Los enigmas de la Catedral de Lima: Alberga la cripta del conquistador Francisco Pizarro y posee una catacumba donde enterraban a los arzobispos

La majestuosa iglesia esconde entre sus muros de piedra y pasillos sombríos secretos que han intrigado a más de una generación. Bajo su imponente fachada, hay una historia digna de ser contada

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Un vistazo a la construcción de la icónica Catedral de Lima, un símbolo de la fe católica en Perú desde los primeros días de la conquista.

En el corazón de la antigua Lima se erige la Catedral de Lima, una joya arquitectónica cuya construcción comenzó en 1535, cuando el conquistador Francisco Pizarro colocó la primera piedra. A lo largo de los años, esta imponente estructura ha albergado secretos que han sido revelados por historiadores y personas autodidactas.

La majestuosa Catedral de Lima, con su estilo renacentista y neoclásico, es mucho más que una obra maestra. Entre sus muros de piedra y pasillos sombríos se esconden secretos y enigmas que han intrigado a generaciones de visitantes, historiadores y curiosos. En la Catedral de Lima, uno puede encontrar desde reliquias de algunos papas hasta el sepulcro de Francisco Pizarro.

La evolución de la Catedral de Lima

La construcción de la primera edificación religiosa de Lima se inició el 18 de enero de 1535, el día de la fundación de Lima. Según lo comentado por el historiador Jorge Bernales Ballesteros en su libro “Edificación de la Iglesia Catedral de Lima”, la obra siempre estuvo bajo la vigilancia de Francisco Pizarro y el mayordomo Gregorio de Sotelo; este último fue sustituido por Francisco de Maza.

Ya terminada la iglesia en 1538, el primer obispo de Cusco y de todo el Perú, Vicente de Valverde, llevó a cabo la ceremonia de inauguración. Esta edificación se caracterizaba por ser pequeña, ya que solo se tenía la idea de albergar a los vecinos de la ciudad. Sin embargo, esta idea cambió el 17 de septiembre de 1541. Con la llegada del papa Paulo III, se empieza a tener en consideración el crecimiento de la ciudad de Lima, por lo que se emite un documento pontificio, creando la diócesis de Lima y elevando la pequeña iglesia a la categoría de catedral. Es así que en 1542 se comienza a construir este centro religioso durante el gobierno de Cristóbal Vaca de Castro.

Con los cambios introducidos por don Pedro de la Gasca para darle mayor prestancia, la nueva iglesia, o llamada también segunda catedral, fue inaugurada en 1552 por el arzobispo Jerónimo de Loayza, quien tomó la decisión de mejorar el templo edificado por Pizarro.

Esta era una edificación pequeña. Sus medidas iban de 9 x 19 m, muy modesta y estrecha. También es sabido que para sus cimientos se trajo piedra rojiza de una cantera de Lunahuaná. El nuevo templo pasó, después, a tener como patrono a San Juan Evangelista.

La Catedral de Lima en la Plaza de Armas, a inicios del siglo XX. Foto: Lima la Antigua
La Catedral de Lima en la Plaza de Armas, a inicios del siglo XX. Foto: Lima la Antigua

La cripta de Francisco Pizarro

Durante una serena mañana del 26 de junio de 1541, la paz del día se vio quebrantada cuando un contingente de aproximadamente veinte seguidores de Almagro irrumpió con violencia en la residencia de Pizarro, bajo la dirección de su teniente, Juan de Herrada.

Entre golpes en la cabeza, brazos y columna, martirizaron los últimos instantes de vida del conquistador Pizarro, quien no pudo escapar de la muerte que lo halló en su propio hogar, lejos del país que lo vio nacer y al que no regresó jamás.

Luego del trágico desenlace, las autoridades guardaron los restos mortales de este destacado conquistador en una cripta y se construyó un mausoleo en una de sus capillas. El sepulcro, elaborado a principios del siglo XX, está confeccionado con materiales como mármol, bronce, plata y oro.

En un reportaje emitido por TV Perú, el historiador y experto en museología, Fernando López, explica cómo se descubrieron los restos del conquistador Francisco Pizarro, los cuales fueron encontrados a raíz de una limpieza que se estaba dando en la cripta.

”En los años 70, la cripta era un caos. Habían ataúdes semiabiertos y una muy mala infraestructura. Es por eso que para tener una mejor lectura del espacio, se procedió, con personal del Instituto Nacional de Cultura, hacer una limpieza profunda. Tras el derrumbe de una pared, encontramos un nicho que contenían cajas donde estaban los restos de Francisco Pizarro”, comentó el investigador durante el reportaje para TV Perú.

Entre cajas de plomo, madera y una de metal, se hallaron los restos de Francisco. Junto al cráneo se descubrió una quijada y la empuñadura de una espada con una frase enigmática. Estos nuevos elementos fueron clave para confirmar la verdadera identidad del conquistador.

El cráneo de Pizarro, único resto que se conserva del conquistador, reposa en la Catedral de Lima. Foto: Andina
El cráneo de Pizarro, único resto que se conserva del conquistador, reposa en la Catedral de Lima. Foto: Andina

Después de verificar la autenticidad de los restos, se llevaron a cabo las acciones requeridas para conservarlos y mostrarlos en la Catedral de Lima. Hoy en día, el cráneo de Francisco Pizarro se encuentra en lo más profundo de las catacumbas de esta antigua iglesia, junto con otros vestigios que narran la historia de la conquista y colonización en América.

El Panteón Arzobispal de la Catedral

El Panteón Arzobispal de la Catedral es un lugar de gran relevancia e importancia histórica dentro de la majestuosa Catedral de Lima. Este espacio sagrado alberga los restos de prominentes arzobispos y figuras religiosas, proporcionando una ventana única a la historia eclesiástica de la región.

En un reportaje de TVPerú, el jefe de guía, Miguel Balta, comentó la identidad de algunos cardenales enterrados en la cripta de la Catedral. Estos son: El primer arzobispo don Gerónimo de Loayza, los arzobispos Augusto Vargas Alzamora y Diego Morcillo Rubio de Auñon, y algunos virreyes que participaron en la historia peruana.

Además, se logra observar la cripta donde se enterraron los cófrades de San Crispín y San Crispiniano, restos que estaban ubicados debajo de la capilla de La Candelaria. Esta cofradía o hermandad, como se le conoce en la actualidad, era una comunidad de zapateros donde se encontraron alrededor de 70 cuerpos con accesorios que identifican a esta cofradía.

Este majestuoso mausoleo es conocido por ser el sitio de descanso final de prominentes arzobispos que desempeñaron un papel fundamental en la historia religiosa y cultural de la región. Foto: Andina
Este majestuoso mausoleo es conocido por ser el sitio de descanso final de prominentes arzobispos que desempeñaron un papel fundamental en la historia religiosa y cultural de la región. Foto: Andina

Relicario de santos peruanos

Este relicario guarda con reverencia las reliquias de santos peruanos. En este sagrado espacio, los visitantes pueden contemplar las reliquias de santos que desempeñaron un papel fundamental en la historia religiosa y cultural de Perú. Incluso, hace algunos años, el papa Francisco logró venerar a cada santo que se encontraba en la iglesia ubicada en el corazón de Lima.

Santa Rosa de Lima, patrona del Perú y América, se convirtió en la primera santa de América proclamada por el papa Clemente X.

San Martín de Porres, el dominico fraile negro que aparece junto a una escoba. Este objeto simboliza la humildad.

Santo Toribio de Mogrovejo. Las reliquias del segundo arzobispo de Lima también se encuentran en la Catedral de Lima.

En la Catedral de Lima se encuentra un pequeño relicario que contiene restos significativos de santos muy queridos por el Perú. Créditos: Captura de Altar de Santos Peruanos
En la Catedral de Lima se encuentra un pequeño relicario que contiene restos significativos de santos muy queridos por el Perú. Créditos: Captura de Altar de Santos Peruanos
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