Día mundial de lavado de manos: por qué es importante el buen lavado de manos

En un mundo que se mueve a un ritmo vertiginoso, a veces pasamos por alto un acto aparentemente simple pero vital: lavar nuestras manos.

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Las estadísticas son claras: lavar
Las estadísticas son claras: lavar nuestras manos puede reducir significativamente la incidencia de enfermedades mortales. (Andina)

Cada año, un día como hoy, 15 de octubre, el mundo se une en un acto de conciencia y comprensión. Una acción que podría ser fácilmente pasado por alto en la rutina diaria, pero que es fundamental para preservar la salud y salvar vidas: el lavado de manos.

Y justamente hoy 15 de octubre se celebra el Día Mundial de Lavado de Manos, que se convierte en una jornada perfecta para la promoción destinada a aumentar la percepción sobre la importancia del simple acto de lavar nuestras manos con jabón, una práctica eficaz y asequible para prevenir enfermedades y proteger la vida.

Los hechos hablan

Más allá de un gesto
Más allá de un gesto rutinario, lavar nuestras manos con jabón es una defensa efectiva contra enfermedades que cobran millones de vidas al año. (Andina)

Los datos son claros: el lavado de manos tiene un impacto directo en la disminución de enfermedades diarreicas en más del 40% y en infecciones respiratorias en casi un 25%. Estas enfermedades, a nivel global, cobran la vida de más de 3.5 millones de niños menores de cinco años cada año, según las cifras del gobierno peruano publicado en su portal.

El costo humano y económico de estas enfermedades es inmenso. La buena noticia es que hay una solución simple al alcance de nuestras manos, nunca mejor dicho.

Cuando cada segundo cuenta

Pero, ¿cuáles son los momentos cruciales en los que debemos ser conscientes de la importancia de lavar nuestras manos? Pues de acuerdo con las autoridades sanitarias del Perú, se ha formulado una lista de situaciones clave en las que un simple acto puede marcar la diferencia:

Antes y después de las comidas: La preparación y el consumo de alimentos son puntos críticos para la higiene.

Antes y después de manipular alimentos y cocinar: Un acto aparentemente cotidiano que es esencial para la seguridad alimentaria.

Antes de la lactancia materna: Un vínculo sagrado que debe protegerse.

Antes y después de cambiar pañales: Un acto de cuidado infantil que se convierte en una oportunidad de prevenir infecciones.

Antes y después de cuidar a familiares enfermos en casa: La compasión debe ir de la mano con la precaución.

La importancia de lavar nuestras
La importancia de lavar nuestras manos se refleja en cifras alarmantes: millones de niños mueren debido a enfermedades prevenibles. (Andina)

Después de usar el baño para la micción y/o defecación: Un paso crítico para prevenir la propagación de enfermedades.

Después de la limpieza del hogar: Después de una labor ardua, es necesario asegurarse de que nuestras manos estén limpias.

Después de manipular animales: Mantener la higiene después de interactuar con mascotas o animales de granja es esencial.

Después de tocar objetos o superficies contaminadas, como residuos sólidos, dinero y pasamanos de unidades de transporte público: En un mundo lleno de superficies compartidas, este paso es fundamental.

Antes y después de limpiarse la nariz: La higiene personal es clave para la prevención.

Después de toser: Una práctica esencial para evitar la propagación de enfermedades respiratorias.

Después de dar la mano: Un gesto común que podría transmitir más de lo que pensamos.

Los 7 pasos para una vida más saludable

La lucha contra enfermedades letales
La lucha contra enfermedades letales comienza en el lavabo: el lavado de manos es una herramienta poderosa en nuestras manos. (Andina)

De igual manera, la ciencia respalda lo que los expertos en salud han estado diciendo durante generaciones: el lavado de manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente después de visitar el baño y antes de tocar alimentos, puede reducir significativamente la incidencia de enfermedades diarreicas agudas.

A continuación, presentamos los 7 pasos vitales para un lavado de manos efectivo:

Preparación: Comienza liberando tus manos y muñecas de toda prenda u objeto. La libertad de movimiento es fundamental.

Hidratación: Moja tus manos con agua a chorro y cierra el grifo. La humedad es el primer paso.

En un acto tan cotidiano
En un acto tan cotidiano como lavar las manos, se encuentra la oportunidad de reducir la propagación de enfermedades y salvar vidas. (Andina)

Jabón y Espuma: Aplica jabón en tus manos y frótalas hasta que aparezca espuma, asegurándote de cubrir las palmas, el dorso, los espacios entre los dedos y, especialmente, debajo de las uñas.

Aclaramiento: Abre el grifo y enjuaga tus manos minuciosamente con agua a chorro. La limpieza es esencial.

Eliminación del Exceso: Agita o frota ligeramente tus manos para eliminar el exceso de agua. A continuación, sécatelas, comenzando por las palmas, luego el dorso y los espacios interdigitales.

Cierre Con Precaución: Si es posible, cierra el grifo con el material que usaste para secar tus manos. Evita el contacto directo.

Secado Alternativo: Si no tienes papel desechable a tu disposición, utiliza una tela o una toalla limpia. Si no tienes ninguna de las dos, permite que tus manos se sequen al aire libre. Alternativas sencillas para mantener una buena higiene.

Un acto de prevención global

El lavado de manos puede parecer un acto sencillo en el día a día, pero su impacto es profundo. La prevención de enfermedades y la preservación de vidas comienzan con algo tan básico como limpiarse las manos.

Con el Día Mundial de Lavado de Manos, recordamos que la salud está en nuestras manos y en la importancia de mantenerlas limpias. Un recordatorio anual que podría marcar la diferencia en la salud de millones de personas en todo el mundo.

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