Juan Celis, médico infectólogo de Tarapoto, recuerda que hace 20 años realizó el programa de Servicio Rural y Urbano Marginal de Salud (Serums) en una comunidad nativa de la selva peruana. “A mí me tocó una plaza sin paga”, dice. Esto significó para él tener que trabajar durante un año, sin sueldo, para un centro de salud del Estado. Tuvo que hacerlo porque el Serums es una exigencia inevitable para todo médico que quiere trabajar en el sector público y especializarse.
Los y las serumistas son enviados en su mayoría a postas de salud en zonas con alto nivel de precariedad de distintas regiones del país. Por lo que esta plaza no remunerada a medio tiempo (18 horas semanales) implica que el joven médico tenga que cubrir con gastos de alojamiento, transporte y alimento durante todo ese tiempo, por su cuenta. Celis comenta que tuvo que asumir ello. Lo que él solía hacer es acumular horas extras de trabajo durante todo un mes para poder tener vacaciones y así regresar a Lima, donde vivía con su familia.
En la Amazonía, donde Celis realizó el Serums, suele haber muchos accidentes debido a que los profesionales se movilizan por río. “Muchos no tienen seguro, ni de vida, ni para accidentes. Una precariedad muy grande”, enfatiza el médico infectólogo. Esto es un ejemplo de lo que pueden estar pasando muchos de los serumistas con plazas no pagadas. Desde la creación de este programa, el Estado ha contemplado estos puestos de trabajo no remuneradas, lo que algunos especialistas llaman “esclavitud moderna”.
Muchos médicos queremos ir a las zonas alejadas, porque es una ilusión que uno tiene de joven al salir de la universidad, señala Celis. “Yo quería transformar la salud, trabajar en el primer nivel de atención (postas médicas), luchar contra la anemia, parásitos, tuberculosis, diabetes”, rememora. Celis dice que este es el mejor momento para incentivar al profesional de la salud. Sin embargo, mandar al joven médico a zonas inhóspitas, sin condiciones mínimas de seguridad, sin salario ni incentivos es cruel. “El médico entusiasta luego de realizar el Serums acaba agotado por el sistema. Y lo pierdes”.
Infobae Perú conversó con el exministro de salud, Victor Zamora, para conocer el debate actual de la situación de los serumistas, debido a que en la convocatoria de 2023-2, más de 8 mil jóvenes han sido excluidos de obtener una vacante pagada. Esto significaría una tremenda situación de precariedad para todos ellos. Zamora explicó que “el número de profesionales rebasa el número de plazas remuneradas. Por lo tanto, hay un grupo que hace el trabajo voluntario para cumplir con el requisito y poder ingresar a laborar a un establecimiento de salud público. Lo que está mal porque se ha terminado determinando esclavitud”.
Existe un proyecto de ley en el Congreso de la República, el cual propone que el programa Serums ya no sea un requisito obligatorio para ingresar a trabajar al Estado como profesional de la salud. Además, pretende modificar su duración a seis meses y que los postulantes realicen el Serums dentro de su localidad de residencia. Pero el Perú necesita que los médicos vayan a las zonas alejadas, rurales y más pobres del país a atender los problemas de salud que aquejan a la población más vulnerable.
Por lo que surge la siguiente pregunta: si uno ya no tiene como requisito hacer el Serums para entrar al Estado, ¿cuál sería el incentivo para realizar el programa? Según indica el proyecto de ley, presentado por el congresista José Arriola Tuera, investigado por el caso Los Niños, se seguiría bonificando y otorgando mayor puntuación, esto con el fin de que el profesional tenga mayores posibilidades de rendir su examen de residentado médico que le permitirá especializarse.
Para el exministro de salud, eliminar el requisito del Serums para trabajar en establecimientos de salud públicos, debilitará al programa, y, por tanto, el primer nivel de atención “Está mal que haya personas que laboran sin remuneración, pero la salida no es eliminar el Serums”, sino cerrar la brecha remunerativa y pagarle a los médicos.
El 70% de los médicos que trabajan en primer nivel de atención son serumistas. “Si uno aprueba esta norma, los médicos van a abandonar esos establecimientos”, sostiene Zamora, quien recuerda lo sucedido hace unos días sobre el fallecimiento de Hernando Guerra García. “El congresista muere por falta de cobertura, no por falta de seguro”, afirma.
Finalmente, Victor Zamora resalta que es un tema de voluntad política. Es decir, de que el Gobierno invierta en su primer nivel de atención, para mejorar y ampliar la cobertura. No es verdad que no se puede pagarle a la gente, si es posible duplicar el número de plazas pagadas a los serumistas. Añade también que se debe trabajar en brindarle seguridad al serumista, esto debido a los argumentos que sostienen que se envía a los profesionales a zonas inseguras, de las cuales terminan siendo víctimas, e insiste que la solución no es cerrar el programa Serums.
Reforma del Serums: incentivos y no su eliminación
Percy Mayta-Tristán, médico e investigador de la Universidad Científica del Sur, dijo en entrevista con Infobae Perú, que el Serums es un programa muy útil para tener personal para distintas comunidades del país. El problema es que durante años, quienes han manejado el Ministerio de Salud poco han hecho para cambiar la situación.
Tener voluntad política para ello implica querer pelearse por presupuesto, ya que necesitas que tus plazas sean atractivas para retener al personal de salud, y no para que se vaya cada año, opina Mayta-Tristán. “Hay leyes que protegen a los practicantes pre profesionales, no hay motivo para que profesionales titulados tengan que trabajar gratis”, agrega.
Otro problema fuerte durante el año del programa, hay muchos casos de muerte, violencia, robos y muchos casos de depresión y suicidio, afirma el director de investigación de la Científica del Sur, quien ha realizado diversos estudios en el tema.
“Queremos que el médico actúe como un apóstol, pero el médico tiene familia, quiere progresar”, subraya, finalmente, Juan Celis, quien tiene una postura a favor que se elimine el requisito del Serums para trabajar en el sector público, pero que está de acuerdo con incentivar correctamente el programa. Celis insiste en que no hay impulso de este programa que tanto enorgullece al Gobierno, el cual se jacta de tener un gran nivel primer nivel de atención en el sector salud. Para ello se necesitan condiciones de seguridad, buen ambiente laboral, salarios adecuados, bonificaciones. “Eso es promover, y no apretarlos u obligarlos”, señala.