Desde que el título de la nueva novela de Mario Vargas Llosa salió a la luz, más de un amante de la literatura no presagió que sería la última ficción que escribiría el eximio escritor. Recientemente, personas de diversas latitudes del mundo asociaron el rótulo de la obra literaria con lo que pasará dentro de poco. Esta asociación se originó luego de que se conociera que con “Le dedico mi silencio”, el Premio Nobel se despediría de la literatura.
El título escondía un mensaje que no fue detectado en su momento por los lectores y escritores. Ahora que el mundo sabe que esta novela será la última ficción de Vargas Llosa, algunos piensan que el literato le puso este título sabiendo que sería su última creación literaria. Esta y otras teorías se pierden en las redes sociales ante el silencio del autor de “La ciudad y los perros”.
Tras conocerse que “Le dedico mi silencio” será la última novela de Vargas Llosa, muchas dudas se gestaron, las cuales todavía no han sido despejadas, pues el autor de este libro ―que se publicará el 26 de octubre― no se ha manifestado ni ha concedido entrevistas a medios de comunicación.
Mientras el laureado escritor sigue en cura de silencio, más de uno ha aprovechado para leer y releer sus novelas, en las que uno puede encontrar una serie de personajes que cobran vida cada vez que alguien abre un libro.
El silencio de Vargas Llosa ya se siente y cobrará intensidad luego de que los lectores terminen de leer la novela “Le dedico mi silencio”. Habrá alguien que decida leer antes otras novelas del escritor, pero en algún momento llegará a esta última ficción, en cuyas páginas se plasmó un texto que generará revuelo en unos días.
“Ahora, me gustaría escribir un ensayo sobre Sartre, que fue mi maestro de joven. Será lo último que escribiré”, se lee en una de las últimas páginas del libro “Le dedico mi silencio”. Esta información, que fue difundida por la agencia Efe, generó opiniones divididas, las cuales no se hicieron esperar en las redes sociales.
Precisamente, en estos canales los lectores expresaron su congoja al enterarse de que el Premio Nobel ya no creará personajes ni ficciones que alimentan la creatividad y hacen que la vida sea más entretenida.
En diálogo con Andina, el periodista y poeta Enrique Sánchez Hernani dio sus impresiones tras conocerse que el escritor peruano se alejará de la producción literaria para siempre, quizás para dedicarse a otras actividades que hasta el momento son un enigma.
“No creo que sea una treta publicitaria. A estas alturas, no la necesita. Pero hay que esperar que lo diga él mismo, y que no sea solo un trascendido”, sostuvo Sánchez Hernani. En contraste a esta opinión, Domingo de Ramos, poeta del grupo Kloaka, aseveró que “el escribir es una actitud ante la vida y él [Vargas Llosa] es un animal de escritura”.
La espera para escuchar a Vargas Llosa y leer lo que sería su última novela se acentúa al tiempo que los lectores empiezan a releer sus novelas con fervor y quizás con nostalgia. En este ejercicio intelectual se toparán, nuevamente, con personajes que fueron testigos de sus alegrías o tristezas.
En alguna parte del Perú y el mundo, hay más de un Alberto Fernández que fue víctima de violencia o presenció injusticias dentro de una institución educativa. También en distintas latitudes podemos encontrar a Santiagos Zavalas o ‘Zavalitas’ que fueron afectados por las restricciones de las libertades y la corrupción que no solo es privativo de una sola nación.
El universo de Mario Vargas nos ha dejado una serie de personajes que cobran vida en cada lectura que hagamos de sus novelas. Con el transcurrir del tiempo, cada vez más peruanos leen el Premio Nobel. Por ejemplo, en un colegio más de un estudiante de secundaria afirmó que se sintió identificado con Alberto Fernández de “La ciudad y los perros”. Esto nos invita a pensar que los temas que se abordaron hace 60 años siguen vigentes. Lo mismo sucede con algunos periodistas, quienes señalan que en algún momento de sus vidas han realizado actividades o pensaron igual que Santiago Zavala.
Debido a la relevancia de los personajes de las novelas del Premio Nobel, es pertinente recordar a algunos de ellos, quienes con sus acciones y decisiones han conmovido a más de una generación.
Personajes memorables de las novelas de Mario Vargas Llosa
Alberto Fernández: Este personaje aparece en las páginas de “La ciudad y los perros”, novela en la que se narran diferentes historias de los adolescentes del Colegio Militar Leoncio Prado. Bajo una severa disciplina militar, los muchachos aprenden a convivir con una forma de vida alienante donde se les somete y humilla.
Este individuo de la ficción también es conocido como ‘el Poeta’, ya que escribía cartas de amor a sus compañeros, quienes no tenían el talento de la escritura debido a que no leían con frecuencia. Otro aspecto que podemos destacar de este personaje es que asumió una doble identidad: dentro del colegio se mostraba rudo, hosco e insensible; mientras que fuera de la institución era todo lo opuesto.
“Súbitamente, alguien gritó: ‘apuesto que todo eso es mentira. El Jaguar y el poeta se han trompeado’. Una risa estentórea estremeció la cuadra. Alberto pensó con gratitud en el enfermero: la venda que ocultaba su rostro era un aliado, nadie podía leer la verdad en sus facciones. Estaba sentado en su cama. Su único ojo dominaba a Vallano, parado frente a él, a Arróspide y a Montes. Los veía a través de una niebla. Pero adivinaba a los otros, oía las voces que bromeaban sobre él y el Jaguar, sin convicción pero con mucho humor. ‘¿Qué le has hecho al poeta, Jaguar?’, decía uno. Otro, le preguntaba:– ‘¿poeta, así que peleas con las uñas, como las mujeres?’”, se lee en una de las páginas del libro “La ciudad y los perros”.
Santiago Zavala (’Zavalita’). Este personaje aparece en la novela “Conversación en La Catedral”, libro que retrata la sociedad peruana durante el gobierno del general Manuel Odría (1948-1956). Como es sabido, en 1950 la migración en el Perú se acentuó en medio de las restricciones de las libertades y los prejuicios sociales. A esto se sumó la corrupción que fue presenciada por este personaje.
‘Zavalita’ es un periodista que escribe notas locales en el diario La Crónica. En su ejercicio del periodismo, se topó con el caso de una mujer que fue brutalmente asesinada. Mientras investigaba, llegó a pensar que su padre podría ser el autor intelectual de la muerte de la fémina. Cabe precisar que el padre de Zavalita es Fermín Zavala, próspero empresario que apoya al régimen del general Manuel A. Odría.
“DESDE la puerta de La Crónica Santiago mira la avenida Tacna, sin amor: automóviles, edificios desiguales y descoloridos, esqueletos de avisos luminosos flotando en la neblina, el mediodía gris. ¿En qué momento se había jodido el Perú? Los canillitas merodean entre los vehículos detenidos por el semáforo de Wilson voceando los diarios de la tarde y él echa a andar, despacio, hacia la Colmena. Las manos en los bolsillos, cabizbajo, va escoltado por transeúntes que avanzan, también, hacia la Plaza San Martín. El era como el Perú, Zavalita, se había jodido en algún momento. Piensa: ¿en cuál?”, se lee en la primera página de “Conversación en La Catedral”.
Pantaleón Pantoja (‘Panta’). Este personaje cobró vida con la película “Pantaleón y las visitadoras” dirigida por Francisco J. Lombard. ‘Panta’ es un capitán del Ejército peruano a quien se le encomendó una misión, la cual debe ser cumplida en la Amazonia. Es preciso indicar que los militares lo eligieron debido a que es un militar modelo, sin vicios ni hijos.
Respecto a la misión que se le encargó a Pantaleón Pantoja, en las páginas del libro y en pasajes del filme se evidencia que su misión giraba en torno a la organización de un servicio de prostitucion para los militares. En el transcurso de la historia, las visitadoras tuvieron encuentros íntimos con los miembros del Ejército peruano en Iquitos. Es preciso indicar que el personaje no estuvo de acuerdo con la idea porque atentaban contra sus principios.
“-Nos bombardean a diario con partes y denuncias ―se pellizca la barbilla el general Victoria―. Y hasta vienen comisiones de protesta de los pueblos más perdidos.
-Sus soldados abusan de nuestras mujeres ―estruja su sombrero y pierde la voz el alcalde Paiva Runhuí―. Me perjudicaron a una cuñadita hace pocos meses y la semana pasada casi me perjudican a mi propia esposa.
-Mis soldados no, los de la Nación ―hace gestos apaciguadores el general Victoria―. Calma, calma señor alcalde. El Ejército lamenta muchísimo el percance de su cuñada y hará cuanto pueda para resarcirla”. se lee en el libro “Pantaleón y las visitadoras”.
Los personajes mencionados en párrafos anteriores han generado impacto a más de una generación, ya sea por la manera como enfrentan los retos o por las situaciones difíciles por las que pasaron. A estos individuos de la ficción se suman más personaje que puede generar impacto en otros lectores, pues no hay un consenso en gustos y preferencias.
Sin embargo, lo que sí podemos afirmar es que el personaje principal de la última novela de Mario Vargas Llosa cobrará relevancia al ser el último que aparecerá en una ficción del escritor. Ante ello es pertinente conocer el rol que desempeñará en la obra literaria.
¿Quién es el último personaje principal de la última novela de Mario Vargas Llosa?
El personaje principal es Toño Azpilcueta, quien siente un profundo amor por la música criolla en medio de los atentados de Sendero Luminoso. La violencia suscitada en la década del 90 contrasta con el amor profundo que siente por los valses, marineras, polkas y huainos peruanos.
En la página web de Penguin Libros, se puede conocer el acontecimiento que hizo que el personaje principal tome una decisión que implica realizar una serie de actividades.
“Un día, una llamada le cambia la vida. Una invitación para ir a escuchar a un guitarrista desconocido, Lalo Molfino, personaje del que nadie sabe demasiado pero de gran talento, parece confirmar todas sus intuiciones”, se lee en el portal web de la editorial.
Tras deleitarse con la música del artista, Azpilcueta decide desarrollar la idea que ha cobrado vida al ver al guitarrista.
“Tal vez lo que ocurra es que la música criolla sea, en realidad, no sólo una seña de identidad de todo un país y expresión de esa actitud tan peruana de la huachafería («la mayor contribución de Perú a la cultural universal», según Toño Azpilcueta), sino algo mucho más importante: un elemento capaz de provocar una revolución social, de derribar prejuicios y barreras raciales para unir al país entero en un abrazo fraterno y mestizo”, se lee en otro apartado de la página web de Penguin.
Es menester indicar que el objetivo del personaje principal no solo se limita a desarrollar la idea de unidad nacional , sino que también decide investigar más sobre el guitarrista Lalo Molfino. Es así que emprende un viaje al lugar de origen del artista, investiga sobre su historia y cómo llegó a convertirse en un guitarrista eximio.
Ahora bien, los temas que se abordarán en la novela y los acontecimientos que se plasmarán en las páginas todavía son un enigma, Sin embargo, la idea de que la música pueda unir a los peruanos podría ser utilizada en asuntos políticos. Mario Vargas Llosa todavía no se ha referido a la posibilidad de ser candidato, pero esta novela podría tener connotaciones políticas.