El Congreso de la República sigue recibiendo un gran rechazo de la población. Así se desprende del último resultado de una encuesta elaborada por la empresa Ipsos Perú que fue difundida en América Televisión.
Según el resultado, la representación nacional obtiene el 82% de desaprobación en este mes. Esta cifra resulta un aumento en comparación a setiembre pasado cuando tuvieron 81%.
Por su parte, la aprobación de los padres de la patria también se encuentra en 13%. Finalmente, las personas que no quisieron emitir alguna opinión sobre las acciones del Legislativo se sitúa en 5%.
El desprestigio que tiene el Parlamento se mantiene debido a los sucesivos escándalos que siguen apareciendo contra sus integrantes. Claros ejemplos es lo ocurrido recientemente con Rosselli Amuruz (Avanza País) y Luis Picón (Podemos).
Amuruz se encuentra aún en el centro de la polémica porque, a pesar de que el Congreso lamentaba la inesperada muerte del exfujimorista Hernando Guerra García en Arequipa, decidió asistir al cumpleaños de su pareja, Paúl García Oviedo, en el distrito de Lince. El asunto se tornó más grave porque dicha celebración acabó con un muerto: el comunicador Christian Enrique Tirado recibió un disparo de Abel Valdivia.
“El que renuncia es porque tiene algo que ocultar. Yo estoy limpia y la persona que teme o tiene miedo, no trasciende. Soy una joven que cometió un error en acudir a una fiesta, pero no he cometido ningún delito y no tengo nada que ocultar”, señaló Amuruz en más de una oportunidad a la prensa.
“Acto bochornoso, y se lo digo a todos mis colegas, es si yo tuviera un acto de corrupción o si me estuvieron cuestionando por estar involucrada en un homicidio, si me denunciaron en algún aspecto, no es mi caso”, anotó.
A raíz de este escándalo, un grupo de congresistas presentó una moción de censura contra Amuruz para retirarla de la tercera vicepresidencia de la Mesa Directiva que lidera el también cuestionado Alejandro Soto. Sin embargo, la integrante de Avanza País logró salvarse gracias al blindaje que tiene del fujimorismo y Alianza para el Progreso.
Si bien no fue destituida de la Mesa Directiva, Amuruz sí tendrá que afrontar un proceso en la Comisión de Ética que podría sancionarla o, en todo caso, amonestarla nada más como ha sucedido con los legisladores acusados de ‘mocha sueldos’. En el expediente que se le abrió se investiga si constituye como una falta a la ética parlamentaria haber contratado a seis personas allegadas a Paúl García en áreas del Congreso, donde tiene competencia.
Igualmente se ha incluido los viajes que Amuruz realizó en semana de representación a Colombia, Panamá, España, República Dominicana y Argentina en las mismas fechas que su pareja lo hizo, según se reveló en un informe del Centro Líber.
El otro escándalo que mella la imagen de la representación nacional tiene que ver con la detención de Luis Picón. La tarde del martes 17 de octubre, agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) intervino al integrante de Podemos en los exteriores del Parlamento luego que el Cuarto Juzgado Penal Unipersonal Supraprovincial de la Corte de Huánuco lo declarará “reo contumaz” debido al proceso que se le sigue por presuntos delitos contra la administración pública.
Tras permanecer algunas horas detenido en la sede de Requisitorias de la PNP en San Juan de Lurigancho, el Poder Judicial dispuso la libertad de Picón. El congresista dijo que su detención le tomó “por sorpresa” y enfatizó que ha asistido a las audiencias de su juicio.
“En la primera y segunda sesión participé, en la tercera entré, pero parece que no se me escuchaba, y esta es la cuarta eso, así que eso que dicen que no me presenté es mentira”, anotó.