de Consumer Truth.
El estudio destaca que nueve de cada diez de los líderes corporativos encuestados reconocieron que el campo profesional ha cambiado sus bases. El talento humano tiene ahora la capacidad de mudarse y adaptarse con mayor facilidad que antes, lo que hace que retenerlo, al igual que incorporarlo, sea cada vez más complicado.
Según la investigación, la mayoría de los líderes consideró que los colaboradores han perdido noción sobre el sentido y propósito del trabajo, y que incluso llegan a priorizar la velocidad en la que uno labora por encima de la calidad del trabajo realizado. Tales cuestiones han hecho que, por el contrario, el talento humano sobresalga con mayor brillantez.
La consultora Consumer Truth identificó cuatro puntos que definen el contexto para el talento corporativo y aconseja qué hacer desde la gestión humana.
1. Cansancio del líder
La constante competitividad que impulsa el mundo laboral tanto dentro como fuera de sus empresas ha generado un cansancio generalizado en sus referentes. En otras palabras, hay líderes que simplemente se cansaron de reafirmarse como perfectos e inquebrantables. El estudio reveló que los líderes atraviesan momentos de soledad laboral y que la mayoría está cansada de tener un cargo alto, mas los beneficios económicos que este genera hace lógico su cuidado.
2. Hedonismo laboral
La productividad de los trabajadores se ha visto condicionada por la necesidad de las empresas de ser reconocidas desde los actores externos. Muchas compañías son incapaces de mantener su identidad pues encuentran en los incentivos de corto plazo y el reconocimiento externo lo necesario para percibir que su trabajo está siendo bien realizado. Esto genera una presión insostenible sobre los trabajadores, que deben adaptarse a la productividad exigida por sus superiores,
3. Hiperfelicidad tóxica
Cuestiones como las redes sociales y las falsas apariencias han hecho que se establezca como felicidad el hecho de poseer una eterna sonrisa o no experimentar tristeza. Esto es sencillamente imposible. El área de Recursos Humanos no tiene que destinar sus esfuerzos para garantizar la felicidad del trabajador, sino para crear una cultura corporativa unificada, buscar una identidad propia y fomentar el desarrollo personal de sus trabajadores.
4. Empacho laboral
La falsa necesidad de “comerse el mundo” que buscan imponer las empresas sobre sus trabajadores y sobre ellas mismas ha trasladado la presión fuera de las áreas de trabajo. Tal situación debe ser regulada desde el área de Gestión Humana, que debe modelar el ritmo de crecimiento, protegiendo y defendiendo la salud y la tranquilidad de sus colaboradores.