Alberto Castro Antezana es un director de cine peruano que, como muchos, trabaja arduamente para poder seguir sacando adelante estos proyectos del séptimo arte en nuestro país. Sin embargo, la cultura artística, en sus diferentes expresiones, no es valorada, no tiene apoyo y, sobre todo, es muy costosa. Ante ello, aún tiene el trabajo más complicado, pues además de hacer cine, su lado activista busca dar voz a la comunidad LGBTI en nuestro país mediante su narrativa.
En ese sentido, el cineasta se ha encargado de sacar a la luz dos producciones: ‘Salir del Closet’ e ‘Invasión Drag’, siendo esta última la que acaparó noticias por una errada información proporcionada por el congresista José Cueto. Por ello, salió a responder y aclaró que todo lo que ha conseguido ha sido producto de su propio esfuerzo.
Este comentario equivocado se dio en medio de la polémica por el proyecto de Ley de Cine presentado por la parlamentaria Adriana Tudela, una propuesta que no ha sido del agrado de directores, creadores, ni artistas. El gremio del cine del país está en desacuerdo y a estas voces se suma la de Alberto Castro.
El cineasta conversó con Infobae Perú para opinar acerca de este polémico proyecto de ley y contestar a las declaraciones de José Cueto en su contra.
La crítica a la ‘Ley Tudela’
Luego de presentar su proyecto de ley, fue la propia Tudela quien se pronunció en las redes sociales para explicar cuáles serían los cambios que tendría esta propuesta, tratando de hacer entender que no sería perjudicial para los proyectos nacionales.
“La propuesta no pretende eliminar el financiamiento para las películas nacionales y regionales. Lo que propone es establecer un tope del 50% para los subsidios para este tipo de producciones, ya no el 100%. (...) Asimismo se abre posibilidad de que producciones extranjeras que graben en el Perú, puedan acceder a este financiamiento, ya que estas traen transferencia de conocimiento, pueden llegar colaboraciones con la industria nacional, generan empleo y promocionan al país”, señala en parte de su discurso.
En ese sentido, Alberto Castro considera que aprobar este pedido sería un retroceso para la industria en nuestro país, pues es importante entender que el cine no está solo en Lima y que las historias que se cuentan son tan diferentes como todos los lugares de nuestro Perú.
“Algo en lo cual se había avanzado mucho en los últimos años, era el entender que el cine peruano es plurilingüe, no solamente limeño. Justamente tratar de incentivar la aparición de realizadores en distintas partes del país para dejar de ser un cine tan centralista. Lo que plantea esta ley es justamente retroceder un poco en esos avances que se lograron hacer con la ley que tenemos actualmente y ahí es donde radica el problema: ver el cine como un producto. Creo que igual tiene que ver un poco con querer controlar qué tipo de historias o narrativas se cuentan”, menciona a Infobae Perú
Sin embargo, recalca que existe una desinformación sobre los cineastas que han recibido estos subsidios anteriormente. Aclara que el proceso para poder obtenerlos es demasiado largo y lleno de competencia, a diferencia de lo que se quiere dejar entrever sobre una supuesta ‘facilidad’ a un grupo de personas. Pero, también rechaza que productoras extranjeras ingresen a esta lista y puedan tener la posibilidad de obtener un subsidio que, finalmente, le cuesta a los peruanos.
“Gran parte de las críticas que hay contra la ley de cine habla sobre cómo ese dinero se va a un grupo de cineastas reducidos, o algo que ellos han creado, que es como una argolla, sin saber cómo es que se acceden a estos fondos. Existe toda una serie de pasos, una serie de caminos. Están sin entender que esta nueva ley lo que haría más bien es que el dinero no se vaya hacia los cineastas nacionales, sino que se vaya hacia corporaciones extranjeras, no entiendo por qué haríamos eso”, agrega.
El desatinado comentario de Alejandro Cavero
En medio de esta controversia, diversos congresistas salieron a favor de la llamada ‘Ley Tudela’. Entre estos parlamentarios estuvo Alejandro Cavero, quien en un discurso en defensa de este proyecto, cometió un grave error que ha desatado la molestia del gremio cinematográfico.
“Yo he suscrito el proyecto. (...) No veo una sola película que haya ganado absolutamente nada. Son muy malas estas películas, nadie las va a ver al cine. Y finalmente se lo reparte la misma argolla de siempre”, aseveró a los medios de comunicación.
Diversas producciones nacionales han sido galardonadas con más de un premio internacional. Retablo, Canción sin Nombre, Wiñaypacha, Mataindios, La Casa Rosada, entre otros, han sido difundidos en más de una plataforma fuera del Perú.
Por ello, Alberto Castro lamenta las palabras del parlamentario, pero reflexiona sobre el apoyo que también necesitan las producciones luego de que están listas para salir al mercado.
“El señor Cavero no debe haber visto muchas películas peruanas. Es ahí donde no se entera de que anualmente el cine peruano, con el poco apoyo que recibe, se está abriendo un espacio y sucede todo el tiempo. No hay mes en el cual una película peruana se estrena en un festival internacional. Entonces, decir eso es realmente ignorar muchísimo”, menciona al inicio.
“Creo que algo de lo que sí se debe estar hablando es que sí hay un gran problema con el cine peruano, que es a la hora de finalizar las películas. Lo que ha sucedido es que se aumentaba la producción en todo el país, ¿pero qué hacemos con estas películas? La ley del cine no contempla el qué hacer con ellas”, señala.
Por otro lado, aclara que es muy difícil competir con películas comerciales, pese a que pueden ser de nuestro mismo país. Por ello es necesario también contemplar que hacer con estas producciones cuando ya están terminadas.
“Estas películas luego se enfrentan a una cartelera comercial, pero sin ningún tipo de protección, sin ningún tipo de difusión, apoyo desde el mismo ministerio, la ausencia de salas, que quizás el mismo ministerio o los municipios deberían tener. Las principales películas que se difunden en los medios masivos son justamente las más comerciales, mientras que el resto del cine peruano no recibe difusión masiva”, sentencia el cineasta.
La respuesta a José Cueto
El congresista de la República, José Cueto, aseguró que el Ministerio de Cultura había financiado la película ‘Invasión Drag’ de Alberto Castro y dejó entrever que hubo una especie de favoritismo para que eligieran este proyecto, entre tantos otros. “Se ha confirmado una argolla caviar con la Ley del Cine”, mencionó.
Ante ello, el director de cine aclaró en Infobae Perú que su trabajo ha sido producto de su esfuerzo.
“Se refirió a mí y a mi película, claramente muy mal asesorado el señor, principalmente porque mi película no fue realizada con fondos del ministerio. Mis dos primeras películas fueron realizadas de forma independiente a través de campañas de financiamiento”, comenta.
Sin embargo, declaró que lo que recibió fue un ‘estímulo de promoción internacional’ por parte del Ministerio de Cultura luego de haber obtenido un reconocimiento.
“Lo que sí es cierto es que luego de que la película ya fue finalizada, y después de años, la película logra generar un triunfo internacional. Es seleccionada en Toronto, en México, en Nueva York, la película ha sido publicada por distintas plataformas y existe algo que se llama ‘estímulos de promoción internacional’ que justamente buscan apoyar a películas que han conseguido reconocimientos fuera, El costo de enviar películas a festivales no es algo que la gente tenga muy claro cómo funciona”, agrega.
Resalta que esa ha sido la única ocasión en la que ha recibido apoyo por parte del estado, pero nunca fue antes de tener el producto ya terminado. “‘Invasión Drag’ llegó a distintos festivales debido a que pudo acceder a estos estímulos de promoción internacional, no hay ni un sol que se haya utilizado de dinero público para la realización, ni ninguna de esas etapas”, comenta Alberto.
Pese a ello, confiesa que algunos cercanos le pidieron que tomara acciones legales, pero además de mencionar su nombre en una afirmación errada, notó que estas situaciones iban más allá del financiamiento a producciones peruanas, si no que lo sintió algo más en contra de la comunidad LGBT.
“Lo del congresista sí fue algo que mucha gente me pidió que lo denunciara, que pidiera la rectificación. Sí creo que ha sido algo bien agresivo y una situación como para decir: ‘miren, estamos gastando dinero en cosas que no importan’. A mí me ha molestado porque es un esfuerzo colectivo que hemos tenido que luchar para justamente para hacer la película sin apoyo del Estado. Por otro lado, porque es como cuestionar que una película sobre drag queens o una película del universo LGBTI no pudiera recibir un bono del Estado, ¿por qué no lo podría recibir?”, cuestiona Alberto.
“Fue un momento como raro que, además, me hacía entender que la ley no tenía únicamente que ver con dinero, sino que tenía que ver también con cómo querían controlar la narrativa que se contaba en nuestro país. Me tocó de una forma muy personal eso. Fue un momento bastante incómodo y molesto”, agrega.
Pese a que fue un mal momento el que le tocó pasar con esta información, admite que fue así que su trabajo pudo llegar a más personas que quizá desconocían de sus producciones. “De hecho sirvió de publicidad rara. No sé si llamarla así, pero el señor Cueto, fue el mejor difusor de contenido LGBTI de este Congreso. Gracias al señor por su ‘publicidad’”, sentencia sobre el tema.
La razón por la que sigue haciendo cine en una industria tan difícil
Alberto Castro sabe que el cine va más allá de una persona con un guión, una cámara y un actor al cual dirigir. Sabe que la industria no solo genera trabaja a quienes salen en pantalla, es un espacio en el que más personas pueden tener la oportunidad de un empleo.
“El cine es una industria que genera miles de empleos, no solamente hablamos de guionistas, actores, directores, productoras, que creo que son las caras, estamos hablando de gente que cocina, las personas de limpieza, de seguridad, la gente que cose en el vestuario, la gente que pinta la escenografía, hay una serie de empleos”, dice.
En esa línea, es consciente que hacer arte, en ese caso cine, es muy complicado en nuestro país. A él le costó años conseguir los recursos para financiar sus películas, conoce de compañeros que tuvieron que empeñar su casa u otras propiedades para poder tener dinero y seguir produciendo. Lamenta que esto siga sucediendo y espera más apoyo para evitar este tipo de situaciones. Por ello, confiesa que ningún cineasta se dedica solo a hacer producciones del séptimo arte, sino que también tiene que buscar trabajos alternos para seguir viviendo.
“Ningún cineasta se dedica solo a hacer cine, eso es una ilusión que existe en Hollywood, alguien que solo se dedica a hacer cine no es algo que suceda en el Perú. Cualquier cineasta, guionista, productor, incluso actor, trabaja en muchas cosas a la vez. Siento que hay una idea errada de que uno se hace millonario y solo se dedica a hacer películas”, expresa.
Pese a que es complicado y debe tener más de un trabajo, confiesa que la satisfacción de haber ayudado a más personas es lo que lo conlleva a seguir adelante en este difícil camino.
“En medio de esta cantidad de trabajos diversos que tengo que hacer en publicidad, institucionales, en talleres, dictando clases, pues lo que me motiva es contar determinadas historias. El haber hecho estos documentales sobre la comunidad LGBTI que el señor Cueto llama películas de homosexuales, es algo que a mí me ayudó mucho, tanto en mi viaje personal, y que luego me ha ayudado a entender que le está sirviendo a muchas personas también”, comenta.
“Si me preguntan por qué sigo haciéndolo, la verdad es que tampoco sabría mucho más. ¿Por qué no tirar la toalla y pronto irse a asustar al otro lado? A veces creo que me quedan ganas”, finaliza Alberto.