La Gerencia Regional de Salud (Geresa) de Arequipa confirmó este domingo el primer caso de rabia humana en la región después de ocho años. Se trata de una paciente quincuagenaria, residente de la localidad de Chiguata, quien fue mordida por un perro en la vía pública, pero no acudió a un centro médico para recibir tratamiento oportuno.
La mujer se encuentra internada desde el último viernes en el área de emergencias del Hospital Regional Honorio Delgado Espinoza, a donde llegó con síntomas de adormecimiento y debilidad en las extremidades. Hasta el momento, el viceministro de Salud Pública, Ricardo Peña Sánchez, ha confirmado, vía RPP, que la paciente se encuentra estable y el director del referido nosocomio, Alexis Urday, que “no hay compromiso respiratorio”.
Último caso de rabia causó deceso de gestante
El último caso similar en el país ocurrió en setiembre de 2015, también en Arequipa, cuando una gestante fue trasladada por sus familiares, desde Puno, debido a que había sido mordida por un perro con rabia. La paciente fue sometida a un estado de coma inducido para evitar que el virus afecte su sistema nervioso, sin embargo, tras 20 meses, falleció en abril del 2017.
Carlos Gonzáles, coordinador del área de Zoonosis de la institución, ha referido a RPP que, hasta setiembre de este año, los casos de rabia humana superan los 25. A través de un comunicado, el Ministerio de Salud informó que ha establecido un cerco epidemiológico “para cortar la cadena de transmisión” y que todas las personas que tuvieron contacto con la paciente ya han sido vacunadas y atendidas.
En las próximas horas, además, un equipo especial del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) y de la Dirección de Prevención y Control de Enfermedades Metaxénicas y Zoonosis del portafolio se desplazará a la región para asistir con la investigación “de este primer caso de rabia humana urbana”.
“Ante ello se continuará con la investigación epidemiológica de campo, el seguimiento clínico del caso y de los expuestos. [...] El sector salud exhorta a la población que ha sido mordida por un perro en los últimos nueve meses a acudir al establecimiento de salud más cercano, para ser evaluado por un médico y recibir el tratamiento respectivo, según corresponda”, sigue el texto.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la enfermedad está presente en todos los continentes, afecta a más de 150 países y es responsable de por lo menos 60.000 muertes cada año, especialmente en las zonas rurales de África y Asia.
En hasta el 99% de los casos humanos, el virus es transmitido por perros, aunque también puede ocurrir por gatos, animales silvestres o murciélagos (el último caso de rabia humana por mordedura de quiróptero se registró en 2020).
Hasta 2019, las regiones donde se registraron más casos de personas mordidas por perros fueron Lima, Arequipa, Junín, Cajamarca, Callao, Puno, según la Dirección de Prevención y Control de Enfermedades Metaxénicas y Zoonosis.
Los primeros síntomas de la enfermedad incluyen debilidad, fiebre, dolor de cabeza y hormigueo en el sitio de la afección. A medida que el virus se va propagando al cerebro, un proceso que puede llevar semanas o incluso meses, puede ir surgiendo otros cuadros cada vez más graves.
Según el CDC, la rabia humana es mortal en el 100% de los casos, aunque prevenible por completo mediante la atención oportuna de los accidentes por mordedura. Entre 1990 y el segundo milenio, hubo brotes significativos en el país, especialmente en las comunidades nativas.
Enfermedad no se contagia de humano a humano
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la rabia afecta a más de 150 países y todos los años ocasiona miles de defunciones, principalmente en los continentes de Asia y África.
Cabe resaltar que en la gran mayoría de las muertes por rabia, el perro es la fuente de infección, y el origen de contagio en el 99% de los casos de transmisión a los humanos. Por esta razón, la rabia puede prevenirse vacunando a los perros y evitando sus mordeduras.
Sin embargo, también se podría transmitir de persona a persona por mordeduras o a través de la saliva, pero nunca se ha confirmado o contraer la enfermedad por trasplante de órganos infectados o inhalación de aerosoles que contengan el virus, aunque la tendencia de este tipo de contagio es muy baja.
Ante ello, se recomienda, en primera instancia, se deben aplicar medidas profilácticas posexposición (PPE), como lavar de inmediato y a fondo la herida con agua y jabón durante 15 minutos, colocar vacunas antirrábicas y administrar anticuerpos monoclonales o inmunoglobulinas antirrábicas.