Futsal Down contra el estigma y la exclusión: “El deporte es una ventana para romper el mensaje errado”

La conquista de la primera jugadora de futsal con trisomía 21 en una liga nacional y el camino de la selección para viajar a Brasil para la Copa América coloca al deporte como una tribuna para normalizar las capacidades diferentes

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La preparación y el acompañamiento psicológico de la Selección Peruana de Futsal Down y el precedente que marcó una jugadora de la Liga en un país sin políticas inclusivas. Video: Paula Elizalde / Infobae.

Ángela Loayza (20) trota. Es el penúltimo sábado de la Liga de Futsal Down T21 de Lima y Callao, que se juega en la Videna, y dentro de poco su equipo —Empate Escuela Deportiva— se medirá con el conjunto de la Universidad San Martín. Ahora hace saltos laterales y movimientos sostenidos para elongar los músculos. Es la única jugadora en la competencia.

A fines de agosto, fijó la cuota de género en un deporte todavía dominado por hombres. Pisó el campo mientras lanzaba besos a la tribuna donde estaban sus papás. Entonces, el comentarista hizo una pausa y el coliseo rebalsó en aplausos ante esa conquista. “A partir de aquí —dijo— se empieza a forjar una nueva historia por continuar con la inclusión y la igualdad”.

Graduada como auxiliar de Educación Inicial y Especial, había devenido en la primera mujer con trisomía del cromosoma 21 (T21) en jugar futsal profesional en el país. Ese día, generó un pase de gol y tuvo al menos tres ocasiones de aciertos. Ahora, en cambio, ejecuta pases mínimos con sus compañeros mientras los asiste un fisioterapeuta y un psicólogo. El técnico dispone, entonces, que vayan al camerino a alistarse.

“Mi gusto es el ejercicio, me encanta, me encanta”, dirá, más adelante, Ángela Loayza, en cuyo perfil de LinkedIn consigna, además, que es cinturón amarillo en karate, que nada estilo libre, mariposa, espalda y bucea, que juega básquet y que hizo un voluntariado en un colegio.

“El ejercicio es el mejor camino para normalizar las capacidades diferentes”, dirá el interno de Psicología, Gabriel Lazo, parte del grupo de especialistas que acompañan a Empate y la selección del país.

La preparación y el acompañamiento psicológico de la Selección Peruana de Futsal Down y el precedente que marcó una jugadora de la Liga en un país sin políticas inclusivas. Video: Paula Elizalde / Infobae.

La Liga de Lima y Callao fue organizada por el Colectivo Down Perú, fundado y presidido por la activista Gissely Alvarado, quien, junto a otras mamás de niños con esta condición, impulsó la creación de una escuela formativa con talleres de iniciación en futsal, fútbol, baloncesto, atletismo, entre otros; y que, en 2022, organizó el tercer Mundial de futsal Down.

Ángela es una de las fundadoras de Empate. “Se dice que son unas 40 mil personas que forman parte de la comunidad peruana de síndrome de Down. Mi hijo Joaquín es una de ellas. Cuando nació, en 2008, yo no tenía conocimiento alguno de lo que era el síndrome de Down. Nunca me había interesado en aprender sobre algún tipo discapacidad”, escribe Alvarado en una columna difundida por la revista Sudor.

Después de ser maltratada por el personal médico a cargo de sus consultas, de enfrentar una separación ante el inicial rechazo del progenitor y de hacer voluntariado en la Sociedad Peruana de Síndrome de Down, se alió con otras madres para fundar el Colectivo Down Perú, “como consecuencia de la falta de espacios y oportunidades de desarrollo para nuestros hijos”.
Ángela Loayza, la primera jugadora de futsal con trisomía del cromosoma 21 que jugó en la Liga. Fotos: Paula Elizalde / Infobae.
Ángela Loayza, la primera jugadora de futsal con trisomía del cromosoma 21 que jugó en la Liga. Fotos: Paula Elizalde / Infobae.

“Es cierto que en los últimos años hemos logrado cierta visibilidad a nivel social, pero desde un enfoque muchas veces erróneo. Considerar ‘angelitos’, ‘niños eternos’, ‘pobrecitos’ o ‘seres llenos de puro amor’ [...] invisibiliza otros aspectos de la vida de estas personas, que también sufren, reniegan y se frustran como el resto. [...] No son seres de segunda clase, sino con derechos y también merecen y necesitan una vida digna”, sigue en su texto.

“Cada familia tiene una experiencia distinta —dice Saida Vargas, mamá de Ángela—. El doctor decía que los latidos y el desenvolvimiento estaban bien. Cuando nació, de pronto, la pregunta fue: ¿qué pasó? Él solo nos dijo que era una ‘tinka’, que tenía buen pronóstico y había que seguir estimulándola. Fueron momentos de angustia, pero con mi esposo dijimos: para adelante. Es normal que los padres sientan temor al inicio, pero hay que tomar confianza a su hijo. Si ellos tiran la toalla, el niño no va a avanzar. Ángela tiene su carrera técnica, se está desenvolviendo en lo que le gusta, hace deporte”.

Desde 2018, los integrantes de la selección peruana de futsal Down y de la escuela a la que Ángela pertenece han ido reforzando su autoestima y autonomía a través de la práctica deportiva. Han representado al país con pasión y, la mayoría de veces, con recursos propios. Organizan ventas o eventos con causa. A la fecha, por ejemplo, desarrollan una rifa para reunir dinero y financiar el viaje a la Copa América Futsal, que se desarrollará en Brasil.

Conjunto de futsal Down de la Universidad San Martín de Porres. Fotos: Paula Elizalde / Infobae.
Conjunto de futsal Down de la Universidad San Martín de Porres. Fotos: Paula Elizalde / Infobae.

“Trabajamos con deportistas de alto rendimiento que no han sido formados como tal desde chicos. Es un trabajo emocional, de habilidades sociales, pero también hay entrenamiento metacognitivo, de atención, memoria, respuesta. Nuestras sesiones se enfocan en hablar con los deportistas y su familia. Creo que es la mirada más allá de la persona que tiene una condición, el deporte permite eso”, señala Gabriel Lazo, interno de Psicología, un chico trans.

“Somos dos poblaciones vulnerables y de alguna manera la lucha es similar por alcanzar políticas públicas que nos respalden. Lo que pedimos al Estado es que nos abrace a todos. Es interesante cómo nos vemos, como si se tratara de un espejo: ellos por reivindicar su exposición en espacios a través del deporte, y de alguna manera yo tratando de ejercer en un país que no garantiza los derechos de mi comunidad”, continúa.

Jugador de la Liga de Futsal Down T21 de Lima y Callao. Fotos: Paula Elizalde / Infobae.
Jugador de la Liga de Futsal Down T21 de Lima y Callao. Fotos: Paula Elizalde / Infobae.

Alejandra Iturrioz, jefa del Departamento de Psicología de la selección, considera que aún hay puertas cerradas. “Puertas que solo se derriban con información —dice—. Todavía estamos en lucha constante para seguir incluyendo personas con síndrome de Down en la parte educativa y laboral. Sin embargo, en el deporte hay una ventana que estamos abriendo para que se pueda visualizar su trabajo. Todos somos iguales, tenemos los mismos derechos. Poco a poco se está rompiendo el estigma y ese mensaje errado”.

Ángela Loayza también abrió el camino para conformar pronto una selección femenina de futsal. Sentada este sábado en el banco de suplentes, se toma la cabeza cada vez que su equipo falla una anotación.

Al final de la jornada, el conjunto perderá por seis tantos, ella ingresará al camerino molesta y después se dejará ver llorando. “No me gusta perder”, dirá. “No le gusta, no. Desde chiquita ha tenido esas ganar de ir por todo”, dirá su mamá, antes de perderse por el césped que las conduce a la salida, de vuelta a casa.

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