Desde pequeños grupos laborales hasta sectores con considerable presencia en el aparato productivo nacional recurren a la unión para potenciar sus mecanismos. La reactivación económica demanda la participación de los actores nacionales porque, lejos de responder a una exclusiva necesidad de recuperarse de la pandemia por el Covid 19, debe afrontar un contexto adverso: los conflictos sociales y los fenómenos climáticos. Sin embargo, tal parece que aquellos actores nacionales han encontrado, pese a lógicas diferencias, a sus pares: los actores de los demás países de la región.
Un total de 314 instituciones microfinancieras de seis países de América Latina se han unido para darle origen a la Asociación Latinoamericana de Microfinanzas (ALAMI). El objetivo de dicha agrupación consiste en potenciar la reactivación económica del sector microfinanciero latinoamericano y brindarle a los grupos poblacionales más vulnerables una red de acceso a los servicios financieros requeridos.
El ahora presidente de ALAMI, el peruano Jorge Delgado Aguirre, declaró para la Agencia Andina: “Nuestro reto es compartir experiencias, fortalecer el sistema microfinanciero en la región, aportar a la reactivación económica luego de la pandemia y ser actores importantes en la toma decisiones que se vayan presentando en las políticas públicas que se diseñan para el sector en cada uno de nuestros países”.
El naciente organismo mantuvo su primera sesión el pasado 5 de octubre en la ciudad de Lima, que ha sido elegida para ser la sede principal de la institución. Los participantes son conocidas empresas microfinancieras de Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, el Ecuador y Perú. Matices más, matices menos, a todas las unen los mismos altibajos sistémicos, las mismas complicaciones que implica la región. Delgado Aguirre mencionó, además, que la intención de tener presencia en la región se materializará con mayor facilidad cuando, a mediano plazo, se vayan incorporando empresas argentinas y centroamericanas.
“Es un hito para nosotros poder lograr esta integración regional y poner al Perú como uno de los países líderes de las microfinanzas en la región. Nuestros problemas son muy parecidos. Apuntamos a trabajar en la educación financiera, la inclusión de género, la digitalización de los servicios y reducir la exclusión financiera”, indicó el presidente de ALAMI.
En total, la cartera de productos y servicios de los entes agrupados ofrece su trabajo a más de 18,5 millones de clientes a lo largo del continente, sumando un volumen de colocaciones cercano a 28 mil millones de dólares.
El perfil del consumidor
Los sendos clientes de las empresas tienen una característica común: son microempresarios dedicados a la producción, al comercio y a los servicios, con un crédito entre los quinientos y los mil quinientos dólares.
Estructura de agrupación
Como mencionado, la presidencia la mantiene el Perú. La Agencia Andina dio a conocer que el Consejo que regirá a la organización durante sus dos primeros años se forma de la siguiente manera:
Presidente
Jorge Delgado Aguirre; Asociación de Instituciones de Microfinanzas del Perú-Asomif Perú
Vicepresidente
Néstor Castro Quintela; Asociación de Instituciones Financieras de Desarrollo-Finrural (Bolivia)
Directores
Marcelo Diez Medina; Asociación de Entidades Financieras Especializadas en Microfinanzas-Asofin (Bolivia)
María Clara Hoyos Jaramillo; Asociación Colombiana de Instituciones de Microfinanzas-Asomicrofinanzas (Colombia)
Patricio Chanaba; Asociación de Instituciones de Microfinanzas-Asomif (Ecuador).