Huánuco-Tingo María: Un recorrido turístico entre sus sabores locales, cataratas naturales y tesoros culturales

Infobae Perú relata los principales atractivos turísticos de la región Huánuco, lugares que puedes visitar en familia o con amigos para escaparte de la rutina.

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Las ciudades de Tingo María y Huánuco pertenecen a la región de Huánuco y oculta unos bellos atractivos turísticos | Crédito: Infobae Perú.
Las ciudades de Tingo María y Huánuco pertenecen a la región de Huánuco y oculta unos bellos atractivos turísticos | Crédito: Infobae Perú.

Hace una semana, llegué al Aeropuerto Alférez FAP David Figueroa Fernandini, ubicado en la ciudad y región de Huánuco. Era un martes y junto a un equipo de periodistas habíamos madrugado dejando atrás Lima para adentrarnos en la vivencia directa de los cautivadores encantos que esta región nos ofrece junto a PromPerú y la plataforma ‘¿Y tú que planes?’.

En las afueras, nos esperaba el señor Luis Egusquiza, nuestro guía turístico en su cómoda combi. Dispuesto a llevarnos a uno de los hoteles con la mejor ubicación y atención de la ciudad— frente a la majestuosa Plaza de Armas de Huánuco—. Desde allí, tuvimos el privilegio de admirar la imponente figura de un negrito, la escultura de una máscara que se erguía con aproximadamente dos metros de altura. Esta obra, además de ser llamativa y folclórica, representa el orgullo de los locales, un tesoro preciado que personifica la rica herencia y la vibrante cultura de esta ciudad.

La máscara de un "pampa", danzante de menor jerarquía en la cuadrilla de la Danza de los Negritos y el de mayor número. Foto: ANDINA / Gobierno regional de Huánuco.
La máscara de un "pampa", danzante de menor jerarquía en la cuadrilla de la Danza de los Negritos y el de mayor número. Foto: ANDINA / Gobierno regional de Huánuco.

Una vez en el hotel, dejamos rápidamente nuestras cosas para dirigirnos a almorzar hacia un restaurante que nos dejó cautivados con su exquisita oferta culinaria.

Comimos trucha frita, cuy frito, picante de cuy y pachamanca de chancho. Simplemente delicioso. Pero lo que sin duda, lo que sin duda, nos dejó enamorados fue el agua de cocona, una bebida amazónica que dejó nuestro paladar absorto por su densa pulpa y su dulce y refrescante sabor. El restaurante, estratégicamente ubicado junto al río Huallaga, otorgó un toque extra a la experiencia gastronómica.

Posteriormente, nos dirigimos a la hacienda Cachigaga, propiedad de quien en vida fue Honorato López Ramírez. Un extenso lugar, donde se cultiva y cosecha la caña de azúcar, ingrediente principal de la shacta, también conocida como aguardiente de caña de azúcar. La bebida bandera de Huánuco y patrimonio cultural de la nación.

Una rueda que funciona con la fuerza del agua del río permite el funcionamiento de la máquina Trapiche, la cual extrae el jugo de la caña de azúcar para elaborar la shacta| Foto: Infobae Perú / Hacienda Cachigaga.
Una rueda que funciona con la fuerza del agua del río permite el funcionamiento de la máquina Trapiche, la cual extrae el jugo de la caña de azúcar para elaborar la shacta| Foto: Infobae Perú / Hacienda Cachigaga.

Rocío Albornóz, supervisora del área de producción nos sumergió en el fascinante mundo de la elaboración de esta bebida emblemática. Junto a una extensa plantación de caña de azúcar, se alzaba una impresionante rueda movida por la corriente de un estrecho canal del río. Esta rueda impulsaba el ‘trapiche’, una máquina encargada de extraer el jugo de la caña y convertirlo en bagazo, el cual luego era amontonado en montículos que formaban pequeñas colinas, desde las cuales pude deleitarme con una vista privilegiada de la hacienda.

A continuación, nos adentramos en la preparación de algunos tragos a base de shacta, no sin antes nombrar a otros productos derivados de la caña de azúcar que también se producen en Cachigaga: la panela, la miel de caña, el néctar de caña, y otros. Ahora sí, el momento especial: la degustación de un trago especial creado por los encargados de esta hacienda en honor a un antiguo trabajador al que recuerdan con mucho cariño.

El trago Shirako, elaborado con pulpa de mango, pulpa de maracuyá, extracto de limón y shacta, coronado por el fresco toque de hierbabuena con menta, resultó en una experiencia de sabor espectacular y único.

El trago Shirako es una elaboración propia de la hacienda Cachigaga | Crédito: Infobae Perú.
El trago Shirako es una elaboración propia de la hacienda Cachigaga | Crédito: Infobae Perú.

La jornada concluyó con una cena en otro destacado restaurante de Huánuco, al que sin duda, volvería a ir, porque ¡qué bien que se come en Huánuco!

Al amanecer del siguiente día, un miércoles, nos despedimos de Huánuco y nos aventuramos hacia Tingo María. Aún en Huánuco, atravesamos el túnel Carpish, a 2,700 metros sobre el nivel del mar. Nos daba la bienvenida en esta ruta, un hermoso paisaje de majestuosos árboles y un sin fin de clases de plantas. Todo se tornó exuberante, con mariposas multicolores y el río Huallaga como un fiel compañero que iba a lado de la carretera.

En el camino, nos detuvimos para visitar el mirador Carpish, un lugar que captura la atención de inmediato. Columpios coloridos, vistas a un impresionante bosque y diversas esculturas como las alas de mariposas, un gorila gigante, entre otras piezas ideales para una foto de encuadre.

Después de una sesión fotográfica, nuestro guía Luis nos acompaña hacia un hermoso mirador que nos regaló una vista única y una brisa revitalizante. Allí, nos esperaba una mesa con exquisiteces locales: truchas frescas, tacacho con cecina, juane, café recién pasado y, por supuesto, el inolvidable agua de muña fresca, cuyo aroma es envolvente y hasta milagroso.

Tour turístico en Tingo María

Luego de un buen desayuno, continuamos nuestro camino rumbo a la ciudad de La Bella Durmiente. “Estamos a 32 grados”, nos dice Luis mientras la chicharra amazónica nos da la bienvenida con su canto a esa bella ciudad, la cual marca el ingreso hacia la mágica amazonía peruana.

Rápidamente saco mi cámara con mucho cuidado y temor por la ventana del vehículo para inmortalizar el panorama que veía.

“En Tingo María no hay ladrones”, me dice el guía y explica el pacto, unión y coordinación que hay entre la población, quienes aplican la justicia popular a base de ortiga y rocoto, una fórmula que por ahora no explicaré a detalle, pero que, sí confirmaré que mantiene a este lugar tranquilo y seguro.

Después de acomodarnos en nuestro segundo hotel, ambientado al estilo de la selva, nuestro vehículo nos aguardaba afuera para llevarnos a nuestro primer destino en esta fascinante ciudad.

Las cataratas de Honolulu, ubicado en la localidad de Mariano D. Beraun – Las Palmas. En su entrada, cruzamos a pie un puente colgante desde donde pudimos ver el camino que nos aguardaba para un trekking de media hora cuesta arriba, donde se esconde un Edén en la selva virgen de Tingo María. Nos acompaña el sonido de las hojas secas que eran trituradas por nuestras pisadas y que estaban presentes en todo el camino que hasta el momento era llano. Las mariposas y aves también adornaban el lugar.

Una vez cansados por la caminata, nos recompensa el primer manantial turquesa que se ha formado en la parte baja de las cataratas. Simplemente hermoso.

En la primera poza del trekking a Honolulu se encuentra una especie de manantial con aguas turquesas a donde desembocan las aguas cristalinas de las cataratas | Foto cortesía: Tingo María Travel.
En la primera poza del trekking a Honolulu se encuentra una especie de manantial con aguas turquesas a donde desembocan las aguas cristalinas de las cataratas | Foto cortesía: Tingo María Travel.

Pero, la emoción no termina ahí, así que no nos detuvimos. Una escalera ubicada en medio de esta porción de jungla nos indica que daremos inicio a la subida de un cerro. Mientras subimos y subimos, recorremos la primera, segunda, tercera, cuarta y hasta la quinta catarata, una más bella y amplia que la anterior.

Honolulu tiene al menos seis cascadas hermosas a los que todo turista puede llegar luego de un trekking | Foto: Tincco Tours.
Honolulu tiene al menos seis cascadas hermosas a los que todo turista puede llegar luego de un trekking | Foto: Tincco Tours.

El agua cristalina de la quinta catarata se nos hizo irresistible y nos adentramos para refrescarnos con un chapuzón ideal para esos 32°. Luis nos cuenta que más arriba, a donde se necesita subir escalando con la ayuda de una cuerda, se esconde un jacuzzi exclusivo al que pocas personas han llegado. Cuenta una leyenda urbana que esa poza le pertenece al Chullachaqui, un ser mitológico al que los locales llaman ‘el guardián de la selva’. Sale todas las noches de luna llena a bañarse en su jacuzzi privado.

A nuestro regreso hacia el hotel, nos esperaba un conjunto musical acompañado de una cumbia amazónica para llevarnos hasta la Expo Amazónica Huánuco-Tingo María, donde microempresarios locales presentan sus productos basados en café, cacao y otras bellas artesanías.

Posteriormente, nos fuimos a la cafetería Puro Aroma, donde aprendimos sobre la preparación de bebidas a base de café, desde iced coffee, frappes hasta tortas de leche de café. Y como olvidar a Uvícate, una bebida donde el café se mezcla con la uva y sale una combinación exquisita.

Uvícate es una bebida ícono de la cafetería Puro Aroma hecho con café y uva.| Foto cortesía: Puro Aroma.
Uvícate es una bebida ícono de la cafetería Puro Aroma hecho con café y uva.| Foto cortesía: Puro Aroma.

Al retornar al hotel, una tormenta tropical nos sorprendió, brindándonos un espectáculo de relámpagos en el cielo que nos dejó boquiabiertos. Así, con el eco de la naturaleza y los destellos de los rayos, nos sumergimos en un sueño reparador, anticipando un último día lleno de experiencias inolvidables.

El jueves, en nuestro último día en Tingo María, nos despertamos temprano para disfrutar de un delicioso desayuno preparado con frutas tropicales y panes de piso.

Nos dirigimos a la “Cooperativa Agroindustrial y de Servicios del Centro Poblado de Bella, Bajo Monzón”, conocida por su marca “Choco Pasión”. Allí, estuvimos atentos a una historia de lucha que transformó la vida de varias familias tingoleses, quienes impulsando la producción de cacao y otros negocios, hoy sostienen la economía de esta ciudad. Actividades que ayudó a Tingo María a librarse de la sombra del narcotráfico y el terrorismo.

En este lugar, donde el cacao es seleccionado en su punto más alto de calidad, da vida a una serie de chocolates exquisitos, valorados por su sabor y calidad.

Granos selectos de cacao destinados a la elaboración de chocolate en su mas alta calidad | Foto: Infobae Perú.
Granos selectos de cacao destinados a la elaboración de chocolate en su mas alta calidad | Foto: Infobae Perú.

Desde la cosecha en los campos hasta la extracción del preciado muslo de las pepas de cacao, cada paso en la producción de estos chocolates es una obra maestra. Los distintos grados de chocolate ofrecen aromas, texturas y sabores frutales que deleitan el paladar y nos aportan una dosis de dopamina. El éxito en la producción de cacao y café, junto con otros emprendimientos que resaltan las maravillas de esta ciudad, han convertido a Tingo María en un lugar tranquilo y encantador para vivir y visitar.

Chocolates de la marca Choco Pasión | Foto: Infobae Perú.
Chocolates de la marca Choco Pasión | Foto: Infobae Perú.

Luego de nuestra dosis de felicidad, nos dirigimos al Parque Nacional de Tingo María, un vasto bosque lleno de vida silvestre que, debido a su gran tamaño de casi 50 km², resulta imposible de explorar en su totalidad.

En este vasto bosque tropical se encuentra la ‘Cueva de las Lechuzas’, el hogar de diversas especies, en especial de los guácharos, una aves similares a las lechuzas, razón por la que se le dio dicho nombre a la cueva. El lugar también alberga loros, murciélagos y otras especies que coexisten en armonía.

La cueva de las lechuzas alberga a varias especies, entre ellas, los guácharos, unas aves reconocidas por ser sembradoras de los árboles amazónicos | Crédito: Infobae Perú.
La cueva de las lechuzas alberga a varias especies, entre ellas, los guácharos, unas aves reconocidas por ser sembradoras de los árboles amazónicos | Crédito: Infobae Perú.

Después de explorar con precaución la cueva bajo la guía de un experto, nos dirigimos a una zona recreativa en el parque, donde los lugareños se reúnen para refrescarse en las pozas junto a amigos y familiares. El lugar ofrece también paseos en bote y otros atractivos. Al salir, nos aguardan unos deliciosos helados artesanales que se nos hizo imposible resistir.

Para el almuerzo, nos dirigimos a un restaurante campestre conocido por su piscina de aguas sulfurosas, ubicada debajo del cerro Cotomono. Esta piscina posee bastante azufre, una fuente medicinal que ayuda con la hidratación de la piel, además de otras propiedades curativas como la cicatrización del acné y otras heridas.

En Tingo María, se encuentra unas piscinas de aguas con azufre, la cual tiene beneficios para la piel y el organismo | Foto cortesía: Tincco Tours.
En Tingo María, se encuentra unas piscinas de aguas con azufre, la cual tiene beneficios para la piel y el organismo | Foto cortesía: Tincco Tours.

Después de un buen skincare con azufre, nuestro guía nos lleva al Mirador de San Cristóbal, desde donde admiramos una característica distintiva de Tingo María: las montañas que forman a la Bella Durmiente, una leyenda que sigue cautivando a los visitantes.

Mirando hacia la figura de la Bella Durmiente y su amado puma, Luis comparte la historia que escuchó de niño. El relato es sobre una historia de amor entre el príncipe Kuyak y una princesa de una tribu local llamada Nunash. Su amor sufrió bastantes obstáculos, por los cuales terminaron convertidos en una mariposa y un puma para poder escapar. Solo Nunash pudo volver a ser humana, por ello, la figura de las montañas la muestra recostada junto a su amado, eternamente convertido en puma.

La selva peruana guarda secretos de amor, y en Tingo María, uno se convirtió en leyenda. (Manoel Obando)
La selva peruana guarda secretos de amor, y en Tingo María, uno se convirtió en leyenda. (Manoel Obando)

Nos despedimos de Tingo María, mientras la chicharra nos dice adiós con su melodioso canto. La frescura de la selva también nos dice hasta luego. Al llegar a Huánuco, nos recibe nuevamente el característico “negrito” de la Plaza de Armas, preparándonos para regresar a la capital peruana. En el aeropuerto de Huánuco, dejamos nuestros corazones y el deseo de volver a estas dos hermosas ciudades.

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