De Héctor Prieto Materano, mejor conocido como Mamut, se saben ya varios detalles. Pero ha sido hasta ahora que se reveló el contenido de sus ‘libros contables’ y las exorbitantes sumas de dinero que amasó con la explotación sexual. Sus números superan ampliamente lo que gana al mes, por ejemplo, un congresista y dan luces de porqué el Tren de Aragua está tan interesado en tener el control total de las plazas de la prostitución en Lima.
A inicios de este año, cuando Mamut fue capturado en el distrito de San Martín de Porres, se le encontró en su poder un cuaderno con la pasta y las hojas maltrechas, pero con un contenido sumamente valioso para la Policía. Con esas anotaciones escritas a mano se logró saber que este peligroso delincuente venezolano, exrecluso del penal de Tocorón, llegó a recaudar 15 mil soles al día con la extorsión a trabajadoras sexuales extranjeras.
En el Perú, con descuentos y bonos, un congresista tiene de salario esa misma cifra de 15 mil soles, pero de forma mensual. Esto representa poco más de catorce sueldos mínimos (1,025 soles) en nuestro país, lo que da idea del descomunal monto que podía tener a su disposición Prieto Materano, considerado -en su momento- el ‘rey de la explotación sexual’ en Lima.
“Mamut fue un exitoso ‘CEO’”
Un reciente informe del semanario Hildebrandt en sus trece confirmó que Mamut amasó a diario todo ese dinero y sin ningún tipo de dificultad, más que la de sacar de su camino a punta de bala, sangre y muerte al que se le presentara como una amenaza para su rentable negocio criminal.
“Mamut fue un exitoso ‘CEO’ (director ejecutivo) de la sucursal que la banda del Tren de Aragua montó en territorio nacional. Llegó a tener más de mil hombres -entre jefes de plaza, gatilleros y soldados- distribuidos en diez regiones del país, donde operan a través de alianzas con bandas más pequeñas. Los cuadernos incautados por la Policía durante su captura revelan detalles de la logística de esta temida organización criminal venezolana y el rol de los miembros de su círculo más cercano”, se señala en el informe.
Haciendo una simple operación matemática, se puede determinar que al mes Mamut recaudó por lo menos 450 mil soles y al año casi cinco millones y medio de soles. Las autoridades precisaron que no todo el dinero era para el prontuariado extranjero, pero si una buena tajada terminaba en sus bolsillos. De acuerdo a los reportes policiales, su vestir no era ostentoso no usaba accesorios de oro ni finos relojes, pero sí gastaba considerables sumas de dinero en las mejores comidas, todo tipo de drogas, finos tragos y letales armas para amedrentar a sus enemigos.
Controlaba seis de trece zonas rosas
Los ‘cuadernos contables’ de Mamut develaron que, en un inicio, el cobro diario a las meretrices venezolanas era de 50 soles, pero luego pasó a 250 en promedio por el trabajo de lunes a viernes. Los sábados y domingos que llegaban más hombres interesados en sus servicios sexuales se pagaba obligatoriamente un bolo mayor. Solo con la explotación sexual, Prieto Materano obtenía más de diez mil soles y de lo secuestros al paso y la extorsión a comerciantes pequeños otros cinco mil.
Según la policía, Michel Elena Castillo Perozo, de 21 años, pareja sentimental de Mamut, se encargaba del registro contable. El día de la intervención fue hallado un cuaderno espiral color melón con la inscripción “Love let us love one another”. En la libreta, anotadas con lapicero azul, están las fechas y m ontos de los abonos, que oscilan entre los 100 y 500 soles.
Informes de inteligencia revelaron que, de las trece zonas de explotación sexual de Lima, Mamut logró imponerse en seis: la Primera de Pro (Los Olivos), Carlos Izaguirre (Los Olivos), Megaplaza (Independencia), Plaza Norte (San Martín de Porres), Jirón Zepita (Cercado de Lima) y Risso (Lince). Por esta última plaza fue que tuvo, hasta antes de ser recluido en el penal de Challapalca, un feroz enfrentamiento con alias Mamera, otro peligroso delincuente venezolano.