Alcalde vacado de Trujillo se niega a dejar el cargo: “El emperador mochica ha llegado para quedarse”

Rechaza su suspensión. El alcalde de Trujillo, Arturo Fernández, se reúsa a abandonar el puesto del que fue vacado por el Concejo Municipal de dicha provincia en La Libertad el último 14 de septiembre; y, en cambio, hace uso de su acceso a las redes de la dependencia para promocionarse. Como se sabe, la vacancia de Fernández Bazán se basó en la decisión del Poder Judicial de considerarlo “autor del delito contra el honor en la modalidad de difamación agravada”, por haberle faltado el respeto a una policía.

Aunque en dicha sesión el saliente alcalde señaló no tener nada que decir en su favor, alegando que “solo Dios era su defensa”; ahora hace uso de todos los recursos que están en su poder como burgomaestre de Trujillo para imponer la narrativa de que su salida era “ilegal”, pese a las pruebas y fehacientes cuestionamientos contra él. Así se pudo notar en una publicación realizada por la cuenta oficial del municipio bajo su cargo el último 3 de octubre.

En dicha publicación realizada el pasado martes por la Municipalidad Provincial, el alcalde Arturo Fernández, fiel a su polémico estilo, emitió un pronunciamiento rechazando la decisión adoptada por el Concejo Municipal hace más de dos semanas. En el comunicado, Fernández buscó responsabilizar al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) por la decisión tomada, incluso, por regidores de su misma agrupación política.

El post difundido en redes sociales tilda a Fernández como “el mejor alcalde que ha tenido esta ciudad”, catalogando el hecho como “una de las peores crisis en su historia”. La cuenta incluso busca que los ciudadanos salgan a respaldar al controversial burgomaestre; pese a que ha sido criticado en varias oportunidades por su accionar.

“La ciudad de Trujillo atraviesa por una de sus peores crisis en su historia. El JNE quiere sacar del cargo al mejor alcalde que ha tenido esta ciudad. Los ciudadanos respaldarán a su líder. El emperador Mochica ha llegado para quedarse”, se detalla en la publicación difundida en la página oficial de la Municipalidad.

Pero este pronunciamiento no vino solo. Junto al post, se adjunta una fotografía de Fernández ataviado con un disfraz referente a la cultura Moche, acompañado de otras personas disfrazadas, así como de otros ciudadanos, a fin de justificar su idoneidad para el cargo.

En publicaciones posteriores, se publicó también el acta de la sesión del Concejo Municipal en la que se declara la suspensión del Arturo Fernández del cargo de alcalde a raíz de su condición judicial. El documento muestra los votos a favor de los 15 regidores que participaron en la sesión y que se decantaron, de manera unánime, por la suspensión y vacancia del actual alcalde de Trujillo.

En dicha publicación se precisa que el alcalde había firmado dicha acta “en un gesto de gallardía”, e incluso calificó de “infames” a los regidores que estuvieron a de acuerdo con retirarlo del sillón municipal. “Un hombre honorable, nuestro alcalde”, concluyó la cuenta oficial de la Municipalidad.

El encargado del área de comunicaciones incluso hizo mofa de la situación haciendo referencia a una característica y popular canción y relacionándola con la situación vivida por el burgomaestre. “Vacaaaron, vacaron a un inocente”, se lee en el comentario del post sobre la firma del acta.

Respecto al proceso de Vacancia, se esperaba que el alcalde de Trujillo apelara la decisión. Esta apelación debe ser presentada mientras este se mantiene en el cargo. De no darse esta apelación, el Jurado Nacional de Elecciones será el encargado de proclamar la vacancia de Fernández a fin de que asuma su reemplazante Mario Reyna, quien en la actualidad ocupa el cargo de regidor por el mismo partido de Alianza para el Progreso.