Paolo, el guerrero perpetuo al servicio del fútbol mundial

Dicen que los grandes goleadores aparecen en grandes partidos. Y así fue. El ‘Depredador’ destrabó el partido de LDU de Quito con un impecable doblete . Ahora entendemos que no estaba a puertas del retiro, era un periodo de readaptación para alargar su eterna leyenda.

Guardar
Paolo Guerrero celebró un fabuloso doblete anotado con LDU en semifinales de Copa Sudamericana - Crédito: El Universo
Paolo Guerrero celebró un fabuloso doblete anotado con LDU en semifinales de Copa Sudamericana - Crédito: El Universo

Pasarán los días, pasarán los años; nuevas ilusiones, otras despedidas. Pero a ti, olvidarte nunca”. Aquella frase pertenece a una canción de antaño -titulada ‘Olvidarte nunca’- que evoca la conexión eterna con alguien. Y ese alguien que encaja en este contexto es ni más ni menos que Paolo Guerrero, un futbolista que le hace honor a su apellido al mantenerse vigente e inexorable en el paso del tiempo: perpetuo.

Verdaderamente no vamos a olvidarnos de él. Y si nos atrevemos a hacerlo en estos momentos por el simple hecho de que roza las cuatro décadas, aparece de golpe con alguna exhibición goleadora que pone en pie a un estadio entero, que altera las redes sociales de dos naciones, por decir lo menos, y que cautiva a aquellos peruanos que depositan sus esperanzas futboleras en su sola figura.

Gol de cabeza, típico de un impecable artillero al que no le pesan los años: técnica añeja y perfecta. Golazo -o mejor dicho trallazo- ingresando a los linderos del área con una definición extraordinaria: impronta letal de artillero. Goles que no solamente sirvieron para posicionar a Liga de Quito como favorito ante Defensa y Justicia, por la primera llave de semifinales de Copa Sudamericana, toda vez que aumentaron el tanteador en un 2-0 parcial, sino también para confirmar que Paolo destapó su olfato goleador en el instante preciso. Dicen que los grandes goleadores aparecen en grandes partidos. Y así fue. Guerrero destrabó un partido de talla internacional con un doblete impecable al tiempo que derribó una mala racha de ocho juegos vestido de ‘albo’ sin conectar a meta contraria.

Verdaderamente fue una presentación extraordinaria para Guerrero, señalado por medios, periodistas y directivos a raíz de su ineficacia goleadora, la cual tan sólo era una mala racha como suele pasarle a todo profesional. En buena hora se salió de la pista con esos goles. Paolo necesitaba un partido así para revalidar su status dejando de lado los años y el estado de forma. El experimentado ‘9′ de Perú no necesitó de agilidad ni mucho menos de velocidad, sólo requirió de buenos pasadores para definir con total soltura: cual pez en el agua. Así pues dio muestra de que aún está en vigencia y utilidad tanto para su club como en la selección peruana. Quizás ahora entendemos que él no estaba a puertas del retiro ni mucho menos, sólo pasaba por un periodo de readaptación ante los infortunios de las lesiones y las malas decisiones.

Las estadísticas de Paolo Guerrero en certámenes Conmebol - Créditos: Betcris ECU
Las estadísticas de Paolo Guerrero en certámenes Conmebol - Créditos: Betcris ECU

Una disculpa por retirarte, Paolo

Nobleza obliga, nos equivocamos. Muy pocos le tenían fe luego de su prolongada lesión, a mediados del 2020, los ligamentos de la rodilla en un partido con Internacional de Porto Alegre. Cuando volvió ya no era el mismo. Su eficacia goleadora estaba lejos de su mejor versión. A pesar de que intentaba jugar, no le salía nada y el ojo público observaba con cierto escepticismo su retorno -o retornos- en instituciones distintas (la peor de todas el Avaí, con el que dio pena coronando un lamentable descenso a Serie B).

A partir de ahí, una gran mayoría pedía desde cualquier plataforma que se retirara. Se le reconocía su esfuerzo con un merecido agradecimiento y hasta ahí nomás. Ni siquiera la opinión cambió cuando se trasladó a Racing Club en un movimiento sorpresivo. Acostumbrado a darnos la contra, Guerrero se centró en disfrutar su nueva etapa y recuperar tiempo perdido.

Manos a la obra. Con dedicación y trabajo se asomaba a ser el Guerrero de los últimos años. De pronto los goles aparecieron, escasamente, pero aparecieron. Había esperanza. Sin embargo, en Racing no lo vieron así. El entrenador Fernando Gago, quien quizás ahora se está lamentando, prefirió relegarlo para darle paso a los jóvenes Maxi Romero y Nico Reniero por juventud y estado de forma. Craso error. Al día de hoy ambos son cuestionados y descalificados por su pobre rendimiento. Mientras que Paolo viró hacia Ecuador para fichar por LDU, donde ha sido recibido con los brazos abiertos convirtiéndose en el argumento goleador de los ‘albos’ y permitiéndose ser un obrero más en la selección de Perú.

Guardar