Desde hace más de ocho años, la Federación de Comunidades de los Ríos Tapiche y Blanco (Fecorityab), que representa a 24 comunidades de los pueblos indígenas Capanahua, Kichwa y Kukama Kukamiria situadas en la provincia de Requena, en Loreto, viene realizando distintos esfuerzos para que se establezca el Área de Conservación Regional Tapiche Blanco.
Un espacio para frenar la deforestación de 3.146 hectáreas de bosques en los próximos 20 años, las cuales están siendo amenazadas por el avance de grupos ilegales dedicados a actividades ilegales, como el cultivo de coca, minería y tala ilegal. Actualmente, las comunidades nativas se autogestionan, con sus propios medios, para defender esta zona ubicada entre los distritos loretanos de Alto Tapiche, Soplin y Tapiche.
En ese sentido, los ciudadanos afectados por estas economías ilegales demandan al Gobierno Regional de Loreto (Gorel) la formalización de dicha área de conservación. Pues, de esta forma, se conservarían más de 263 mil hectáreas en la Amazonía peruana con biodiversidad en flora y fauna de gran importancia para hacer frente a los efectos de la crisis climática.
No obstante, los dirigentes han denunciado en reiteradas ocasiones que el gobernador regional de Loreto, René Chávez, no atiende sus pedidos de diálogo. Recientemente, la federación indígena invitó a la autoridad a una reunión, junto con Gerencia Regional del Ambiente (Gram), el jueves 12 de octubre, en la ciudad de Iquitos, para dialogar sobre sus demandas; sin embargo, no se volvió a contar con su participación.
“Los dirigentes estamos buscando una reunión con el gobernador René Chávez debido a que él no nos está atendiendo, nos está ninguneando. Nuestra demanda es que se reconozca el área de conservación regional por muchas razones, entre ellos por las amenazas que existen y por el interés de los pueblos por conservar sus bosques y, por ende, tener una Amazonía limpia y pura”, manifestó Doyo Pasquel, miembro directivo de la Fecorityab, para la Organización Regional de Pueblos Indígenas del Oriente (Orpio).
Comunidades solicitan a empresa Petrotal respetar su territorio
La empresa petrolera Petrotal Perú S. R. L, que actualmente tiene un contrato con Petroperú, también está involucrada en el pedido de establecimiento del Área de Conservación Regional Tapiche Blanco.
Esto debido a que existen zonas en dicha área que se superponen con los sitios donde desarrolla sus actividades, las cuales corresponden específicamente al actual contrato de licencia del Lote 95, operado por la compañía dedicada a la exploración y explotación de hidrocarburos.
Sobre ello, al menos nueve representantes de Petrotal, quienes participaron también en la reunión del 12 de octubre, han manifestado que, si bien no se oponen a la formalización del área de conservación, de aprobarse sería complicado desarrollar el cumplimiento de su contrato suscrito con la empresa estatal para la explotación del Lote 95.
Ante ello, las autoridades indígenas y dirigentes de las comunidades indígenas y campesinas de los ríos Tapiche y Blanco han expresado su preocupación y esperan se logren, en el breve plazo, bases concretas para desarrollar una mesa diálogo encabezada por el gobernador Réne Chávez.
Riesgos se incrementan por demora de pedidos de atención
En 2014, las comunidades indígenas de los Ríos Tapiche y Blanco se organizaron por primera vez para realizar el inventario biológico y social rápido en el sector Tapiche Blanco. Una labor que tiene por finalidad revelar la importancia natural de la zona y las oportunidades que existen para promover el desarrollo social y regional a través de sus recursos.
Tras haber llevado a cabo esta acción, en 2016, las autoridades comunales conforman la Federación de Comunidades de los Ríos Tapiche y Blanco (Fecorityab), base de la Organización Regional de Pueblos Indígenas del Oriente (Orpio), y establecen medidas urgentes para proteger sus territorios ancestrales.
Ese mismo año se oficializa el pedido formal de la creación del Área de Conservación Regional Tapiche Blanco ante el Gobierno Regional de Loreto. Cabe resaltar que las comunidades indígenas de esta zona dependen únicamente para su subsistencia de los recursos que se encuentran a su alrededor, como el agua, el pescado y carnes.