*Lucía tiene más de 50 años, es madre de familia, ha enfrentado episodios de violencia física, maltratos y duros sucesos a lo largo de su vida que le han causado mucho dolor; sin embargo, jamás buscó ayuda profesional para lidiar con sus episodios depresivos o de ansiedad que, inclusive, le impedían respirar. En sus épocas más jóvenes hablar de salud mental era impensable y solo se pedía atención ante afecciones físicas, por lo que piensa que asistir a una consulta psicológica no es necesario.
Aunque estas ideas poco a poco se van descartando entre las personas más jóvenes, lo cierto es que también hay quienes se resisten, como *Pierina, quien tiene menos de 30 años, pero tampoco busca atención especializada —pese a sus cuadros de insomnio, cuadros de posible depresión y ansiedad— porque considera que pagarla es costoso y su propio desánimo y agotamiento no le permiten acudir a un establecimiento público, donde la espera puede ser más prolongada.
Lamentablemente, en el Perú pese a que durante el 2022 se reportaron un millón 631 mil 940 casos atendidos de problemas de salud mental, lo que, además, implicó un incremento del 19.21 % de reportes con respecto al año anterior se continúa registrando un déficit considerable de especialistas en psicología y psiquiatría en el sector público. Así, por más campañas que se realicen alentando que los ciudadanos busquen ayuda, resulta limitante cuando el grueso de la oferta se encuentra en el sector público.
El Colegio de Psicólogos del Perú da cuenta de que solo existen 30.000 psicólogos en todo el país. Esto quiere decir que apenas hay un especialista por cada 1000 habitantes y la mayoría concentrados en Lima, la capital.
Además, la misma institución precisó, con datos recogidos hasta el 2018, que apenas se cuentan con 1.196 psiquiatras colegiados. Un déficit alarmante ante el incremento de trastornos de salud mental, estadísticas que se agravaron tras los embates de la pandemia por la COVID-19, en la que miles perdieron a sus seres queridos y tuvieron que lidiar con el aislamiento social masivo.
Debido a esta situación y porque este 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, Infobae Perú consultó con un grupo de especialistas sobre la importancia del cuidado del cuidado de la psique y sobre el porqué se deben desterrar los prejuicios que rodean al hecho de buscar ayuda terapéutica, ya sea psicológica o psiquiátrica, en los casos más delicados.
La psicóloga Taniht Cubas, directora de la carrera de Psicología de la Universidad Autónoma del Perú, precisa que es vital que la población empiece a comprender que no es necesario llegar a estados graves de malestar -porque luego las terapias pueden ser más largas o complicadas- para recién buscar la ayuda terapéutica, sino que este proceso puede iniciar preventivamente, sobre todo desde las familias, espacios donde se debe normalizar hablar sobre la salud mental y los problemas que se pueden llegar a presentar en este ámbito.
“Las terapias psicológicas están para acompañar y ayudar en su desarrollo personal, o incluso profesional. Y claro que también vemos problemas como la ansiedad, la depresión y trabajamos de manera multidisciplinaria sobre otros trastornos mentales de mucho más impacto, pero nosotros debemos ver que la terapia es beneficiosa para todos, ya que nos va a ayudar a sentirnos mejor y a utilizar nuestros propios recursos, gestionar mejor nuestras emociones a través de habilidades y destrezas para poder justamente afrontar cualquier adversidad que tengamos”, detalló a Infobae Perú.
Además, dijo que es importante permanecer atentos ante la multiplicidad de síntomas que se presentan en un caso de depresión, por ejemplo. Puesto que el imaginario social suele creer que una persona deprimida vive encerrada o llorando; sin embargo estas usualmente son personas funcionales que trabajan, estudian y viven su día a día, pero necesitan el apoyo adecuado y también el de su entorno. Así, dijo que hay que permanecer alertas al cansancio sin explicación física, la fatiga, problemas de sueño, irritabilidad o cambios abruptos en el apetito.
Usualmente, los especialistas de salud mental promueven las ideas de que las personas validen sus emociones y no las minimicen o cuestiones como el autorrespeto, la autoestima y acerca de habilidades sobre cómo lidiar con ideas autodestructivas o nocivas sobre sí mismos o los demás. Aún así, como Luisa* y Pierina*, muchas personas prefieren no asistir a estos consultorios, aunque también es cierto que factores externos como la falta de especialistas dificultan el acceso a las atenciones o a la posibilidad de hallar un diagnóstico certero.
Ante dicho contexto, la especialista técnica del programa “Familias fuertes: Amor y límite” de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Lenny Luey Ordoñez, manifiesta que es vital que las familias sean un núcleo de contención a la hora de hablar de problemas de salud mental y que sean ellas las que animen a sus miembros, sobre todo a los más jóvenes, a buscar ayuda cuando esto sea necesario o cuando el soporte que estas brindan se vea desbordado. Sin embargo, también precisa que en el caso de que los adultos sean los más reticentes a asistir a sesiones de psicoterapia, son los hijos quienes pueden animar a sus padres a buscar soporte.
“Nuestra salud mental se puede ver afectada en cualquier momento en nuestra vida, igual que nuestra salud física. Así como una persona no puede estudiar, no puede acudir a su trabajo cuando tiene 40 de temperatura o está sufriendo dolores productor de una infección o de un proceso viral, igualmente cuando nuestra salud mental está afectada nuestra productividad en diferentes ámbitos de nuestra vida también se verá afectada, va a bajar nuestro rendimiento, nuestras relaciones en los diferentes entornos. Hay que romper con los estereotipos y los prejuicios alrededor de acudir con un especialista, pues tenemos que ser responsables de nuestro autocuidado y del cuidado de las personas que queremos. Y yo creo que los jóvenes actualmente tienen mucho menos resistencia, están más abiertos al tema del autocuidado y abrirse a temas respecto al cuidado de su salud mental. A veces son los los jóvenes los que acuden a consulta primero y luego se les solicita que acudan junto con un familiar responsable”, señala la especialista.
Y es que, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes 2022), del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 32.3 % de jóvenes de 15 a 29 años presentaron algún problema de salud mental o emocional.
Por su parte, el especialista para la atención del servicio Habla Franco en DEVIDA, Ronnie Rengiffo, precisa que es importante que la ciudadanía empiece a normalizar que en algún punto de sus vidas pueden pasar por cuadros depresivos o de ansiedad y que es importante solicitar ayuda para que los síntomas no limiten la calidad de vida de las personas.
“Creo que ayudaría muchísimo que programas de repente, incluso de televisión, puedan hacer notar esto como algo normal, como parte de la vida, como algo en donde aprendes y donde creces. O que la mirada que se tenga sea a nivel educativo, a nivel social. Cuando estamos hablando de salud mental hemos de tener en cuenta tanto la responsabilidad individual de las personas por generar o adoptar prácticas saludables y el de buscar apoyo cuando lo necesitas, pero también el papel de la sociedad, en cuanto a buscar que en los entornos se promueva la salud mental, que haya presupuesto para la salud mental y que sea vista de manera normalizada la salud mental y las visitas al psicólogo y el psiquiatra. Todo esto facilitaría que las personas busquen estos servicios”, dijo en conversación con nuestro medio.
Deficiente inversión en salud mental
En el 2022, la Defensoría del Pueblo alertó que, si bien el presupuesto asignado al control y prevención en salud mental ha ido aumentando sostenidamente desde el 2018, apenas representaba 0,2 % del presupuesto nacional y el 1,6 % del presupuesto asignado a la función salud, lo cual resulta mínimo teniendo en consideración que los problemas de salud mental representan gran porcentaje de los problemas de salud en general en la población.
El director de Salud Mental del Minsa, Yuri Cutipé, precisó que en el 2021 se atendieron más de 1 300 000 casos de problemas vinculados a la salud mental. “La mayor parte de estos casos son de personas, de todas las edades, con desordenes depresivos o trastornos de ansiedad, pero también con trastornos mentales severos; como trastornos por consumo de sustancias y otras drogas, psicosis, bipolaridad o problemas del desarrollo, entre otros”, precisó tras recomendar a los ciudadanos no esperar y consultar con el servicio de salud más cercano ante cualquier inquietud.
Esto también imposibilita la atención de calidad.
Para aliviar estos problemas, en el 2019 se promulgó una nueva ley de salud mental (Ley n.° 30947), que propuso un enfoque comunitario. Sin embargo, en el “Plan de fortalecimiento de servicios de salud mental comunitaria 2018-2021″, el Minsa detalla que el país necesita alrededor de 315 centros de salud mental comunitarios para atender a la población: uno por cada 100.000 habitantes. La meta era contar para el 2021 con 241. Sin embargo, hasta este 2023 se cuenta con 249 de estos establecimientos, es decir aún hay un déficit del 21%.
Mientras los servicios públicos mejoran, la clave para romper el tabú de asistir a terapia es buscar el soporte familiar o el de personas cercanas, que ayuden a la persona afectada por algún cuadro de malestares a buscar ayuda, tal cual se tratase de un malestar físico, pues a nadie se le ocurre cuestionar que alguien vaya a un médico general. Tampoco se deben asociar los síntomas a “locura”, ni tratar de “sobrellevar” estos problemas en soledad. Y menos pensar que ciertas emociones como la tristeza, la ira, el enojo son negativas. Solo hay que aprender a gestionarlas.
Dónde buscar ayuda
Si deseas atención en salud mental acude al establecimiento de salud más cercano, donde un profesional de psicología o medicina te atenderá. Si el caso fuera moderado o grave, te derivará a un Centro de Salud Mental Comunitaria (CSMC) en donde te brindarán una atención ambulatoria y especializada. Sin embargo, si te encuentras o tienes un familiar con conductas autolesivas o suicidas puedes acudir al CSMC más cercano. (Ver la lista completa AQUÍ)
Además, si necesitas información y orientación en salud mental las 24 horas del día y durante todo el año, puedes solicitarla de forma gratuita por la Central 113, opción 5, del Minsa.
Devida también cuenta con el programa Habla Franco, al cual pueden acudir personas que están siendo aquejadas por problemas de adicción.