Mafia ‘Dragón Rojo’ de Taiwán estaría extendida en Perú: los hallazgos de Fiscalía sobre la red criminal asiática

Rocío Gala, coordinadora Nacional de las Fiscalías Especializadas en Delitos de Trata de Personas, dio más luces sobre la red criminal que explotaba y mantenía secuestradas a 50 personas de nacionalidad malasia

Fuente: RPP

El ‘Dragón Rojo’ de Taiwán, una de las mayores mafias asiáticas del continente que secuestró a casi 50 malasios en una residencia limeña para explotarlos laboralmente, se habría extendido a otras ciudades del Perú, según estimaciones de la fiscal superior Rocío Gala, coordinadora de las Fiscalías Especializadas en Delitos de Trata de Personas.

“En realidad, no se descarta [que la organización criminal tenga ramificaciones]. Recordemos que estas formas de acción delictiva se han visto en otros países, como en México. El delito de trata es de naturaleza transnacional. Y es probable que este esquema extorsivo ya haya ingresado a nuestro país”, dijo la magistrada este miércoles en una entrevista difundida en RPP.

Ensangrentadas y con signos de tortura, dos de las víctimas lograron escapar el último fin de semana de la lujosa residencia de La Planicie, en La Molina, donde permanecían retenidas. Pidieron ayuda a los vecinos y después a la Policía. Cuando ingresaron con una autorización juicial, los agentes se toparon un escenario de horror.

Colchones en el piso, hacinamiento, aislantes de ruido y 44 víctimas, 27 mujeres y 17 hombres. “De lo que se viene recabando a la fecha, todas estas personas habrían ingresado de manera regular al Perú porque no requerían visa. No había forma de detectar un ingreso ilegal”, detalló la fiscal.

En 2011, Panorama reportaba que el ‘Dragón Rojo’ de Taiwán tenía en foco a empresarios chinos instalados en el país, a quienes pedían cupos o amenazaban con atacar sus negocios con bombas. Según el coronel Walter Ramos, jefe de la División Policial Este 2, el medio centenar de sobrevivientes rescatados recientemente estaba obligado a hacer llamadas de extorsión a Malasia.

Los captores les entregaban celulares y una tablet. Debían trabajar durante la madrugada y, a quienes se dormían, los dejaban sin comida. “La forma de captación era vía redes sociales, se les daba la promesa de trabajar en tragamonedas o casinos. La ruta que habrían tomado habría sido aérea. Aparentemente, habrían venido por Holanda, Ámsterdam, pero son rutas que se deberán ahondar”, matizó Gala.

Seis de los apresados son nacionalidad taiwanesa y dos peruanos, incluido el líder de la red, William Tsai Wu, un taiwanés nacionalizado ecuatoriano. Todos ellos han quedado con orden de detención preliminar por la presunta comisión del delito contra el orden migratorio y tráfico ilícito de migrantes.

Durante la diligencia fueron incautados un vehículo, 50 celulares, así como 15.000 soles y 10.000 dólares en efectivo, tarjetas de débito y pasaportes de Taiwán. A través de un comunicado, el Gobierno de Malasia ha confirmado que sus connacionales se encuentran “en buenas condiciones” y que organiza su futura repatriación.

”Todas las víctimas han pasado por un proceso de investigación y serán enviadas de regreso a Malasia en un futuro próximo. La embajada de Malasia en Lima seguirá en estrecho contacto con las autoridades locales en relación con este caso y brindará asistencia consular adecuada a todas las víctimas”, subrayó el Ministerio malasio de Exteriores.

La trata de personas es uno de los negocios ilícitos que mayores ganancias de origen ilegal genera en el mundo. Según la Defensoría del Pueblo y CHS Alternativo, en el país se mueven cerca de 700 millones de dólares por actividades vinculadas a la explotación sexual y otros 600 millones dólares por explotación laboral.

La cifra significa una ganancia de 28 mil 875 soles anuales por cada una de las víctimas, un monto abismalmente menor a los 0.12 céntimos por persona que invierte el Estado para prevenir y perseguir el delito, así como para proteger a los afectados y financiar el Plan Nacional de Acción contra la Trata de Personas.