El breve encuentro que sostuvo la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, y el Papa Francisco en el Vaticano quedó registrado en una serie de postales difundidas por el servicio fotográfico de la Santa Sede. Ocurrió el último 11 de octubre en la plaza San Pedro, durante una audiencia general.
La mayoría de peregrinos y de turistas que visitan el epicentro de la Iglesia Católica tienen dos opciones para ver al pontífice personalmente: el Ángelus del domingo y las Audiencias de los miércoles, para la que es necesario conseguir una entrada gratuita.
Según la resolución difundida este lunes en El Peruano, la Prefectura de la Casa Pontificia reservó una plaza para que la titular del Ministerio Público participara en el evento. La fiscal se calzó un vestido negro, mantilla de protocolo y lentes oscuros.
Lucía sonriente y rodeada de otros fieles, algunos de los cuales grababan el momento desde sus teléfonos celulares. Posteriormente, entregó al Papa una miniatura de Señor de los Milagros, pero él derivó el presente a su personal de seguridad para continuar con los saludos.
Francisco se moviliza en silla de ruedas una gonalgia aguda anunciada en enero de 2022, producto del deterioro del cartílago y la artrosis que arrastra desde hace años. La inflamación del ligamento de la rodilla limita sus movimientos y le produce dolor cuando realiza mínimos desplazamientos, como caminar o subir y bajar escaleras.
Benavides se ausentó del país durante seis días con fondos públicos para ver al pontífice, entre otras actividades, pero la resolución que comunicó su viaje fue publicada en el diario oficial El Peruano cuando ya estaba de regreso en territorio nacional.
Según el dipositivo de la Fiscalía, la gira por Italia y el Vaticano demandó un monto de US$ 3 780,00 en viáticos y US$ 540,00 en gastos de instalación, lo que hace un total de US$ 4 320,00 o más de 16 mil soles.
El despacho de la magistrada ha señalado que “no tuvo ninguna reunión privada con el Papa Francisco, ni ha coincidido con la presidenta” Dina Boluarte, quien estuvo en la misma ciudad durante los días 13 y 14 de octubre.
De acuerdo con la resolución, también tenía previsto participar como relatora en el Evento Especial dedicado a la Diplomacia Jurídica y de Seguridad en el marco de la XI Conferencia Italia - América Latina y el Caribe, que arrancó dos días después de su salida del país.
De igual modo, tenía en agenda reuniones con el ministro Fabrizio Marcelli y con el juez experto anticorrupción Giovanni Tartaglia Polcini “para compartir experiencias y mejores prácticas que puedan ser aplicables al Ministerio Público”.
“La República Italiana cubrirá los gastos de pasajes aéreos, por lo que el Ministerio Público de la República de Perú asumirá los gastos referidos a viáticos, gastos de instalación y otros que no cubra la organización y se requiera para la realización de la comisión de servicios”, se lee en la norma.
Al llegar al país, la fiscal general señaló que la demora en la publicación del documento que autorizaba su viaje se debió a “trámites administrativos” y que su salida anticipada, desde el 9 octubre, fue “por términos de la distancia”.
“La invitación a la conferencia es del 11 al 13 y el 10 tenía otra agenda también. ¿Cuánto tiempo de viaje de distancia hay del Perú hasta Roma?”, cuestionó a una periodista durante una rueda de prensa.
La resolución, sin embargo, no indicaba ninguna actividad contemplada para 10 de octubre. Acorralada por las preguntas, optó por cortar la entrevista y se marchó.
Según Hildebrandt en sus Trece, en un año en el cargo, la fiscal ha disfrutado de indulgentes privilegios, como el consumo de chocolates suizos, alojamiento en hoteles de cinco estrellas y platos gourmet valorados en cientos de soles durante sus viajes por al menos once países en tres continentes.