El milagro económico en el Perú, que reflejó una reducción significativa de la pobreza en dos décadas, ya es periódico de ayer; puesto que en los últimos siete años, el panorama en la lucha contra este flagelo es sombrío. Desde el 2004 al 2016, esta problemática social disminuyó a niveles del 60% al 20%.
Sin embargo, desde esa fecha hasta el 2019, hubo un estancamiento, que derivó luego en un incremento del 30,1% a causa de la pandemia, y que desde ese periodo no hay signos optimistas de contracción. Ahora, todos los indicadores apuntan a un aumento gradual de la pobreza. ¿Por qué?
En entrevista con Infobae Perú, Federico Arnillas, presidente de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza (MCLCP) del Perú en la CEPAL, sostuvo que del 2016 al 2019 hubo una especie de meseta que se debió principalmente por dos factores internos como los conflictos políticos—periodo de inestabilidad que se inició durante el gobierno del expresidente Pedro Pablo Kuczynski—, y sumado a ello la ocurrencia de un Fenómeno de El Niño (FEN) en el 2017, que terminó afectando a un millón y medio de peruanos.
“Con el efecto de la pandemia, la pobreza volvió a incrementarse a 30%, después bajamos a 25% (en el 2021 por el efecto rebote), en 2022 subimos a 27,5% y ahora está la incógnita, pero nuestra evaluación es que hemos superado otra vez el 30%”, indicó el experto, quien sostiene que además del crecimiento económico débil, se debe tener en cuenta la inflación (5,04%), que se mantiene por encima del rango meta.
“La pobreza monetaria es el principal indicador que se usa en el país y lo que hemos tenido por lo menos este año y un poco más atrás es una inflación significativa que afecta en especial los componentes de alimentos, los que a su vez están afectados por el cuadro de sequía. Entonces tenemos pérdida de producción de alimentos e incremento de precios”, apuntó Arnillas.
Mencionó que además del limón, el cual es un producto simbólico, han habido otros alimentos de los cuales no se hablan y que también han sufrido notables incrementos en sus precios. “Por ejemplo, el forraje (alimento para vacas) en el caso de Puno tiene efectos negativos para la crianza de estos animales”, indicó.
¿Cuándo una persona es considerada pobre?
La línea de pobreza monetaria equivale al costo de consumo de alimentos y no alimentos. Para el año 2022, una persona es considerada pobre si no cubre los S/415 mensuales de dicha canasta. Por lo tanto, para una familia de cuatro integrantes, una canasta básica cuesta S/1.660 al mes.
“Los hogares que están debajo de esa línea, están en condición de pobreza extrema. Los que están encima están en dos situaciones: vulnerabilidad o también pueden ser afectados por shocks como el climático (Fenómeno El Niño) y de salud (Covid-19)”, subrayó Arnillas.
Al revisar la estadística, se da cuenta que en el 2022, la pobreza monetaria alcanzó al 27,5% de personas, mientras que en 2021 fue de 25,9%. Con la nueva proyección de hasta el 33%, al que se refiere el experto, se concluye que la pobreza aumentaría por segundo año consecutivo en un contexto de recesión económica. ¿Es la primera vez en los últimos 20 años?
Primera vez en dos décadas que se incrementa la pobreza por dos años continuos
Según refiere el especialista, lo que tenemos como cifra comparable es la serie histórica que viene del año 2000 para adelante, pero en especial la que viene del año 2004, donde se muestra una tendencia clara de la reducción de la pobreza monetaria hasta el 2016.
“Un retroceso de estas características para la serie histórica que tenemos disponible no aparece. La serie histórica es del 2000 para acá, teniendo en cuenta que nuestro punto de partida del 1999 o del 2000 estaban por encima del 60%”, sostiene Arnillas.
Otros indicadores relevantes para comprender la pobreza están relacionadas a necesidades básicas insatisfechas. “Este indicador mide las condiciones de vivienda y de servicios con las que cuentan los hogares. Lo que muestra este indicador es también una tendencia similar de reducción del porcentaje de población afectada hasta el 2016 y un estancamiento del 2016 al 2019 que es la la serie oficial disponible”, refiere.
El otro indicador es el de déficit calórico que mide la relación que hay entre los alimentos consumidos por los miembros del hogar y los requerimientos calóricos de los miembros del hogar, teniendo en cuenta su edad, sexo y actividades que realizan. “Es decir, hogares que no están consumiendo lo que necesitan para estar adecuadamente este atendidos”, señala.
La desnutrición crónica y la anemia infantil son indicadores para ver la situación de pobreza de una población. “En el de déficit calórico, lo que encuentra es igual la misma tendencia. Se aplana la curva del 2016 al 2019″, sostiene.
En el caso de anemia, ha habido una volatilidad entre altas y bajas, pero no se ha logrado estabilizar una clara tendencia a la disminución de este indicador en el país. “Eso está afectando los primeros meses de vida de nuestras niñas y niños en especial a partir del quinto y sexto mes que es donde se dispara la anemia cuando se corta la lactancia”, afirma.
La OCDE advierte que la calidad del empleo se ha deteriorado aún más y ello podría traducirse en “un aumento persistente de la pobreza y la desigualdad”.
Políticas públicas para reducir la pobreza
De acuerdo a Federico Arnillas, se tienen que cambiar varias cosas para evitar daños más graves, empezando por donde comienza la vida. “Si nuestros niños en sus primeros meses de vida tienen mala nutrición, lo que vamos a tener es una generación de personas disminuidas en su punto de partida. Si vamos a tener los problemas de abastecimiento de agua y en otro lado con alto nivel de sequía vamos a estar en un escenario complicado”, analiza.
“Desde el punto de vista más estructural lo fundamental sería garantizar la seguridad alimentaria de la población del país. Tengamos en cuenta otra variable que no hemos mencionado que es un escenario internacional inestable que puede implicar en un escenario más crítico, una ampliación de las áreas de guerra de conflicto y la afectación sobre recursos claves como son los de energéticos, alza de precios, escasez de alimentos no son los riesgos que podemos tener ya no solamente internos, sino externo”, explica.
Para otro indicador complementario, la desnutrición crónica infantil del 2017 al 2021 se mueve entre 12,9% y 11,5%. En el 2008 teníamos 27,5%, es decir disminuyó prácticamente 15 puntos desde el 2008 al 2017.
Proyección del aumento de la pobreza en 2023
Si se toma en cuenta las cifra de inflación y su posible impacto, sabiendo que un componente fuerte es la inflación de alimentos (8,80% a nivel interanual), Arnillas prevé un pronóstico conservador del aumento de la pobreza al 30%. “Minimizando el conservadurismo, podríamos estar superando el 33%”, menciona, lo cual sería un retroceso de más de 10 años en la lucha contra este flagelo, como el registrado en 2009, cuando se llegó a niveles de 33,5%.
En cuanto a la pobreza monetaria extrema, el 2022 está al mismo nivel que el 2020 (5,0%). En 2019, esta problemática acentuada en niveles extremos registró 2,9 puntos porcentuales. “Hemos tenido un estimado de población en pobreza extrema de 931.800 personas y en el 2022 estamos hablando de 1 millón 673,000 personas”, detalla.
“Somos un país especialmente vulnerable a la vez que tenemos la riqueza y la diversidad. El manejo de esa diversidad es donde está nuestra incapacidad. Los antiguos peruanos creo que manejaban mejor la diversidad de lo que estamos haciendo nosotros como generaciones actuales”, reflexiona.
Subsidios como paliativo ante la pobreza
Cuando uno está en situación de pobreza extrema, cualquier ayuda es bien recibida, el problema es que esa ayuda no llegue condicionada políticamente y llegue lo antes posible, con la mejor calidad posible y en especial a los sectores más pobres y vulnerables, apunta Federico Arnillas.
“Necesitamos una estrategia que entienda los diversos contextos y desarrolle las herramientas adecuadas a cada contexto y a cada perfil de las personas. No es lo mismo la afectación al inicio de la vida, que cuando son personas adultas mayores incluso con enfermedades complementarias como Alzheimer, que requieren también estrategias complementarias de atención”, señala.
¿Cuál es la característica de las personas pobres?
Las pobrezas son diferentes y no se pueden comparar, menciona el experto. Por ello, plantean retos distintos en los factores que la causan y también en las formas en que se expresan.
“Hay que tener estrategias adecuadas, teniendo en cuenta la diversidad de escenarios en los que viven las personas pues no es lo mismo, este el tipo de atención que requiere para garantizar tu derecho a una vida digna. Si vives en Puno o en Piura son parte del Perú, las dos empiezan con P de Perú, pero son tan distintos los contextos que requieren respuestas distintas”, comenta.
Además las personas tienen diversas edades, diversos grados de distribución, han tenido historias de salud distintas más complejas. En este contexto es que se requiere efectivamente una estrategia que no sea plana, sino que reconozca las diversidades apuntalando las condiciones claves para que esas diversidades no se profundicen sino que se compensen.
“Por ejemplo, el agua es un recurso fundamental para todas las personas en todo el territorio, pero para que el agua sea un recurso de vida tiene que ser un agua que esté debidamente potabilizada. Entonces el proveer agua en condiciones sanitarias adecuadas para la salud de las personas es clave”
Pobreza urbana
Lo más visible de la pobreza urbana está en los asentamientos humanos. En especial, llama más la atención los de más reciente formación porque están ocupando zonas más precarias de más difícil acceso.
Para manejar el problema estructural es replantear la estrategia de crecimiento urbano y para ello, se necesita una política de ampliación de redes de servicios, de urbanización construcción de viviendas sociales que permitan viviendas decentes
“Si no hay estas condiciones, no tienes una política nacional de vivienda, vamos a tener los problemas que estamos teniendo es en ese marco, digamos donde hay que ir trazando las líneas de intervención y mejorar las oportunidades en otras regiones del país”, sostuvo.