El pasado viernes 6 de octubre un autobús con 55 pasajeros sufrió un accidente vehicular a la altura del kilómetro 88 de la carretera Oaxaca-Cuacnopalan, autopista que comunica los estados de Oaxaca y Puebla, en el sureste de México.
Según la Fiscalía General de Oaxaca, el vehículo se volcó al promediar las 5 de la mañana debido a una distracción del conductor, quien perdió el control de la unidad por intentar recoger un objeto que se le había caído en pleno movimiento. Esto dejó como resultado 18 muertos (dos mujeres, tres menores de edad y 13 hombres) y 27 heridos.
“Mis condolencias a familiares de las víctimas y todo nuestro apoyo a quienes resultaron heridos en este terrible incidente. Les mantendré informados”, posteó en redes sociales el gobernador de Puebla, Sergio Salomón.
Las primeras informaciones señalaron que en el bus solo viajaban migrantes de nacionalidad haitiana y venezolana, todos movilizados bajo la esperanza de llegar a la frontera de Estados Unidos. Sin embargo, tras un par de días, se confirmó que entre ellos iba la peruana Lizbeth Grados Gómez, junto con sus dos menores hijos, de 8 y 11 años.
Según pudo constatar el noticiero de 24 Horas, de Panamericana Televisión, lamentablemente, la mujer y el más pequeño de los hermanos fallecieron en el acto, mientras que el mayor se encuentra gravemente herido en tierras aztecas.
Familia pide ayuda para repatriar los cuerpos
Desde Carabayllo, los familiares de la víctima contaron al mencionado medio que Lizbeth Grados viajó con la esperanza de poder materializar el “sueño americano” con sus dos retoños, sin importar las dificultades que podía conllevar toda la travesía terrestre.
Visiblemente afectada tras perder a su hija y nietos, la madre de la fémina pidió ayuda a las autoridades locales y extranjeras para poder repatriar el cuerpo de la dos víctimas mortales del accidente, así como para asistir al menor de 11 años que se encuentra delicado de salud en un hospital de Puebla.
“Por favor, quisiera que me den una gran ayuda, de Perú o del extranjero, porque no tenemos posibilidades (para repatriar el cuerpo de los dos connacionales). Quisiera una gran ayuda, por mi hija, por mis dos nietos, para que estén acá con nosotros para velarlos. Me siento mal, adolorida, no sé qué hacer”, declaró su progenitora.
Del mismo modo, otro de sus familiares indicó que, para poder recibir la ayuda solicitada, necesitan que la Municipalidad de Carabayllo les extienda una constancia que confirme que son de extrema pobreza.
“Se necesita esa constancia de pobreza o extrema pobreza para poder iniciar el proceso de repatriación de cuerpos y del traslado de mi sobrino que está allá solo en México”, mencionó la tía paterna de los niños. “Sin ese documento no se puede avanzar nada. […] Que sea lo más rápido posible, por favor”, agregó.
Ya no está solo
De acuerdo a lo manifestado por los vecinos que tenía la víctima en Carabayllo, lugar en donde la mujer vivió por 15 años, su hermana ya llegó a México para encontrarse con su sobrino y acompañarlo. “Ha sido recibida con el cónsul allá y saber la situación de saber cómo está”, expresaron para 24 Horas.
Los familiares que residen en Perú, además de hacer un llamado a las autoridades para solicitar la pronta repatriación de los cuerpos de Lisbeth y su hijo en busca de darles un entierro digno en su país natal, dejaron un número celular para aquellas personas que deseen brindar una ayuda para los gastos respectivos: 946 233 362.