Lince se ha convertido, desde hace ya algunos años, en la principal plaza de la explotación sexual para la criminalidad extranjera. Las autoridades calculan que estas mafias vinculadas a la prostitución en Lima pueden amasar casi un millón de soles al mes solo con el cobro extorsivo a las numerosas jóvenes venezolanas que ofrecen sus caricias a cambio de dinero en la zona de Risso y alredededores.
En este punto de la capital, hay entre 250 a 300 trabajadoras sexuales, en su mayoría de nacionalidad venezolana; aunque también hay algunas provenientes de Colombia y Ecuador. De acuerdo a fuentes policiales consultadas por Infobae Perú, a cada una de ellas se le exige un cupo de 700 soles semanales. Las más jóvenes, de 18 a 21 años, pueden a llegar a pagar más por el alto número de clientes que atienden al día.
Las mismas fuentes policiales revelaron que las llamadas mafias del sexo solo en Risso pueden llegar a obtener ganancias mensuales que superan los 850 mil soles. Esta es la razón principal por la que esta zona es tan codiciada por los grupos criminales, incluido el Tren de Aragua y algunas de sus facciones o células más sanguinarias. El jugoso botín, incluso, los ha llevado a declararse la guerra entre sí.
Los Hijos de Dios y los Puros Hermanos Sicarios (PHS) son de las bandas criminales que se encuentran enfrentadas. En medio de la intensa disputa por tener la hegemonía de la explotación, que se ha visto marcada en los últimos días por el derramamiento de sangre y la explosión de una granada de guerra, están las trabajadoras sexuales que viven un infierno y se sienten atrapadas.
“Muchas de estas jovencitas se encuentran con el autoestima por los suelos. Son maltratadas, amenazadas constantemente y expuestas a seguir trabajando, pese a que pueden estar enfermas”, dijo Ángela Villón, presidenta de la Asociación de Trabajadoras Sexuales Miluska, Vida y Dignidad.
Según las fuentes policiales, el feroz enfrentamiento es principalmente entre esas facciones sangrientas del Tren de Aragua, pero también existe una disputa con ranqueadas bandas criminales nacionales, que quieren retomar el control en Risso. El acribillado Isaac Hilario Huamanyalli, alias Cholo Isaac, fue el nombre del último peruano que sonó como líder de la explotación sexual en esta zona.
Lanzan granadas de guerra sin contemplaciones
La Policía tiene claro que estas mafias del sexo poseen un poder importante, pues cuentan en su arsenal con pistolas, revólveres, fusiles y hasta granadas de guerra.
“Sabemos que tienen granadas, lo dicen a través de sus redes sociales, pero ahí está la Policía Nacional del Perú para hacerles frente”, aseguró el coronel PNP Víctor Revoredo.
El pasado sábado 30 de setiembre, pasada las 11 de la noche, la denotación de una granada en las afueras del hostal Aristo, en la cuadra 20 de la avenida Petit Thouars, a escasos metros del jirón Risso, conmocionó a la población y recordó el avance avasallente de la criminalidad extranjera.
Las cámaras de videovigilancia revelaron que el artefacto fue lanzado por un sujeto que iba a bordo de una motocicleta. La explosión no tuvo víctimas mortales, pero sí tres heridos de gravedad, entre ellos un integrante de la Compañía de Bomberos del Perú.
Mediante sus redes sociales, el Ministerio Público informó que abrió una investigación preliminar contra los que resulten responsables de los delitos de peligro por medio de explosión y lesiones. Las autoridades policiales sospechan que el caso estaría vinculado a las mafias y su inacabable disputa por la explotación sexual.
Crimen por cobro de cupos y un pedido desesperado
Tres días antes de la violenta explosión, el 27 de setiembre, se registró el asesinato a tiros de una mujer peruana, identificada como Milenka Coraquillo Oviedo, en la cuadra 22 de la avenida Ignacio Meriano, nuevamente a pocas cuadras de Risso. De acuerdo a las investigaciones, la joven víctima del cobro de cupos fue interceptada por un sicario, mientras caminaba en compañía de otras tres personas.
Coraquillo Oviedo sobrevivió a los disparos y fue trasladada inmediatamente a la clínica Javier Prado por el personal de emergencias, pero al llegar al centro de salud terminó perdiendo la vida por la gravedad de sus heridas.
La respuesta de las autoridades del orden fue rápida y capturaron a tres ciudadanos venezolanos presuntamente autores del crimen de la peruana en San Borja. Ellos pertenecerían a la banda criminal los Hijos de Dios. Eduar Falcón Sanabria, uno de los detenidos, relató a la Policía que ‘tenía lista una granada’ para lanzarle a los oficiales y fugar. Eso da luces de su peligrosidad.
La explosión de la granada y el violento asesinato de Milenka motivó que la alcaldesa de Lince, Malca Schnaiderman, solicite al gobierno de Dina Boluarte -a través de un comunicado oficial- el estado de emergencia para su distrito por el descontrol que se está viviendo por las mafias de la explotación sexual.
Durante los fines de semanas, la comuna con ayuda de la Policía está cerrando varias cuadras de la avenida Arequipa que colindan con el jirón Risso, pero no está teniendo ningún tipo de impacto para contrarrestar a estas mafias y las trabajadadoras sexuales, quienes se desplazan a otras calles para seguir con el negocio.