La violencia sexual contra niñas y adolescentes no da tregua en el Perú. Esta vez se conoció que una menor de apenas 10 años tiene 20 semanas de gestación, un embarazo de alto riesgo que pone en peligro su vida. Por ello, una junta médica del Hospital Antonio Lorena del Cusco determinó que es necesario y urgente que acceda al aborto terapéutico, pero aún no se ha podido realizar el procedimiento porque la pequeña no tiene padres ni tutores legales, por lo que la autorización debe darla el Poder Judicial.
La niña fue víctima de violación sexual por Reynaldo Ovalle Candia, quien actualmente enfrenta ocho meses de prisión preventiva al ser imputado por este grave delito y se halla internado en el penal de Quillabamba. Ella llegó este miércoles 4 de octubre a la ciudad del Cusco desde el distrito de Echarate, en la provincia de La Convención.
“Es una niña de 10 años procedente de Echarate. Lamentablemente, ha sido traída por presentar un embarazo de 20 semanas por ecografía. La menor ha sido abusada y está internada. Ha sido sometida a una junta médica en Cusco; la cual ha determinado la interrupción del embarazo”, indicó el médico Rubén Porcel, director del hospital Antonio Lorena, a RPP.
A la espera de la respuesta del Poder Judicial
El citado centro médico aún no ha podido aplicar el protocolo de interrupción del embarazo porque la menor no tiene padres, familiares o tutores y vivía en un centro de protección en Kiteni a cargo de una señora desde el 2019 y el abusador sexual sería un peón de la zona, según el medio local Quillabamba Noticias.
El fiscal Max Carrasco, de la Fiscalía Especializada en Delitos de Violencia contra la Mujer de Echarati señaló estos datos y dijo que la niña no está en condiciones de criar a un bebé.
Mientras que Radio Salkantay detalló que el equipo médico llegó a la conclusión de que la menor enfrentaba un alto riesgo de complicaciones durante el embarazo, el parto y el período posparto debido a su inmadurez fisiológica, lo que incluía la posibilidad de preeclampsia, eclampsia, síndrome de Hellp, hemorragias, infecciones y un agravamiento de su cuadro depresivo existente, lo que ponía en riesgo su vida.
Niñas que no pudieron acceder al aborto
En nuestro país, un total de 68 niñas de 10 años a menos fueron forzadas a ser madres desde el 2012 hasta el 2018, alertan las cifras oficiales del Sistema de Registro del Certificado de Nacido Vivo del Ministerio de Salud (Minsa). En sus casos, sus partos sí terminaron con un infante vivo, por lo que cambiaron los juegos y la escuela por pañales y una maternidad obligada, tortuosa, producto de violaciones y ultrajes sexuales.
La estadística más dolorosa es la del 2020, en plena pandemia 22 niñas de 10 años a menos se volvieron madres, pese a que en el Perú hace más de 100 años se legalizó el aborto terapéutico cuando el embarazo pone en riesgo la vida de las madres, tal como ocurre con estas menores.
Sin embargo, la falta de un protocolo enfocado en niñas y adolescentes víctimas de abusos, la desinformación, las creencias religiosas del personal de salud y otras barreras no permiten que este grupo de niñas acceda a este servicio.