Detrás de su aparente semblante inocente y cautivadora mirada, Adriana Cabargas Castaño, de 26 años, escondía su delincuencial accionar en favor de las llamadas mafias del sexo que operan en diversos distritos de Lima. Según la Policía peruana, alias Yesmith mantenía importantes nexos con una peligrosa y sanguinaria facción del Tren de Aragua, la Dinastía Alayón, que recientemente fue desarticulada.
Pese a su corta edad, esta joven extranjera de numerosos tatuajes sabía sembrar terror entre sus compatriotas venezolanas que eran esclavizadas sexualmente. En un video que llegó a manos de las autoridades, se le aprecia golpeando contundemente con un objeto la cabeza de una jovencita víctima de la trata de personas que le suplica de rodillas pare la agresión.
La razón de su violenta reacción -de acuerdo a informes de la Policías- fue que la trabajadora sexual venezolana no había cumplido con pagar el monto semanal que le cobran por usar la plaza que era de propiedad de la Dinastía Alayón. Para ella no había excusa que valga y les hacía entender a la fuerza que no se podían atrasar en ningún pago.
Siempre con la ropa más exclusiva y la ventaja de poseer los mejores celulares, Yesmith se daba el lujo de tener una buena vida, sin trabajo conocido ni oficio que la solvente más que su capacidad criminal para servir de pieza clave al Tren de Aragua en sus negocios de la explotación sexual. La Policía la reconoce como la nueva sucedora de Wanda del Valle Bermúdez, la Bebecita del crimen, quien fue pareja del abatido delincuente Maldito Cris.
“Ligada a la buena vida, al placer de vestirse bien, de asistir a lugares lujosos. A mostrar excéntricamente, lujos y joyas. Definitivamente muy parecia a la Bebecita del crimen, Wanda del Valle Bermúdez Viera“, dijo el coronel PNP Paulo Avila Romero, jefe de la División de Investigación de delitos de Alta Complejidad (Diviac), a Domingo al Día.
Amante del TikToK y los bailes sensuales
Ante sus seres queridos, la llamada nueva Bebecita del crimen se mostraba como una inofensiva jovencita que solo gustaba del buen vestir y de compartir sus sensuales bailes a través de la plataforma TikTok, donde tenía decenas de seguidores que quedaban impactados por su atractiva figura.
Sin embargo, la verdad detrás de su supuesta inocencia es que venía siendo buscada por diversas divisiones policiales que trabajan en la lucha contra la criminalidad extranjera. De acuerdo a informes de inteligencia, Yesmith se encargaba de recaudar el dinero de la extorsión a las trabajadoras sexuales venezolanas que trabajaban en la zona rosa de San Juan de Lurigancho y otros puntos de Lima este.
Su accionar delictivo se vio frenado la madrugada del 5 de octubre, cuando la Policía asestó un duro golpe contra la Dinastía Alayó, cuyo cabecilla fue identificado como Yomar José Delgado Palacios, de 29 años, alias Nino, quien mantenía una relación sentimental con la peligrosa Cabargas Castaño.
Escaló rápido en la organización
La cercanía con este avezado delincuente venezolano, sobre quien pesaría diversos delitos y crímenes, le permitió a las joven veinteañera de aparente semblante inofensivo escalar en la pirámida criminal de la célula delictiva del Tren de Aragua. Al ser la mujer uno de los cabecillas, los demás integrantes de la organización empezaron a mostrarle respeto.
La Policía Nacional del Perú (PNP) mencionó que la Dinastía de Alayón opera en nuestro país desde octubre del 2022 y, según el Ministerio Público, sus redes de acción se extenderían hasta Colombia y Chile.
Como parte del proceso de desarticulación de la Dinastía Alayón, también se intervino algunas celdas de los penales Lurigancho, Ancón I y Challapalca, porque desde estos lugares se habría detectado algún tipo de coordinación de parte de algunos reos.