Un nuevo escándalo salpica al cuestionado congresista Héctor Valer. Un grupo de vecinos de la urbanización El Cuadro, ubicado en el distrito de Chaclacayo, han denunciado que las mascotas del integrante de la bancada Somos Perú estarían matando a gatos en el lugar.
Según una nota de Latina Noticias, dos perros cuyo dueño sería Valer salen a las calles de la zona sin ningún tipo de vigilancia para capturar a los mininos y devorarlos. Sin embargo, la agresividad de los canes también alcanzaría a personas de la tercera edad.
Estos hechos ya han sido reportados, en reiteradas ocasiones, en la comisaría de Chaclacayo. La última vez pasó el 3 de octubre pasado cuando se interpuso la respectiva denuncia contra Valer Pinto, quien ya fue increpado por este problema.
Agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) llegaron hasta la vivienda del parlamentario para que responda por las quejas de sus vecinos en abril. Lejos de asumir cualquier responsabilidad, se excusó en que decir que dejó la puerta abierta cuando salía a trabajar y sus mascotas se escaparon.
Debido a este problema, los vecinos de la urbanización El Cuadro realizaron una junta en la que participó una allegada al congresista Valer. Se trata de Marilyn Mamani Nina, quien trabaja como asesora principal del representante de Somos Perú y que habría estado a cargo de la supervisión de los perros. Inicialmente, no quiso reconocer alguna responsabilidad, pero la presión de los reclamos la hizo retroceder.
“Yo he llegado casi a las 12 y he salido a ver la remodelación de mi otra casa. Yo he salido y los perros han salido junto conmigo”, dijo la mujer. De otro lado, otra persona que trabajó para Valer tuvo conocimiento de ese asunto. Nos referimos a Martín Manyari, quien laboró para el ‘padre de la patria’ hasta julio pasado en su despacho congresal.
El espacio de Latina buscó el descargo de Valer, pero mencionó que hace meses no vive en el lugar.
Hizo escándalo en hospital
Cabe precisar que no es la primera vez que el congresista de Somos Perú está involucrado en un escándalo doméstico.
En agosto pasado se viralizó un video en el que se observa a Valer que discute con una persona al interior de la Clínica Internacional de San Borja.
En las imágenes se observa que el expremier del expresidente Pedro Castillo pierde los papeles cuando un civil lo increpó por el alboroto que generó por no respetar el turno para ser atendido. Lejos de guardar la compostura lanzó una serie de lamentables improperios que sorprendió a más de un asistente.
“¡Usted genera problemas, baboso! ¿Qué quieres tú?”, se le escucha decir al parlamentario. Luego se le oye: “¡Hay congresistas que se callan, baboso, pero yo no!”.
Sin embargo, el civil le responde a Valer y lo tilda de “ladrón”. Esto generó la respuesta furibunda del ‘padre de la patria’. “¡Ladrón tu madre! ¡Yo no soy ladrón, soy empresario, baboso!”, lanzó el representante de Somos Perú.
Contrato de la hija
Infobae Perú reveló hace semanas que una de las hijas del congresista Valer tuvo una orden de servicio en el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento tras sostener dos reuniones con Salatiel Marrufo, exjefe del gabinete de asesores del encarcelado exministro Geiner Alvarado. Se trata de Eva Valer Montoya.
Después de las citas de trabajo con Marrufo, el portal del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) registra que Valer obtuvo una orden de servicio por la suma de S/ 5,666.66 para brindar “el servicio especializado para opinión, revisión y gestión de documentación legal para el área de asesoría legal de la oficina de administración general” por 20 días.
Sin embargo, la contratación irregular fue detectada por el Tribunal de Contrataciones del Estado que la sancionó por infringir en el artículo 50 de la Ley de Contrataciones del Estado. El castigo consistió en que estaba impedida de contratar con alguna entidad pública entre el 15 de mayo al 15 de agosto.
Además, la orden de servicio de la hija del congresista Valer también fue detectada por la Contraloría General de la República en un informe de acción de oficio posterior N° 139-2023-OCI/5303-AOP emitido el 1 de junio pasado.