Cerca de 15 mil ciclistas anunciaron este viernes la entrega de una carta a los 43 municipios distritales de Lima y siete de El Callao para exigir la mejora y masificación de la infraestructura pública destinada a la circulación exclusiva de bicicletas.
Según la misiva, liderada por Red por la Convivencia Vial ―que agrupa a veinte organizaciones y colectivos a favor de la movilidad sostenible―, en lo que va del 2023 al menos once ciclistas han fallecido en siniestros viales a nivel nacional, cinco de ellos en Lima y Callao. Además, en los últimos cuatro años la cifra alcanza los 29 en estas ciudades y 160 en todo el país.
“Pese a esta situación, en diversos distritos los municipios están retirando ciclovías, exponiendo aún más a los ciclistas. Frente a ello, [pedimos] ni un centímetro de ciclovía menos, que no se retroceda en lo avanzado en infraestructura ciclista”, se lee en el documento, que ya ha sido remitido al despacho del alcalde Rafael López Aliaga.
Aunque se estima que en Lima y Callao existen más de 250 kilómetros en 50 ciclovías habilitadas a lo largo de 14 distritos, todavía son espacios fragmentados sin adecuado mantenimiento, la mayoría de los cuales “ni siquiera son realmente ciclovías, pues son apenas líneas pintadas en la pista”, y otras “no son respetadas por los conductores de vehículos motorizados”, mientras que “ninguna autoridad asume el papel” fiscalizador.
“[Ante esto], instamos a fomentar la intermodalidad bicicleta - transporte público masivo, incluyendo ciclovías que se articulen a las vías troncales del transporte público y estacionamientos apropiados cerca de los paraderos y estaciones”, sigue el oficio.
De igual modo, demanda “la inversión en diseños adecuados para aprovechar el amplio espacio público de las vías locales y sus usos diversos (residencial, comercial, recreativo, entre otros)” y la ejecución de “una campaña masiva y constante de educación y sensibilización que visibilice el aporte que los ciclistas a la ciudad”.
“Estas políticas públicas requieren ser dialogadas y articuladas con los propios usuarios de la bicicleta, así como con los diferentes grupos y colectivos ciclistas. Cabe señalar que estas peticiones están respaldadas por la propia normativa, que obliga a las autoridades a promover el uso de la bicicleta”, remarca la Red por la Convivencia Vial.
Según sus estimaciones, en Lima y Callao existen más de 220 mil ciclistas. “Nos movilizamos sin contaminar con humo el aire que respiran los demás, especialmente los niños y niñas. Nuestras bicicletas ocupan muy poco espacio público [y] es casi imposible que nuestros vehículos causen accidentes mortales o lesiones graves”, abunda el colectivo en un petitorio de Change.org.
En marzo pasado, Cecilia Melgar (26), una recién graduada que se trasladaba por el distrito de Jesús María rumbo a su trabajo, fue impactada por un volquete “al no mantener la distancia reglamentaria” y, producto del golpe, falleció.
A mediados de agosto, ocurrió lo mismo en la Carretera Central. La víctima fue Deysi Alvarado (47), arquitecta, madre de dos menores y aficionada al ciclismo que salió desde Santa Anita rumbo a Tupicocha. El conductor que produjo su muerte iba a “velocidad considerable”, según la Policía.
“La bicicleta es parte fundamental de la transformación de las ciudades, y así lo han entendido ciudades de países altamente desarrollados como Ámsterdam, París, Madrid, Nueva York. [...] Para ello se requieren políticas públicas con una visión moderna, no la vieja política pro-automóvil que caracterizó el desarrollo urbano del siglo XX, sino una que apueste por la movilidad sostenible e intermodal. Esta transición no es solo una mejor opción que los sistemas actuales de movilidad, si no además es una obligación para poder afrontar los retos del siglo XXI”, zanja la solicitud, que ha sido respaldada por mayoría.