La Policía Nacional del Perú (PNP) halló los restos de Raúl Sánchez Enciso, un joven de 32 años de edad que había sido reportado como desaparecido en agosto pasado. El personal policial quedó sorprendido al conocer que una jauría de perros y otros animales habían devorado gran parte del cuerpo.
De acuerdo a la información otorgada por varios medios locales, Rubén Enríquez Bautista, de 34 años, es el principal sospechoso del asesinato del joven que se desempeñaba como músico y taxista. Tras ser capturado, el acusado señaló el lugar donde yacían los restos del desaparecido que vivía en Apurímac.
Fue así que el personal de la Policía y peritos de criminalística llegaron hasta un precipicio del sector de Ccatun Huayqo de Huanta (Ayacucho) donde encontraron las prendas que vestía Sánchez Enciso. El cuerpo inerte había sido devorados por algunos animales de la zona por lo que solo fueron hallados sus restos óseos.
Taxista fue secuestrado y asesinado
Rubén había contratado los servicios de taxi de Raúl en Apurímac para que éste lo llevara hasta Huanta, en Ayacucho donde, según la hipótesis policial, tenían pactado un trabajo de tráfico ilícito de drogas. No obstante, la intención de Rubén habría sido hurtar el vehículo que conducía el joven apurimeño.
Gracias a la recolección de vídeos de seguridad que la PNP logró obtener, se pudo visualizar que Raúl y Rubén llegaron a Huanta y en el lugar estuvieron juntos varios días, luego, se les observa subiendo a un vehículo rojo en el que, habría sido conducido hasta el lugar donde sería ejecutado.
Enríquez Bautista quien presenta investigaciones por hurto de vehículos y asesinato de otro taxista de Cusco, reconoció ser el asesino de Raúl. El sujeto dio detalles de cómo sucedieron los hechos y de dónde había abandonado el cuerpo del joven músico tras atacarlo en la cabeza con un objeto contundente (mango de un pico).
Además, señaló a un co-autor. Según dijo, culparon a Raúl de haberse “cerrado” con los más de 40 kilos de drogas por lo que le habían dado la orden de matarlo. La identidad de esta tercera persona se mantiene en reserva y el resto de información es objeto de investigación policial.
Aydee Chiclla Prudencio, pareja de Raúl, fue quien puso la denuncia por desaparición. Según manifestó, perdió contacto con el taxista una semana después de haber dejado Apurímac. Ella había logrado obtener la identidad del hombre que pidió los servicios de traslado del joven músico, información que le fue entregada a la Policía.
Rubén Enríquez estaba obligado a presentarse de manera mensual en las dependencias del Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE) para firmar su situación de semilibertad derivada de un proceso anterior. Fue ahí, en Huanta, donde volvió a ser detenido y tras una serie de preguntas, terminó confesando el crimen contra el taxista.
La familia de la víctima indicó que fueron más de 40 días que estuvieron buscando a Raúl y que durante ese tiempo, desde el WhatsApp de él recibieron una serie de mensajes solicitando montos de dinero a cambio de no hacerle daño.
La Policía aún investiga más detalles de este caso y está en la búsqueda del vehículo que conducía la víctima mortal. El autor confeso se encuentra con una detención preliminar junto a una mujer quien habría prestado sus servicios de yape para recibir algunos montos que la familia de Raúl depositó.