Este 2023, nuestro país experimentó una serie de eventos climáticos impactantes. El ciclón Yaku, el primero registrado en esta región del Pacífico en cuatro décadas, marcó el inicio de una serie de sucesos inusuales. El calentamiento anómalo de las aguas oceánicas frente a nuestras costas llevó a la declaración de una alerta por el fenómeno de El Niño costero por parte de las autoridades.
Sin embargo, esta no es una situación nueva en el Perú. En 2017, el fenómeno de El Niño Costero dejó a una gran cantidad de damnificados que perdieron todo a causa de la implacable fuerza de la naturaleza.
La Unesco sostiene que aunque es imposible eliminar por completo el riesgo de desastres, los países que establecen marcos legales y regulaciones, adaptando sus instituciones a las metas y prioridades, poseen una mayor capacidad para gestionar y reducir el impacto de los desastres.
No obstante, es importante destacar que una estrategia exitosa para la reducción del riesgo de desastres es una tarea compleja que requiere una coordinación efectiva entre múltiples partes interesadas, políticas nacionales sólidas, colaboración interdisciplinaria y una perspectiva multisectorial, entre otros elementos fundamentales. En este Día Internacional de la Prevención de Desastres, recordamos la importancia de la planificación y la reducción de la exposición a estos eventos.
Fenómeno del niño, lluvias y huaicos en Lima
Según un reciente informe del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), Lima Metropolitana enfrenta una preocupante amenaza. Casi 240 mil hogares en la ciudad se encuentran en una situación de riesgo ‘muy alto’ debido a la posibilidad de inundaciones y flujos de activación de quebradas en los ríos Rímac, Chillón y Lurín. Este peligro inminente es una consecuencia directa de las lluvias pronosticadas relacionadas con el fenómeno climático de El Niño.
El estudio también destaca que estas viviendas se distribuyen en 14 distritos de la capital peruana. En términos de población afectada, la cifra asciende a casi 950 mil personas que estarían en una posición crítica si El Niño se manifiesta con una intensidad significativa. La situación plantea un desafío urgente en términos de planificación y preparación para hacer frente a esta amenaza inminente.
Perú, país altamente sísmico
Más allá de las inundaciones y los deslizamientos que de vez en cuando nos azotan, el Perú ocupa un lugar en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico. Según el Instituto Geofísico del Perú (IGP), nuestro país es testigo constante de movimientos telúricos, una parte propia de la naturaleza que ni el tiempo ni la tecnología han logrado prevenir.
A día de hoy, la ciencia tuvo un avance significativo en la capacidad de pronosticar estos sismos, por ello el IGP identificó las áreas donde es más probable que se produzcan, junto con sus posibles magnitudes máximas. Sin embargo, un enigma permanece: no podemos anticipar el cuándo ni a qué hora se desatarán.
Hernando Tavera, presidente ejecutivo del IGP, enfatiza la importancia de la preparación en un territorio sísmico como el nuestro. Para ello, es fundamental evaluar cuidadosamente los materiales con los que se han construido nuestras viviendas y las características de los suelos que las sostienen.
Además, destacó la necesidad de que, en el núcleo de nuestras familias, realicemos simulacros regulares. Estos ejercicios nos permiten identificar las rutas más seguras para alcanzar espacios abiertos en caso de un sismo, así como reconocer las áreas seguras dentro de nuestras edificaciones. La preparación y la prevención se vuelven las claves en este escenario sísmico constante.
Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres
Bajo el título de ‘Prevención y Reducción ante el Fenómeno El Niño’ Cenepred participó en el Taller Nacional de Capacitación, Prevención, Reducción y Preparación ante Emergencias y Desastres - FEN 2023, un evento organizado por el Ministerio de Educación (Minedu). Durante la ponencia, el arquitecto Luciano Paredes Jordán, representante del Cenepred, destacó la importancia de la prevención como un componente clave de la Gestión del Riesgo de Desastres (GRD).
Este enfoque engloba una serie de acciones destinadas a evitar la creación de nuevos riesgos en la sociedad en el marco del desarrollo sostenible, involucrando a diversos niveles del Estado, el sector privado, la sociedad civil y la población en general.
Puntualizando, el especialista señaló la vulnerabilidad de ciertas poblaciones e infraestructuras en el territorio, que carecen de la resiliencia necesaria para afrontar fenómenos naturales o provocados por la actividad humana. Estos elementos enfrentan la amenaza de sufrir daños tanto en términos sociales, económicos como ambientales. Por lo tanto, insistió en la necesidad de priorizar la prevención del riesgo de desastres en los procesos de toma de decisiones, influyendo en la planificación del territorio y la normativa de construcción.
En esta misma línea, subrayó que el Ministerio de Educación, como parte integral del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Sinagerd), debe incorporar la gestión prospectiva y correctiva del riesgo de desastres en su desarrollo, en línea con la Política Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres y los planes nacionales.
Además, Cenepred emitió una advertencia crucial para el bienestar de 2 millones 213 mil 593 personas en todo el país. Según los datos de los ‘Escenarios de Riesgos por Lluvias de septiembre a noviembre de 2023′ elaborados por el Centro, se identificó un alarmante total de 1 millón 446 mil 991 personas que residen en 17 mil 203 centros poblados distribuidos en 24 departamentos, todos ellos enfrentando un riesgo muy alto debido a deslizamientos, flujos de detritos o huaycos, entre otros movimientos en masa.
Cajamarca, Piura, Huánuco, La Libertad y Áncash serían las regiones más afectadas, con un estimado de 252 mil 747, 208 mil 228, 146 mil 346, 136 mil 756 y 135 mil 658 personas en riesgo, respectivamente.
Este pronóstico también arroja luz sobre la vulnerabilidad de la infraestructura y servicios esenciales. Según el Cenepred, 422 mil 044 viviendas, 1 mil 234 establecimientos de salud y 9 mil 091 instituciones educativas se encuentran en la misma situación de riesgo.
Indeci alerta a la población
El Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) advierte sobre la persistencia de oleajes en la costa peruana, según el Aviso Especial N.° 48 de la Dirección de Hidrografía y Navegación (DHN) de la Marina de Guerra del Perú. Este fenómeno, que abarca desde oleajes ligeros hasta moderados, se extenderá hasta el 14 de octubre.
En vista de esta situación, se hace un llamado a las autoridades regionales y locales para que guíen a la población en la implementación de medidas de protección específicas. La exposición a estos oleajes podría acarrear accidentes y daños personales o materiales.
Se recomienda la suspensión de actividades portuarias y de pesca, así como la protección de embarcaciones y la retirada de las flotas pequeñas a tierra firme. Además, se aconseja evitar actividades deportivas y recreativas en las zonas de playa durante el período de oleaje, así como la instalación de campamentos cercanos a la costa.
¿Por qué se celebra el 13 de octubre?
En un inicio, la Asamblea General de las Naciones Unidas marcó en su calendario el segundo miércoles de octubre como el Día Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales. Sin embargo, en 2009, una modificación entró en vigor, trasladando la conmemoración al 13 de octubre y, de manera simultánea, alterando su nombre a Día Internacional para la Reducción del Riesgo de los Desastres.
La razón detrás de este cambio radica en una perspectiva fundamental. Según la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR), la concepción de los desastres como algo puramente natural ha quedado atrás. Los eventos catastróficos, lejos de ser actos de la naturaleza, son ahora vistos como consecuencias de nuestras propias omisiones y de una carencia de medidas preventivas y planificación.