No fue en julio, agosto ni septiembre; este 20 de octubre, Alex Contreras, titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) reconoció lo que muchos sectores le pedían aceptar: el Perú está en recesión. Por supuesto, esta crisis no depende del reconocimiento del funcionario para desarrollarse —bueno fuera—, mas su declaración marca el inicio de un nuevo proceso. Ya no más insistencia mediática a la que rehuir, yéndose por la tangente y denotando nerviosismo; ya no más dimes y diretes con los demás funcionarios, como fue el caso del congresista Carlos Anderson, quien aparentemente renunció al deseo de que Contreras admitiera esta situación. Ahora sí, nadie, mucho menos el titular del MEF, niega la recesión, y ante ella hay solo una tarea por hacer: superarla.
Pero, ¿qué es una recesión y, sobre todo, cómo afecta esta al peruano de a pie? Para resolver ambas cuestiones, desde Infobae Perú nos comunicamos con el exministro de Economía y Finanzas, Luis Miguel Castilla, quien desde su vasta experiencia en el campo estatal y hoy como director de Videnza Instituto, explicó de una manera clara y directa qué significa esta crisis, cómo impacta en el día a día del ciudadano, qué precauciones tomar y cómo luce el futuro cercano.
¿Qué es una recesión y cómo impacta en el peruano de a pie?
“Una recesión ocurre cuando el PBI (producto bruto interno) se contrae. Esto afecta en todo: en los que exportan, en los que importan, en las familias que consumen, en las empresas que invierten, en el Gobierno que gasta. Disminuyen los ingresos y, por tanto, disminuye la capacidad de gasto. Esto lleva a una reducción de la economía, por lo que hay menos demanda de mano de obra y menor generación de trabajo. Es decir, las familias se ven obligadas a trabajar en labores menos remuneradas, informales, de corto plazo… Esto precariza a la familia”, señaló Castilla.
Asimismo, el experto indicó que una economía que crece menos, lógicamente recauda menos. En otras palabras, hay menos recursos para financiar el presupuesto público: menos educación, menos salud, menos seguridad… Como impacta en las finanzas públicas, el Estado tiene menos capacidad para ayudar a la población.
Es transitorio
Las cosas no son estáticas. Según el exministro, el peruano debe saber que esto es transitorio. Al analizar la recesión también se debe contemplar la inflación. En ese caso, por más que uno perciba ingresos, el costo de vida crece y uno ve reducida su capacidad adquisitiva. Castilla comentó que, si bien la inflación decrece a ritmo ralentizado, la situación que vivimos hoy responde a factores exógenos al MEF: los conflictos sociales, el fenómeno de El Niño, el conflicto entre Rusia y Ucrania, el de Palestina e Israel… “En el Perú no durará para siempre, por lo que caer en la pobreza o tener dificultades no implica no recuperarse”, mencionó.
¿Qué precauciones tomar?
“Uno debe priorizar el acceso a la canasta básica, postergar gastos superfluos, suntuosos. Además, hay que tener en mente nuestro tipo de cambio. Si uno tiene que tomar una hipoteca o un crédito, es mejor endeudarse en la misma moneda en la que uno gana. Es decir, calzar la moneda. Por ejemplo, si uno gana en soles no es recomendable endeudarse en dólares, por la debilidad y caída de la moneda nacional”, señaló Castilla.
Fuera de eso, indicó Castilla, hay que sobrellevar los altibajos. A diferencia de profundas crisis económicas con una altísima inflación o una preocupante fuga de capitales, la situación del Perú, como menciona el exministro, eventualmente debe retornar a la senda del crecimiento.
¿Qué se necesita para un buen ministerio?
Castilla analizó la gestión de Contreras e indica que, para él, el éxito de una cartera ministerial depende de tres factores: un pleno respaldo del presidente, una sintonía con los otros ministerios y poder en el Congreso. Para el entrevistado, el ministro carece del último requisito, por lo que no sorprende ver a un MEF débil y condicionado.
“El MEF ha sido proactivo en muchas cosas, incluso declarando para la prensa cada 15 días. Sin embargo, la crítica que le tengo es la de repetir la misma receta cuando no está funcionando. La ampliación del gasto público no está funcionando. Es un problema sistémico y de gestión, pues hay muchas irregularidades que lo dificultan. Creo que el MEF debe adoptar mayor liderazgo y fomentar la inversión privada. Esto no significa que considere que Contreras debe renunciar ni que se debe abandonar la ayuda del Estado por completo. Los más necesitados requieren de estas ayudas”, finalizó.