Según un artículo publicado por el portal financiero MásFinanzas hace poco más de un año, apenas el 6% de los peruanos invierte en la bolsa de valores. Sin embargo y ante el deseo de jóvenes por invertir, el director de Soluciones de Inversión de SURA Investments, César Cuervo, dio ciertas recomendaciones en caso uno decida recurrir al mercado bursátil: cuáles son los mejores momentos para hacerlo, qué son el bull y el bear market, qué perfil deben adoptar los inversionistas, cómo funciona la bolsa, y demás cuestiones al respecto.
“Si uno desea invertir, debe tener cierto conocimiento del mercado y de los activos en los que se piensa invertir, así como una asesoría adecuada que permita que nuestro portafolio esté balanceado acorde a nuestro perfil y a nuestros objetivos”, comenta Cuervo.
Una vez realizada la investigación correspondiente, siempre de la mano de un especialista que pueda asesorarle correctamente, si mantiene el interés de invertir en bolsa debe reconocer, según Cuervo, las dos tendencias que guían el comportamiento de los mercados financieros: el bull market y el bear market; además, cómo sacarle el máximo provecho a ambas cuando se presentan.
¿Qué es el<i> bear market</i>?
El bear market, explica Cuervo, es el instante en el que el mercado muestra una tendencia negativa, en la que la incertidumbre y la desconfianza son elevadas por un amplio periodo de tiempo. Informa que esta tendencia es identificable cuando se registra una caída del 20% en el mercado bursátil. “Normalmente, las caídas sostenidas del mercado accionario se presentan en escenarios de deterioro macroeconómico, que lleven a pensar que el desempeño financiero de las compañías listadas sufrirá deterioros frente a la situación actual”. Es decir, la caída de las acciones en el mercado bursátil, condicionada por el contexto internacional, brinda indicios de un desempeño negativo continuo en tal contexto, afirma.
No obstante, apunta el director de Soluciones de Inversión, las marcadas correcciones de mercado también pueden darse en respuesta a eventos de crisis económica, sistémica o política, lo que puede incrementar la aversión al riesgo por parte de los inversionistas. Para poner en contexto, un ejemplo es el caso de la corrección observada en el primer trimestre del 2020 con el anuncio de la pandemia del coronavirus. Ahí, el Standard & Poor’s 500, más conocido como el S&P 500, que es uno de los índices bursátiles más relevantes de los Estados Unidos, registró una contracción del 35% entre quincena de febrero y finales de marzo del mismo año.
En ese caso, es recomendable la prudencia y optar por inversiones de poco riesgo y de baja inestabilidad, como los instrumentos de renta fija de alta calidad crediticia. Cuervo señala que, si uno quiere invertir en la bolsa de valores, debe tener en cuenta el análisis de compañías sólidas que, una vez sobrellevados la incertidumbre y el mal contexto, pueda generar importantes ganancias cuando suba su precio.
¿Qué es el<i> bull market</i>?
Cuervo señala que el bull market es la tendencia que se presenta, a diferencia del bear market, cuando el mercado mantiene una curva positiva y, en la mayoría de los casos, es complementaria a un contexto macroeconómico favorable. Se habla de un bull market cuando el mercado registra un alza del 20% durante un periodo de tiempo.
“El momento adecuado para invertir en el mercado de acciones depende de muchos factores, empezando por el perfil de riesgo del inversionista, cuya definición depende en gran medida del horizonte de inversión. Para un inversionista de largo plazo, puede ser que incluso un bear market constituya una oportunidad de entrada atractiva, ya que pretender encontrar el momento “perfecto” para comprar acciones, que suele asociarse al mínimo reciente, no es una estrategia consistente o sostenible”, afirma el especialista.
En otras palabras, el inversionista no puede tomar como referencia el pasado reciente o un momento positivo para invertir sin antes considerar los factores que llevaron al mercado bursátil a arrojar tales valores. Es necesario considerar factores económicos, políticos, sistémicos, al igual que analizarlo desde la prudencia. Por ello, incluso la inversión de bajo valor en un contexto desfavorable, pero prometedor debido a la solidez de las acciones adquiridas, puede superar por mucho la inversión en un contexto positivo pero de una compañía inestable.
“De igual forma, para inversionistas que requieran su dinero en el corto plazo o tengan una alta aversión al riesgo, es posible que nunca haya un momento adecuado para invertir en acciones y la renta fija de corto plazo y, en general, los activos de menos riesgo sean una mejor opción”, explica Cuervo.
“Existen muchas variables que se deben considerar al momento de decidir invertir. Lo más importante siempre será diversificar nuestros ahorros y, si no somos inversionistas sofisticados, asesorarnos con un especialista para definir el perfil que tenemos como inversionistas, es decir, si tendemos a ser conservadores o más arriesgados. De esta manera, lograremos mejores resultados y más alineación con nuestras metas”, finaliza el ejecutivo.