El expresidente Pedro Castillo, quien cumple prisión preventiva por el fallido autogolpe de Estado del 7 de diciembre del 2022, ha convertido su celda del penal de la Diroes en un hospital por las visitas que ha recibido entre el 1 de junio al 1 de setiembre de este año.
Según un informe del programa Al estilo Juliana, reportes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) muestran que varios profesionales médicos atienden a Castillo Terrones, quien tendría aparentemente problemas de salud.
El 21 y 28 de junio, el odontólogo Franco Jimenez Ferdinand, cuyo consultorio pequeño se encuentra en la parte de Mirones Bajos (Cercado de Lima), llegó al establecimiento ubicado en Ate para ver al exmandatario por un lapso de seis horas.
Lo mismo pasó con la terapista auditiva Evelyn Ramos, quien se reunió con Castillo el 9 de agosto entre las 12:59 a 15:34 horas. Ella tiene un consultorio en el distrito limeño de Pueblo Libre.
En declaraciones al espacio de ATV Noticias, Ramos indicó que no es la primera vez que trata al exjefe de Estado. Señaló que Castillo llevaría un tratamiento como parte de los servicios que ofrecen: evaluaciones audiológicas y adaptación de prótesis auditivas.
El aparente problema en uno de los oídos fue confirmado por el abogado Eduardo Pachas.
“El dia 7 diciembre a las 11:42 [horas de la mañana] cuando fue conducido a la subprefectura, le quitan un aparato que tenía en el oído el presidente Pedro Castillo. Ese aparato ha desaparecido. Le he pedido al juez dónde está el aparato y, en todo caso, se le regrese”, indicó el letrado.
Por otro lado, Pachas también indicó que han presentado un requerimiento para que Castillo pueda acceder a un teléfono que se encuentra ubicado cerca al espacio que ocupa el expresidente Alberto Fujimori, sentenciado a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad en las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta. “Es una tortura que no tenga comunicación con su esposa [Lilia Paredes], sus hijos y padres”, refirió.
Otros profesionales que llegaron a la celda del expresidente son la psicóloga Norma Quispe Matos y el ecografista Alberto Ayala Valdez.
Respecto a los políticos que se reúnen con Castillo se encuentran congresistas de la República. Pasión Dávila, representante del Bloque Magisterial, es quien más ha llegado a la Diroes a ver al exmandatario.
En la relación también se hallan los nombres de los parlamentarios Guido Bellido, Lucinda Vásquez y Silvana Robles.
Niega cargos
La última vez que Castillo Terrones reapareció en público fue para rechazar que estuviera en algún acto de corrupción en la licitación del Puente Tarata y Petroperú. Además, aprovechó para atacar a los medios de comunicación y al gobierno de la presidenta Dina Boluarte.
“Medios de comunicación que salen a decir que usé el avión presidencial para mis amigos. ¿Qué querían? ¿qué se lleve droga en el avión presidencial? ¿que se lleven periodistas y fiscales para que hagan toda su parranda? Nunca he liderado y tampoco ha sido parte de una red criminal. La actual red criminal hoy está en el Congreso de la República donde están los mocha sueldos y está en el actual Palacio de Gobierno donde están los mocha vidas”, dijo durante una audiencia judicial el 19 de setiembre pasado.
Castillo enfatizó que jamás usó su cargo para tratar de influenciar en la designación de funcionarios dentro de su gobierno. También sostuvo que no toda persona que ha entrado en Palacio se ha reunido con él.
“Toda mi agenda durante mi periodo gubernamental estuvo enmarcado en el trabajo que se daba a través del Consejo de Ministros. La designación de personas en direcciones y viceministerios se ha dado con propuesta y se ha dado a través de la PCM y ministerios. Las personas que van a Palacio no necesariamente van a conversar directamente con el presidente de la República. Es igual que una persona que se va al Poder Judicial y al Ministerio Público, no habla directamente con la cabeza, va por diferentes temas”, alegó.