Esta es la historia de Carmen Ollé, una de las autoras peruanas más influyentes de nuestra época, que viene dejando marca en la generación del siglo XX en el mundo de la literatura. La destacada escritora, que nació el 29 de julio de 1947 en Lima, fue catalogada por expertos como Ricardo González Vigil como una innovadora en el campo de la poesía.
La poetisa, cuya educación se forjó en las aulas de la Universidad Mayor de San Marcos (UNMSM), es considerada una pieza fundamental en el panorama literario peruano, junto a figuras notables como Blanca Varela y Magda Portal.
A pesar de que su carácter reservado fue, en ocasiones, interpretado como indiferencia. Quienes la conocen en profundidad la describen como una persona transparente, de fuertes lazos familiares y con un humor perspicaz. Un momento importante en su carrera fue la publicación del poemario “Noches de adrenalina” en 1981. Esta obra, que exploró la corporalidad y el deseo femenino, se presentó en un contexto literario con marcada superioridad masculina.
Diana Amaya, investigadora de la Casa de la Literatura, subraya la relevancia de la extensa obra de Ollé. Cabe destacar que en 2015, la escritora fue galardonada con el Premio Casa de la Literatura Peruana, marcando un cambio, ya que hasta ese momento, el reconocimiento había sido conferido únicamente a hombres, tal como lo indica el crítico González Vigil.
El legado de la poetisa no se limita a los premios. Puesto que fue homenajeada en múltiples ocasiones y, paralelamente a su labor literaria, se ejerció como profesora en la Universidad Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta), lideró el Centro de Documentación sobre la Mujer entre 1993 y 2000, dirigió el Pen Club del Perú y presidió, la Red de Escritoras Latinoamericanas (Relato). Asimismo, ofreció talleres de escritura y conferencias en distintas instituciones a nivel nacional e internacional.
Sus desafíos en la literatura
Giovanna Minardi, en una conversación con la escritora peruana Carmen Ollé, compartió detalles íntimos de su vida y carrera literaria. La poetisa, quien comenzó a escribir a una temprana edad, alrededor de los 14 años, se aventuró en la prosa, ensayos y textos de ficción. Sin embargo, fue en su regreso a Perú desde París, Francia, en la década de 1980, cuando dio un salto en su obra literaria, abordando de manera extensa sus tres años de exilio en Europa.
La escritora destacó su enfoque narrativo, buscando crear atmósferas que describió como “perversas”, donde explora la psicología de personajes complejos. Además, la revolucionaria poetiza abordó las dificultades que enfrenta como escritora mujer en el mundo literario, destacando los desafíos para publicar, la crítica a la que se ve sometida y la tendencia a ser encasillada en una categoría específica de literatura. También señaló que muchas escritoras de provincias, como Fátima Carrasco y Teresa Ruiz Rosas, arequipeñas de nacimiento, a menudo encuentran su voz lejos de su país, sobre todo en Europa.
En cuanto a su obra, Ollé no solo es conocida por su narrativa impactante, sino también por su uso de la ironía. Un ejemplo de esto es el título de uno de sus poemas, donde se hace referencia al complejo de Electra, pero se enfoca en el personaje masculino en lugar del femenino.
El Complejo de Electra es una expresión acuñada por el psiquiatra y psicólogo suizo Carl Gustav Jung en 1912 para referirse a la versión femenina del complejo de Edipo, que implica que la niña siente un fuerte afecto o atracción hacia su padre.
La ironía reside en que, a pesar de la aparente fortaleza del personaje masculino en el poema, se asocia con la debilidad, expresada a través de términos como “semen angustioso” y la incapacidad de soñar o tener ilusiones. Además, se destaca una argumentación causal en el poema, que vincula la virilidad con la construcción de templos y el poder hegemónico, aunque esta aparente virilidad finalmente muestra sus limitaciones.
Movimiento Hora Zero
En los albores de la década de 1970, en el centro del Perú, surgió un movimiento vanguardista que marcaría un hito en la historia de la poesía: el Movimiento Hora Zero. Sus fundadores, Jorge Pimentel y Juan Ramírez Ruiz, dejaron una huella indeleble con su manifiesto “Palabras Urgentes”, considerado como el nacimiento oficial del movimiento.
A medida que el número de seguidores de la corriente revolucionaria crecía y sus recitales se extendían por todo el país, surgieron tensiones. Los poetas de Hora zero se encontraron en enfrentamientos con los seguidores del partido aprista y grupos políticos de extrema izquierda. Estos últimos, celosos de la independencia y el éxito del movimiento, saboteaban violentamente sus presentaciones en las universidades nacionales.
En una segunda etapa del movimiento, en París, figuras como Verástegui, Carmen Ollé y José Carlos Rodríguez se unieron a poetas francófonos de diversas nacionalidades, incluyendo griegos, argelinos, marroquíes, mexicanos, belgas y franceses. Juntos redactaron y publicaron el manifiesto “Message D’Ailleurs” (Mensaje desde allá, 1978), lo que refleja la influencia internacional del movimiento. Incluso el alcalde de París, Jacques Chirac, reaccionó ante octavillas distribuidas en uno de los recitales del movimiento, calificándolos como “revolucionarios de café”.
La aparición de la figura femenina
Durante la segunda mitad de los años setenta y la primera de los ochenta, Hora Zero continuó su activismo a través de “actos contundentes”, que incluyeron marchas, pronunciamientos y recitales masivos. Estos eventos solían llevarse a cabo en el contexto de festividades populares. Los poetas del movimiento revolucionario y sus amigos, entre ellos artistas e intelectuales como Raúl Gallegos, Nené Herrera, José Antonio Ríos, Alberto Escalante y el pintor Carlos Ostolaza, vivían una intensa vida bohemia centrada en bares del centro de Lima como el Wony, Chino Chino, Palermo, La Llegada y, en los últimos años, el bar Queirolo.
Lo que lo hace más destacado es que fue el primer movimiento poético en proclamarse abiertamente como feminista en el Perú. Entre las firmantes de este manifiesto se encuentra Carmen Ollé, autora del influyente poemario “Noches de adrenalina”. El protagonismo de las mujeres y militantes horazeristas fue fundamental, como se destaca en la antología preparada por Tulio Mora, “Los broches mayores del sonido” (2009).
Algunas de las poetas y militantes más conocidas de Hora Zero, tanto en Lima como en provincias, incluyen a Carmen Ollé, Enriqueta Belevan, Dalmacia Ruiz Rosas, Lucía Ocampo, Lina de Acevedo, Flor de María Ayala, Ana María Chagra, Elisa Che, Elsa Mayorga y Cynthia Pimentel.
Obras de Carmen Ollé
- Todo orgullo humea la noche (1988)
- ¿Por qué hacen tanto ruido? (1992)
- Monólogos de Lima (2015)
- Las dos caras del deseo (1994)
- Pista falsa (1999)
- Una muchacha bajo su paraguas (2002)
- Retrato de una mujer sin familia ante una copa (2007)
- Halcones en el parque (2012)
- Halo de la Luna (2017)
- Amores líquidos (2019)