Desde Rusia, Abel Valdivia Montoya, principal sospechoso de asesinar al productor audiovisual Christian Enrique Tirado, en una fiesta en Lince donde también participó la tercera vicepresidenta del Congreso, Rosselli Amuruz, rompió su silencio tras ser capturado por las autoridades.
A través de un audio, que fue enviado al dominical Punto Final, trasmitido por Latina, el hermano del excandidato a la alcaldía de Bellavista, Carlos Valdivia, cuenta su versión sobre lo ocurrido el pasado 1 de octubre en la celebración por el cumpleaños del exparlamentario Paul García.
Lo primero que indica en su testimonio es que él sí fue invitado a la fiesta por el mismo García Oviedo, a quien consideraba su amigo. Esto contradice las declaraciones que dio el amigo cercano de Roselli Amuruz tras el crimen.
“Lamento mucho el problema tan terrible que ha pasado en mi familia, que ha pasado en mi vida. Yo fui a una reunión invitado por Paul García, que en ese momento pensé que era mi amigo”, indicó.
Disparó para disuadir
Según lo que se le escucha decir a Abel, él disparó para disuadir al agresor de su hermano Pedro, a quien supuestamente lo estaban atacando con un cuchillo. Cabe recordar que días atrás, la familia Valdivia había indicado que todo ocurrió en defensa personal.
“Al momento de retirarme de la reunión, alguien grita mi nombre y me propina un codazo en el rostro, quedo un poco golpeado y atareado. Mi hermano (Pedro Valdivia) sale en mi defensa y la persona comienza a atacarlo con un cuchillo a la altura del cuello”, comentó.
“Pensé que iba a matar a mi hermano y escucho que dicen que lo están cortando. Lo único que atiné es a defender a mi hermano. Ni siquiera fue intencional el disparo, por eso yo mismo me resbalo en la pista. Lo único que yo quería era disuadir para que no lo maten a mi hermano”, dijo.
Tras disparar, Abel escuchó que otras personas comenzaron a amenazarlo, sin embargo, él hizo caso omiso ya que fue en busca de su hermano Pedro para ver las heridas que tenía producto de la gresca.
“Yo no me di cuenta que la persona (Christian Tirado) estaba herida o algo. A lo único que fui, nada más, era a ver las heridas o corte que tenía mi hermano, porque es lo que estaba preocupado”, precisó.
Se fue del país por su hija
Luego del crimen, que ocurrió cerca a la 1 de la mañana, Pedro fue detenido por la Policía Nacional del Perú (PNP), mientras que Abel se alistaba para dejar el país. A las 6:40 de la tarde, viajó con destino a Colombia. Al día siguiente, el 2 de octubre, enrumbó a Turquía, para luego, el 4 de octubre, finalizar su travesía en Rusia.
Según explicó, se vio obligado a dejar tierras peruanas ante las amenazas de muerte que recibía. “Tengo una hija de dos años y siete meses que depende totalmente de mí. Tenía miedo por ella y por mi familia. Si me matan a mí, yo no sé qué podría ser de mi hija, que depende de mí”, argumentó.
“Salí (de Perú) por temor a mi hija, mi familia a Ania, mi conviviente, a mi pareja, a mi mujer. Al momento, en Rusia yo mismo entregué el arma, el auto y proporcioné mi dirección acá en Rusia. Al día siguiente me detuvieron porque yo mismo di mi dirección. Yo soy el primero que quiero que se esclarezca todo. Yo no tengo problemas con nadie, yo no me estaba peleando con nadie, solo me estaba retirando de ese lugar”, agregó.
Condolencias a la familia
Por último, Abel Valdivia se dirigió a la familia de Christian Tirado. “A la familia de la persona que falleció les doy mis condolencias. Yo en ningún momento quería que pase eso. Quiero que todo se esclarezca lo más rápido posible con la verdad. Tengo miedo, tengo mucho miedo”, finalizó.