Un sereno de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML), administrada por el alcalde Rafael López Aliaga, ha denunciado por homofobia y estigma a su supervisor, Marco Cisterna, según un informe difundido este martes por Radio Conexión Vida, que aborda temas de salud y VIH y cita un documento remitido a la Defensoría del Pueblo.
El caso se remonta a mediados de agosto, cuando el agente municipal sufrió una parálisis facial por la que solicitó un descanso médico de 15 días. De acuerdo con la acusación, para acceder a este derecho laboral adjuntó un certificado del servicio de Infectología del Hospital Grau del Seguro Social (EsSalud), con el que sus superiores iniciaron los actos discriminatorios.
El denunciante mencionó que, después de incorporarse a la institución que integra desde 2019, notó un “cambio en el comportamiento” en Paul Paitamala, jefe de la zona donde patrullaba a pie; así como en el supervisor, Mario Sarmiento, y las secretarias. Incluso, sin previo aviso, fue removido al Mercado Central (Zona Alfa) a inicios de septiembre.
“Tengo varios testigos que escucharon mofas sobre mi orientación sexual y mi parálisis facial. Han dicho frases irreproducibles mencionando obscenidades y siendo la burla”, dijo a la emisora.
También señaló que Marco Cisterna, inspector de la zona a la que fue derivado, emitió un discurso cargado de estigma al señalar que los portadores de VIH “son tan malas [personas] que se pueden hacer una herida [...] escupirte en la cara y con ello te pueden malograr la vida”.
Aunque fue despedido tras la denuncia por la Oficina de Seguridad Ciudadana de la MML, el implicado mantuvo su postura y deslizó que debió tener conocimiento sobre el diagnóstico del sereno, pese a que es confidencial y solo un juez puede disponer que sea mencionado, según la Ley 26626 y su modificatoria 28243.
“Su tendencia sexual no me interesa. Si él tenía VIH, deberían saber los jefes, porque no podía estar expuesto por su seguridad”, dijo Cisterna al medio, antes de señalar que, en represalia, tomará acciones legales contra la comuna y el denunciante.
Ni la comisaría de Alfonso Ugarte ni la comuna limeña, cuya ordenanza N.º 2160 sanciona prácticas o actos discriminatorios, admitieron la denuncia en un primer momento. Solo después de que el caso llegara a la Defensoría, el jefe de operaciones del Serenazgo, César Málaga, logró ingresar el documento a la Secretaría Técnica de Procedimientos Administrativos de la comuna, que investiga al respecto, según el informe. En tanto, el agente municipal ha sido nuevamente cambiado a su patrullaje a pie en el Cercado de Lima.
De acuerdo con la legislación, las personas con VIH no pueden ser despedidas de su centro de trabajo por su diagnóstico. De ser así, se tratará de un despido nulo. El reglamento de la Ley General de Inspección del Trabajo establece como “infracción muy grave” todo acto discriminatorio del que sea objeto una persona portadora y contempla sanciones que oscilan entre 11 a 20 Unidades Impositivas Tributarias (UIT).
En junio pasado, López Aliaga deslizó un veto al festival de cine LGBT OutfestPerú 2023 por emplear la imagen de Santa Rosa de Lima con los colores de la bandera de la diversidad. Devoto del Opus Dei, célibe y recurrente al uso del cilicio, el burgomaestre declaró que el afiche era “un insulto” que le resultaba irritante. “Es una barbaridad. Es como que pongan a mi madre ahí, con esa ridiculez [...] Como autoridad de Lima no estoy prohibiendo, sino pidiendo que lo retiren”, declaró.
Renovación Popular, su agrupación política, expresó de igual modo “su absoluto rechazo e indignación” y cuestionó, en un pronunciamiento, que el evento haya recurrido a “la religiosidad” para “crear escándalo y lastimar la tradición religiosa”.
Los legisladores rechazaron el “silencio” del Arzobispado de Lima y consideraron que la manifestación artística es un “sacrilegio”. En contraparte, la parlamentaria Susel Paredes remarcó que “todo derecho conquistado debe ser protegido activamente o [llega el] fascismo y lo destroza, como puede pasar ahora”.