En un rincón de la historia de Perú, en las páginas impresas y en los resplandores de las pantallas, se teje un relato de coraje, verdad y compromiso.
Cada 1 de octubre honramos el día del Periodista en el Perú. Además, celebramos no solo la importancia de la prensa en nuestra sociedad, sino también el legado de las destacadas figuras que han contribuido al enriquecimiento de la historia del periodismo en nuestro país. Desde valientes corresponsales de guerra hasta incansables investigadores de la verdad, estas personas han dejado una huella imborrable en el campo de la comunicación.
Nuestro país ha visto emerger, a lo largo de su historia, a una serie de figuras notables que han dejado una huella indeleble en el mundo del periodismo. Entre crónicas valientes hasta investigaciones profundas y análisis perspicaces, estas personalidades han jugado un papel fundamental en la narración de la historia de Perú y en la defensa de la libertad de prensa.
En este recorrido a través del tiempo, exploraremos las vidas y los logros de algunas de las figuras más destacadas del periodismo peruano que nos inspiran y recuerdan la importancia de una prensa libre y responsable en la sociedad.
Luis Miró Quesada de la Guerra
Luis Miró Quesada de la Guerra nació en Lima el 5 de diciembre de 1880, siendo el hijo de José Antonio Miró Quesada y Matilde de la Guerra Gorostidi.
Después de obtener su grado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde estudió Filosofía y Letras, comenzó su trayectoria en el ámbito diplomático en ese mismo año, desempeñando labores de secretario en la legación peruana establecida en Buenos Aires.
Desde su temprana juventud, Luis Miró Quesada se asoció con el periódico El Comercio, establecido en 1839 por Manuel Amunátegui. A partir de 1932, asumió la dirección de este diario, compartiendo esta responsabilidad con su hermano Aurelio.
Desde la posición de liderazgo en el diario más influyente de Perú de esos tiempos, ejerció un papel fundamental en la política de su nación. Cuando comenzó el proceso de reformas liderado por el general Juan Velasco Alvarado en 1968, El Comercio se encontró en conflicto constante con el Gobierno militar. Es por eso que años más tarde, el periódico fue confiscado por decisión del Gobierno. A partir de ese momento, Miró Quesada suspendió la mayoría de sus actividades profesionales, las cuales había desempeñado durante más de setenta años.
Falleció en Lima el 24 de marzo de 1976 a la edad de 95 años.
Ángela Ramos Relayse
El 6 de junio de 1896, en el puerto del Callao, nació la primera mujer periodista de Perú, Ángela Ramos, quien era la hija de Francisco Ramos y Rosa Relayse. Desde su infancia, mostró un gran interés por la lectura, una pasión que su padre alentó proporcionándole libros que devoraba rápidamente.
Quizás este amor por la lectura se manifestó aún más después de la muerte de su padre, cuando ella comenzó a desarrollar su personalidad y sensibilidad, llevándola a embarcarse en una carrera periodística.
Después de completar su educación, encontró empleo en la Pacific Steamship Navigation Company, la misma empresa en la que trabajaba su querido padre, pero él fue despedido injustamente y recibió una insignificante indemnización para evitar el pago completo de su jubilación. Este acto de injusticia hacia su padre la impactó profundamente y se convirtió en el punto de partida de su rebeldía. La respuesta negativa que recibió la enfureció tanto que se sintió motivada a redactar una enérgica carta de protesta, a la que tituló “El sufrimiento de las mujeres trabajadoras” en 1918.
Esta carta de indignación que la futura periodista escribió a los líderes de la empresa, quienes se resistían a cambiar su estilo autocrático, fue divulgada en El Comercio, y esto marcó el comienzo de la carrera periodística de Ángela.
Ángela fue miembro del círculo de Mariátegui y se involucró activamente en la causa socialista, tanto a través de sus contribuciones en las publicaciones Amauta y Labor como desde su participación en el Partido Socialista Peruano. Desde estas posiciones, combinó su trabajo como escritora con una acción directa de tipo anarquista, siendo reconocida como una “agitadora”. Experimentó en primera persona la feroz represión ejercida contra las masas que se manifestaban en protesta.
Tras una existencia entregada al activismo social y tras participar en numerosas manifestaciones de protesta, la feminista, periodista con una sobresaliente habilidad literaria, dramaturga y crítica, murió en Lima en 1988 a la avanzada edad de 92 años.
Guillermo Thorndike
El periodista y escritor peruano vio la luz en Lima el 25 de abril de 1940.
Destacó como una figura crucial en un periodo significativo del periodismo peruano, y dejó su huella en una serie de libros que documentan esa época.
Su extensa trayectoria y contribuciones notables le valieron dos apodos entre sus colegas de la prensa: “El Rey Midas del Periodismo” y “El Elefante Magistral del Periodismo”. Además, debido a sus rasgos faciales y su distintiva cabellera, también era conocido cariñosamente como “El Tigre”.
Inició su carrera en el mundo del periodismo como Jefe de Informaciones en el periódico “La Prensa” entre 1959 y 1962. Continuando su compromiso con este noble oficio hasta llegar a ser presidente del directorio de “La Crónica” y “Variedades S.A.”
Además de sus logros, destacó por ser el fundador del primer periódico en quechua de alcance nacional, conocido como “Cronicawan”.
En 1980, asumió la dirección de “El Diario de Marka” y participó activamente en influyentes periódicos a nivel nacional.
Participó en la creación del periódico “La República” y ejerció como director hasta 1985. Asimismo, estableció y desempeñó el cargo de director en el diario El Popular.
Thorndike también desarrolló un extenso trabajo como escritor, entre los que destacan títulos como “La revolución imposible”, “El año de la barbarie en Lima”, “El caso Banchero”, todos ellos trabajos de análisis o investigación sobre la realidad política y social peruana.
De un infarto del corazón falleció la madrugada del 9 de marzo del 2009, el escritor y periodista Guillermo Thorndike, autor de numerosas novelas y director a lo largo de su vida de diversos medios de comunicación, dejó un legado imborrable en el mundo del periodismo.
Mariana Sánchez- Aizcorbe
Muy pocas mujeres periodistas en Perú han vivido la angustia de la guerra en primera persona. Mariana Sánchez Aizcorbe es una de esas excepciones, considerada la primera mujer corresponsal de guerra.
Durante el último cuarto de siglo, ha viajado por el mundo, informando desde regiones en conflicto como corresponsal para medios internacionales. Su trabajo indudablemente no se ha desarrollado en un ambiente cómodo: ha caminado por calles impregnadas con el hedor de la muerte, ha sostenido la mirada ante el cañón de una Kalashnikov apuntándole directamente al rostro y ha suplicado por su vida con palabras que brotaron desde lo más profundo de su ser.
La corresponsal considera que todas las guerras son terribles, y una que la marcó muchísimo fue la primera vez que estuvo en un conflicto armado donde había un movimiento militar fuerte, guerrillas, secuestros, muertes.
“Yo fui sin saber en realidad qué cosa era ser un corresponsal de guerra y tuve muchos ángeles de carne y hueso que me ayudaron que fueron los periodistas experimentados que me cobijaron con su conocimiento, cariño. Me llevaban en sus carros blindados de empresas grandes como The New York Times o la agencia Reuters. Me explicaban cómo era el avance de las tropas y son cosas que uno tiene que saber” declara para una entrevista en La República.
Marco Aurelio Denegri
El polígrafo autodidacta, Marco Aurelio Denegri Santa Gadea, nació el 16 de mayo de 1938 en Lima, específicamente en el distrito de Chorrillos. Era el único hijo del matrimonio conformado por Julio Denegri y Leonor Santa Gadea.
Su padre, quien era un intelectual y director del colegio Guadalupe, poseía una extensa colección de libros en su biblioteca. La influencia de Marco Aurelio por su padre fue evidente, especialmente en su aprecio por los libros y la lectura.
La personalidad de Marco Aurelio era especial; mostraba una preferencia por relacionarse más con objetos como libros y equipos de sonido, y admitía sentir una antipatía hacia las personas y la humanidad en general.
Desde los 6 años se encerraba a su cuarto a leer. Su tía Carolina, poetiza de la época y una de las hermanas de su padre, desempeñó un papel sumamente influyente en la vida del futuro periodista. Cuando la tía Carolina falleció, Marco Aurelio compuso el prólogo de un libro en honor a su poesía.
“Tía Carolina, tú has sido mi hada madrina, la de la pomada de la invisibilidad, y por tu alegría tan firme y constante, has logrado convencerme de que, efectivamente, de vez en cuando, este mundo trueca sus lágrimas por risas y contento”.
En lo que respecta a su educación superior, cursó la carrera de Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y luego continuó sus estudios en Sexología y Sociología.
La carrera televisiva de Marco Aurelio se extendió durante casi cinco décadas. En 1974, dio sus primeros pasos como presentador en “La hora sexológica”. Poco después, se unió al Canal 7 con el programa “Comunicaciones”. Luego, en 1981, regresó al canal estatal con su programa “Contrapunto”, donde compartía espacio con prominentes intelectuales. Durante 18 años condujo el programa “La función de la palabra”, lugar donde realizaba entrevistas hasta los últimos días de su vida.
El ilustre Marco Aurelio Denegri dejó este mundo el 27 de julio del 2018, debido a una enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
El último mensaje que dejó, a través de su ama de llaves, fue dirigido a la juventud peruana:
“Que la juventud empiece a leer más, esa prótesis de los jóvenes con el celular y la computadora ya no vale. No hay un desarrollo intelectual porque ya no se investiga. Muchos de los adolescentes encuentran las cosas rápidas por internet y por eso no piensan. Ahora, nos estamos embruteciendo, Rosa” fueron una de las últimas lecciones que dejaba el maestro a las futuras generaciones.